Marco Antonio Flota

Enrique Peña Nieto está tan seguro de que será presidente que ya se siente hasta ex residente. No se explica de otro modo que haya repetido a los priístas aquella frase histórica que soltó Carlos Salinas de Gortari en 1994:

—¡No se hagan bolas…!

Usted recordará que por aquellos días corría insistentemente entre los tricolores el rumor de que Luis Donaldo Colosio renunciaría, o lo renunciarían, a la candidatura del PRI, por las diferencias políticas, expresadas en el célebre discurso del Monumento a la Revolución, con el presidente Salinas. Y éste, para calmar los ánimos, declaró aquello de: “¡No se hagan bolas… sólo hay un candidato y es Colosio!”

Pero días después, a Luis Donaldo le armaron una bolita en Lomas Taurinas, Tijuana, Baja California Norte. Y llegó a la candidatura Ernesto Zedillo, él sí todo hecho bolas. No en balde había sido bolero en su infancia, según revelaría más tarde.
Pese al empleo de la frase salitrosa, no podemos afirmar que Enrique Peña Nieto es emisario del pasado, porque podría respondernos “¿Y yo por qué?”, como Fox. (Este sí ex presidente, porque Salinas sigue siendo —o al menos actúa como— eggs presidente.)

Como remate un discurso en la plenaria de los senadores del PRI, para demandar que el partido se mantenga unido para volver a Los Pinos en 2012, fue que el copetón más famoso usó la frase del más famoso pelón. (Y no vamos a disculparnos por el calificativo de pelón, porque tendrían que hacerlo también los millones de mexicanos que así llaman a Salinas, como apodaron también a Echeverría y López Portillo. O sea que podemos presumir  que este país sí aguanta 3 pelones.)

Significativo, además, que Peña Nieto repitiera las palabras de don Carlos ante los senadores encabezados por su líder, Manlio Fabio Beltrones, el primer político importante en presentarse al lugar del magnicidio. Recuérdese que, incluso, pidió que le prestaran por unos horas al asesino de Luis Donaldo, para interrogarlo en su calidad de gobernador de Sonora, patria chica del  sacrificado candidato.

“¡Más claro ni el agua!” repetiría, de vivir, don Fidel Velázquez, quien así apoyó la postulación de Zedillo, después de que el mismo Beltrones presentó a  la cúpula priísta, en Los Pinos, un video el que Luis Donaldo elogiaba a Ernesto.
En fin que, tras la advertencia de Peña Nieto,  Manlio Fabio ya no puede actuar como la hamburguesa. (Que es un pedazo de buey hecho bolas, como todos sabemos.)

Tumbagrillos

    COCO: Candidato del narco en Michoacán.
COCOA: Candidata del PAN.
COCODRILO: Candidato que le hubiera gustado al Pejelagarto.
COCOCOLO: Candidato que le hubiera gustado a Fox.
COPRO: Candidato del PRD, de haber sido el medio hermano.
COCOLISO: Ex presidente que no pudo poner candidato.
COCOLUMNISTA: Periodista en la nómina.
COCOMPAÑERO: El que convida un pase.
COCOMANDANTE: Alto mando en la nómina de la Familia.
COCOSTUMBRISTA: Capo que pone alcaldes por la Ley de Usos y Costumbres.
COCOTORRO: Loro que se da un pericazo.
ESTAFILOCOCO: Bacteria del Chapo.

Epidramas

Natalicio festejó
Felipe según se cuenta:
cuarenta y nueve cumplió.
(Pero errores son sin cuenta)
Hubo pastel junto a un pino,
pero faltó el chocolate,
pues bien lo pensó y no vino
la hermana Cocoa, me late.
Ivonne llegó como tromba,
pero el Estado Mayor peca
de miedo: a la yucateca
no aceptaron por su bomba.
La doy pa que se comente:
“¡Happy birthday, presidente!
Pero te digo, muy seria,
que no recortes la feria
o te echamos a Moreria”
(Moreira, debió decir,
pero con “feria” no rima,
aunque aquel líder se estima,
a la lana sí se arrima)
Hay que decirlo muy parco:
en estadio de Torreón
exigían tiros al arco.
Dieron gusto a la afición,
¡pero con tiros del narco!