Japón frente al nuevo sismo
Alexander Serikov
Después de que un fuerte sismo de 6.8 grados de magnitud en la escala de Richter sacudiera a Japón el 19 de agosto último, nuevamente la atención, más bien la preocupación del mundo se volcó hacia el archipiélago japonés. Pues de nuevo el epicentro del terremoto fue localizado cerca de la isla de Honsu la misma en la que se encuentra la central nuclear de Fukushima fuertemente afectada el 11 de marzo de este año a consecuencia del gigantesco sismo de casi 9 grados de intensidad en la escala de Richter y del destructor tsunami provocado por este sismo.
Este último movimiento telúrico aunque se sintió con gran intensidad, no tuvo peligro de tsunami ni tampoco se informó sobre destrucciones ni víctimas humanas. Sin embargo, se recordaron las palabras del primer ministro japonés Naoto Kan quien dijo en julio de este año que su país tendría que acabar con el uso de las centrales nucleares en un futuro próximo.
El primer ministro subrayó en aquel entonces que se tendría que elaborar una nueva política para el sector de la energía nuclear con tal de reducir poco a poco la dependencia de la economía nacional de este tipo de energía. Anteriormente, antes del fuerte sismo del 11 de marzo, el gobierno había anunciado un aumento de este tipo de energía en la economía del país hasta del 53 por ciento para el año 2030. Actualmente esta parte constituye un 30 por ciento.
Después del desastre en la central nuclear de Fukushima ocurrido el 11 de marzo se detuvo la construcción en el país de nuevas centrales nucleares y a principio del julio se pidió que se realizara una inspección de todos los reactores nucleares existentes en Japón a fin de verificar el nivel de seguridad en cada uno de ellos.
Y ahora se informó que el 17 de agosto la central nuclear de Tomari, situada en la isla de Hokkaido, puso en servicio el reactor número tres. Este fue el primer reactor que comenzó a funcionar después del sismo del 11 de marzo cuando su funcionamiento, como el trabajo de muchas otras, había sido paralizado.
En esta central tuvo lugar una serie de pruebas que no detectaron ningún desperfecto y la administración de la prefectura de Hokkaido autorizó el reinicio de su funcionamiento. La central de Tomari fue construida en 2009, es la única situada en la isla de Hokkaido. Actualmente en Japón funcionan solamente 19 reactores de los 54 existentes. El resto de ellos es objeto de toda clase de inspecciones y verificaciones.
Mientras tanto, según informó el 12 de agosto la agencia Associated Press, Tepco, la empresa operadora de la central nuclear de Fukushima, comenzó en esta central los trabajos para colocar sobre el reactor más averiado una cúpula protectora. Los especialistas aseguran que la construcción de este tipo de sarcófago serviría para detener la propagación de los materiales radioactivos, terminaría con las nuevas fugas y protegería el reactor contra las filtraciones del agua fluvial. Se destaca que la cúpula protectora tendría que substituir temporalmente el cuerpo del reactor destruido durante el sismo del 11 de marzo.
El desastre en esta central nuclear alertó a todos los países colindantes con Japón así como a muchos países del mundo. A causa del temblor y del tsunami ocurrió una serie de explosiones lo que provocó una gigantesca emisión de partículas radiactivas. Fue en abril de este año cuando el nivel de peligrosidad en esta central se calculó en 7 grados en la escala de INES. En el pasado solamente la explosión en la central nuclear soviética de Chernobyl obtuvo este grado de peligrosidad.