Nora Rodríguez Aceves

En materia de filosofía y humanidades, el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, no cumple el acuerdo 488 que implica la restitución del área de humanidades, así como la reivindicación de las disciplinas filosóficas mencionadas como básicas y obligatorias en la educación media superior. Dicho acuerdo fue aceptado en forma unánime por las autoridades educativas del país el 22 de mayo de 2009 y publicado en el Diario Oficial de la Federación el 23 de junio de ese mismo año.

Ante el incumplimiento del acuerdo 488 y de las negativas por parte de las autoridades educativas de escuchar a la comunidad filosófica, científica y humanística, el día 8 de agosto se publicó en la prensa nacional un desplegado firmado por profesores, investigadores, creadores, instituciones educativas, asociaciones nacionales e internacionales, premios nacionales, profesores eméritos, para “que ahora sí nos oigan, porque hasta este momento han  practicado la política de  ni los veo ni los oigo. Ahora sí nos tendrán que ver y escuchar, por lo menos Alonso Lujambio que ha permanecido en silencio durante todo este tiempo y para quien al parecer no somos nadie”, asegura Gabriel Vargas Lozano, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa.

Además, del desplegado publicado el lunes pasado, “también citaremos a una gran reunión de la comunidad en conjunto, realizaremos coloquios, interpondremos algunos recursos jurídicos, de derechos humanos, buscaremos una reunión con la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores, así como intentaremos tener un encuentro con los precandidatos a la Presidencia de la República en el 2012, con excepción de Alonso Lujambio que ya tuvo su oportunidad, agotaremos todos los medios posibles”.

“Si las autoridades educativas no se mueven, si no hacen nada si, no hacen caso, que la historia los juzgue, pero de todos modos es un no rotundo de la comunidad cultural filosófica y científica del país, porque hay muchos científicos en este movimiento también, a que se eliminen las humanidades de la educación media superior”.

Anteriormente, dice Vargas Lozano, “entregamos directamente una carta firmada por todos los participantes en el Congreso Interamericano de Filosofía,  celebrado en Mazatlán, Sinaloa, en 2010, tanto en la oficina de Felipe Calderón y de Alonso Lujambio, pero sólo nos mandaron un recado con el subsecretario diciéndonos que no cumplirían el acuerdo, y no sólo eso  sino que ellos continúan con su reforma integral de la educación media superior”.

El también coordinador del Observatorio Filosófico de México, recuerda en entrevista con Siempre! que “a fines del 2008 la SEP emitió dos acuerdos, el 442 y el 444, que publicó en el Diario Oficial de la Federación, en donde se anunciaba una reforma  integral de la educación media superior, cuando la gente de filosofía, profesores de enseñanza media y superior observamos esta reforma vimos que había desaparecido el área de Humanidades y que las materias filosóficas, indagando un poco más encontramos una notita donde se decía que la filosofía era muy importante, pero pasaba a ocupar una función transversal”.

“Invitado posteriormente a una conferencia de educación media superior de la UNESCO, en Dominicana, nos dimos cuenta que en Nicaragua, El Salvador y varios países de América Latina habían pasado las filosofías transversales y habían desaparecido las materias realmente, porque transversal sería colocar un poco de sal a alguna disciplina que no es lo mismo que recibir una clase de ética integral a descubrir que por ejemplo Adam Smith era filósofo y ya con eso cubrir el expediente, entonces era grave eliminar las humanidades y la filosofía, es algo inédito en el país, porque había una larga tradición desde Gabino Barreda en 1867 cuando crea la Escuela Nacional Preparatoria, a pesar de que hay una reflexión científico-técnica la idea de Barreda era que necesitamos una nueva mentalidad para el país, pero además hizo una fundamentación fuerte de cuáles eran las necesidades del país, aquí no, aquí no encontramos ninguna  fundamentación más que educar personas para incorporarse en la globalización”.

“Nadie está en contra de que a las personas se les capacite, y de manera excelente, pero ahí hay un equívoco, pues se puede capacitar a las personas y mucho mejor teniendo una construcción de la ética, de la estética, de la lógica, de la filosofía y comprendiendo bien su significado, y de la literatura también, porque a la literatura la quitaron del área de humanidades y la pusieron en inglés y computación, todo esto vinculado a un tema que ellos están tratando de aplicar, un método que se llama de competencias en el cual se acentúa lo pragmático, ahí no se entiende que las humanidades cumplen otra función, una cosa es que la física o la química se puedan aplicar, lo cual está muy bien y otra es la función de las humanidades que es proporcionar en el individuo una cultura amplia, una conciencia del mundo en el que está, del país en que está, de su función en el mundo para que pueda desempeñar correctamente cualquier oficio”.

 

Educar es enseñar a pensar
En opinión de Vargas Lozano, las consecuencias de quitar la filosofía y las humanidades del plan de estudios “son tremendas, le pongo un ejemplo concreto, estamos en una situación de crisis de valores, estamos en una situación de violencia extrema, la juventud está en el momento más difícil y yo les decía a los funcionarios de la SEP que deberían de poner ética en todos los lugares y no quitarla, o sea, una ética que le permita al individuo comprender su conducta moral si está correcto o no correcto, porque la crisis de inversión de valores que tenemos es tremenda. Los Caballeros Templarios, que no tienen nada de caballeros, hicieron una manifestación en donde los jóvenes estaban victoriándolos, es una inversión de valores terrible. El gobierno debe propiciar una ética bien ofrecida, una ética laica, una ética filosófica, no el catecismo del padre Ripalda ¡por favor! sino una ética correcta, necesaria, para el individuo”.

“Educar es eso, enseñar a pensar por sí mismo al alumno a partir de una integración de técnicas, ciencias, humanidades, al cercenarse éstas se quiere un individuo que sólo sea un desarmador, un matillo, un instrumento que sirva y que luego se deseche o un individuo consciente  de en qué lugar estamos y qué es lo que queremos, francamente no sé dónde tenían la cabeza los planificadores y luego los políticos que aplicaron esto de quitar la filosofía”.
En medio de estas reflexiones, Gabriel Vargas comenta que “he pensado mucho en esto y me parece que hay un doble discurso, por un lado, el de los valores, pero por otro lado el fomento de los desvalores. Además, es necesario que se sepa que el gobierno federal solamente traslada en forma mecánica ciertas orientaciones de las organizaciones mundiales, una cosa es que México pertenezca a la OCDE y otra que sigamos en forma mecánica cualquier instrucción”.
Aunque, “más escandaloso es que después de haber hecho todo un movimiento de la comunidad filosófica, científica y humanística para reivindicar la filosofía, las autoridades educativas de todo el país, en una sesión especial en mayo de 2009, sometieron a consenso si la filosofía y el área de humanidades debían incluirse en la educación media superior, a lo que dijeron unánimemente que sí, que había que reformar y luego lo publicaron en el Diario Oficial de la Federación con la firma del maestro Alonso Lujambio; después de un año y medio de publicado el acuerdo no han cumplido”.

Se designan profesores sin capacitación
En el marco de esta lucha porque las autoridades educativas federales cumplan con el acuerdo 488, el especialista en materia de filosofía política e historia de la filosofía en México, señala que en la educación media superior mexicana hay un grave problema: “Se elige a profesores que no tienen una formación correspondiente a la materia que imparten sino que designan a quien sea por amistad o por clientelismo, y claro, la SEP no quiere meterse, porque toca los intereses del SNTE, porque toca los intereses de las mafias locales de las universidades o de las instituciones diversas y esto es un punto clave, pues cualquier reforma no sirve si esto ocurre”.

“Los sindicatos, como el SNTE, líderes como Elba Esther Gordillo, son un obstáculo para la educación de calidad definitivamente. Por lo tanto, la política está ahí, si yo necesito los votos de ciertos sindicatos, entonces no los voy a tocar”.

El otro problema, apunta el coordinador del Observatorio Filosófico de México, “es realmente la falta de política, porque si yo estuviera en los zapatos de Alonso Lujambio trataría adecuadamente a todas las comunidades, incluso la más pequeña, y si me llega una carta, se la respondo o los cito y hablo con ellos. Un buen político, como los antiguos, veía un problema e inmediatamente iba, hablaba con la gente, negociaba y resolvía el asunto”.

Gabriel Vargas adelanta que publicará un libro este año, Filosofía, ¿para qué?, “en donde trato de explicar la función de la filosofía, necesitamos cambiar esa opinión, la filosofía es un bien público, esa es una concepción de la UNESCO que nosotros hemos continuado y desarrollado, y vamos a publicar también un libro que se llama Filosofía, escuela a la libertad realizado por una serie de investigadores, entonces, la filosofía debe estar en los jóvenes, en los niños, en los adultos, en todos y en todo”.