Por Martha Bañuelos

París.- En este tiempo de crisis Ernesto Cordero, Secretario de Hacienda y Crédito Público dijo: “México se encuentra tan mejor posicionado ante la incertidumbre económica internacional, que incluso su riesgo como país es menor al de Francia”. A Cordero le digo que su comparación es absurda, y que cuando él presentó la “Estrategia para mejorar las condiciones de financiamiento al sector rural”, también debió decir a los mexicanos que cuando él viene a Francia, tan sólo en el sector campesino puede ver que existen: subvenciones de inversión directas e indirectas con bonificación de préstamos, formación agrícola, ayuda a la instalación y que aquí los agricultores tienen que comer y sus hijos un futuro. Nada más que les diga a los 90 mil productores de nopal con media hectárea, si cada uno come y vive como los campesinos franceses, para poder comparar las deudas. México tiene cuatro veces más territorio y riquezas que Francia, ¿qué hacen con ellas?

El liberalismo confisca la soberanía del pueblo

La crisis de la deuda pública americana es una batalla política y la degradación una mala noticia, pero ésta nada tiene que ver con la actual recaída de la zona euro, la que viene del segundo plan de rescate de Grecia del 21 de julio. Algunos Jefes de Estado y de gobierno se congratularon muy rápido, sin comprender lo que implicaba aplicar las decisiones. Desde ese momento, los Estados representados por Nicolas Sarkozy, José Luis Rodríguez Zapatero quien se lava las manos y se va, Silvio Berlusconi y Jean-Claude Trichet del Banco Central Europeo se fueron con el favor del viento de la austeridad presupuestaria, la que debilita el papel del Estado y que es contraria a la voluntad de poner los mercados bajo tutela, puesto que actualmente los mercados y las casas de notación desacreditados hasta el 2008, lograron hacerse una nueva imagen y con ella ponerle una correa a los Estados, los cuales aceptaron sus juicios, a menudo erróneos, ya que son los mismos que disparan los precios de los bienes inmuebles.

Las democracias no asumen su responsabilidad al ponerse bajo la tutela de los mercados y es la “Democracia” justamente quien está en regresión ya que el liberalismo confisca la soberanía del pueblo. Si la solución es política, ésta deberá pasar por la regulación y enfrentamiento del potente grupo de presión bancario, combatiendo la economía especulativa que desestabiliza los centros financieros. Las severas correcciones hechas hasta ahora deberían moderar todo movimiento de pánico y enseñar a los medios de comunicación y los analistas a relativizar.

Igualmente los Estados Unidos podrían acostumbrarse a salir de la fila de superpotencia económica y aceptar recibir lecciones de China, a quien Alemania podría darle algunas en la voz de la Canciller y científica Angela Merkel, quien creció en la Alemania del Este y fue formada en la Juventud Libre Alemana, de su experiencia sabe que la existencia de la Unión Europea pasa además por el euro, respaldado por las toneladas de oro que están en los cofres de las Bancas Europeas, oro que no tiene el dólar.