Por Susana Hernández Espíndola
Michael Hansmeyer es un arquitecto y programador, que radica en Zurich, Alemania.
Creativo y de visión futurista, Hansmeyer realizó un estudio en el que encontró cómo vincular más a la arquitectura con la computación. El proyecto lo hizo en conjunto con CAAD Group y el departamento de arquitectura de ETH.
El resultado del trabajo dio como resultado una serie de columnas 3D, que utiliza algoritmos y procesos de subdivisión, que mediante la sucesión van generando nuevas columnas. Su éxito radica precisamente en la fantasía arquitectónica de un mundo lejano en el futuro, pero es tan real que puedes tocarlo.
La increíble complejidad de la superficie fractal de la columna es producto de lo que es conocido como ‘algortimo de subdivisión’, un proceso que usa un programa de computadora para dividir y subdividir las facetas de una clásica columna dórica.
[oqeygallery id=79]
Respecto a la fabricación real, se tomó una serie de capas de 1 milímitro de espesor de una carpeta gris cortada individualmente, con una cortadora láser, hasta llegar a los 2.7 metros que es la medida de la columna. (cada una consiste en 6 millones de caras).
“Algunas personas dicen que luce como un reptil; algunas personas piensas que luce como una criatura debajo del agua y otras personas piensan en lo gótico”, dice Hansmeyer, científico computacional en el Instituto Suizo Federal de Tecnología en Zurich.
Y en los últimos 5 a 8 años, la gente ha estado interesada en saber cómo sacar esos diseños de la computadora.
Con las computadoras volviéndose cada vez más sofisticadas, podría no pasar mucho tiempo antes de que Hansmeyer sea capaz de construir una catedral completa.
Fotografías: Tecnoarquitectura/Michael Hansmeyer


