La guerra secreta de Coco Chanel

Por Martha Bañuelos

París.- Después del frustrado verano que hemos tenido en Francia debido a los días grises, lluviosos y casi sin sol, no es inútil recordarles que los eventos políticos, bursátiles y de escándalos sexuales, apenas nos dejaban el espacio necesario para creer que incluso el clima estaba contra nosotros y contra ¡las vacaciones!.

Y ya que aquí en Francia las vacaciones son sagradas por ser parte de los beneficios adquiridos en sus luchas sociales, a los franceses les es muy difícil renunciar a ellas. Además, hay otras razones para no resignarse, como son los largos meses, de octubre a mayo, envueltos en el desánimo del frío y los cielos nublados; agregando que este año ese paisaje se prolongó durante junio, julio y una parte de agosto; e incluso al tradicional “París Playas” le sobraron las sombrillas, que de poco sirvieron con el viento y las lluvias. Por lo que este insípido verano de altas y bajas monetarias, inspiró doblemente a la gente para irse de vacaciones los 20 ó 30 días como la ley lo dicta.

Resultado de ese ir y venir de vacacionistas, fueron las bloqueadas carreteras por kilómetros de filas de autos atiborrados de maletas y utensilios de recreo. Lo más curioso es que los observadores pueden escribir largo y tendido sobre asuntos serios, pero en ese aspecto, los analistas evitan dar explicaciones para no caer en la dificultad de revelar la paradoja y el enigma de las vacaciones en tiempos de incertidumbre y crisis, cuando al parecer las costumbres terminan por imponerse, aunque para continuarlas algunas familias tuvieron que hacerlo con un ¡crédito bancario!

Y si es verdad que el clima está cambiando en el planeta, quizá eso fue lo que hizo que los parisinos pasaran sus vacaciones llevando un paraguas, ya que aquí en Francia el verano llegó el 19 de agosto, por cierto es el mes en que nacen las mujeres de carácter, entre ellas una de las más célebres y nacida bajo el nombre de Gabrielle pero mejor conocida por Coco Chanel, creadora del célebre perfume, el que no nos salvará de los estragos de las anunciadas canículas, así que el fin del verano será trabajo, calor y sudor. ¡Qué olores nos esperan! ¡Ni Gabrielle ni Coco podrán calmarlos!

Entre Coco Chanel y Francia hay una historia: la del espíritu francés, y entre ellos y el mundo también, ella es con la moda y el perfume N°5 un poco de Balzac, Víctor Hugo o Paul Valéry. Gabrielle Coco Chanel (1883-1971), es un mito y como tal, el periodista americano Hal Vaughan políglota al servicio de la inteligencia táctica de operaciones clandestinas internacionales, con 84 años acaba de sacar una nueva biografía, una investigación que le llevó más de tres años entre archivos americanos, franceses, alemanes, británicos, italianos y polacos, en: Durmiendo con el enemigo, la guerra secreta de Coco Chanel (Sleeping with the Enemy, Coco Chanel’s Secret War), descubre las reflexiones anticomunistas y antisemitas de la “Mademoiselle” (señorita) como solían llamarla; pero otros 57 biógrafos han intentado destruir ese “espíritu francés” sin lograrlo, ya que como ella decía: La moda pasa, el estilo permanece.