Un informe elaborado por Petróleos Mexicanos (Pemex) titulado “Contexto del aumento de participación de Pemex en Repsol”, detalla el interés de la paraestatal mexicana para acceder a la tecnología de la empresa española en la exploración y la producción, especialmente en aguas profundas, donde hacer un simple pozo sin garantías de éxito tiene un costo de 100 millones de dólares.
“La falta de experiencia y de tecnología para operar en lo más profundo de su dominio marítimo, supone uno de sus puntos débiles para Pemex”.
El diario español El País señala que Pemex cree que su alianza con el grupo constructor Sacyr Vallehermoso, primer accionista de Repsol con un 20 por ciento, es una “oportunidad” para “capturar beneficios concretos” e “incidir en decisiones estratégicas y operativas” a su favor por un precio irrisorio: unos mil 600 millones de dólares invertidos en elevar su participación del 4.8 por ciento al 9.8 por ciento.
Es un precio muy inferior —entre 6 y 20 veces más barato—, admite la propia empresa, de lo que le costaría una operación similar en una petrolera de la misma dimensión, pero menos agitada accionariamente que Repsol.
El País asegura que las cifras sobre la bondad de la operación para los intereses mexicanos forman parte de un informe reservado elaborado por la empresa estatal con fecha 1 de septiembre de este año.
“El grupo que preside Luis del Rivero, accionista de Repsol desde 2006, protagoniza el cuarto intento de golpe de mano en la petrolera, tras intentarlo con rusos (Lukoil), indios (Essar) y chinos (Sinopec). Con un crédito de 5 mil millones que le sirvió para tomar posiciones en Repsol y que vence en diciembre, el grupo constructor ha enviado una más que sonora señal a los mercados y a la banca. El mensaje: hay una batalla por librar con dinero de por medio”.
Redacción/mc


