Este fin de semana, el periódico The Washington Post publicó un artículo en el que señala que Estados Unidos creó un ejército secreto para asesinar a sus enemigos.

El Comando Conjunto de Operaciones Especiales de Estados Unidos (JSOC, según sus siglas en inglés) es un grupo militar de élite, que ha pasado de tener unos mil 800 miembros antes de los atentados del 11 de septiembre a un máximo de 25 mil, con autoridad para hacer incursiones letales y misiones de inteligencia.

Desde los ataques del 11 de septiembre de 2001, ese ejército “secreto” —de hombres y algunas mujeres— se ha multiplicado, pero mantiene “un nivel de oscuridad” que ni siquiera la CIA ha logrado aclarar, según un extenso informe del diario sobre el funcionamiento y actividades del comando.

El JSOC tiene su división de inteligencia, aviones no tripulados y de reconocimiento, satélites propios y hasta sus “ciberguerreros”.

“La CIA no tiene el tamaño o la autoridad para hacer algunas de las cosas que nosotros podemos hacer”, reveló al diario un miembro no identificado del comando, conocido con el acrónimo de JSOC.

En septiembre de 2003, el entonces secretario de Defensa de estadunidense, Donald Rumsfeld, firmó una orden ejecutiva para consolidar al JSOC como el pilar de la lucha antiterrorista y se hizo una lista de actividades permitidas bajo distintos escenarios en 15 países, entre ellos Irak, Afganistán, Irán, Pakistán, Filipinas, Somalia y Siria.

Precisamente, el comando elitista “Team 6″ —formado por Seals de la Marina, los mejor preparados dentro de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos—, fue el que dio muerte a Osama Bin Laden, el pasado 1 de mayo.

La letalidad del JSOC es evidente: en 2008, sólo en Afganistán golpeó 550 objetivos y mató a alrededor de mil personas, según las autoridades. En 2009 ejecutó en ese mismo país 464 operaciones y acabó con entre 400 y 500 miembros de las fuerzas enemigas.

La enorme renovación experimentada por el grupo en la última década se debe en gran parte al periodo en el que estuvo comandado por el general Stanley McChrystal, quien saltó a la fama después por su cese como mando de las tropas en Afganistán por falta de respeto a la autoridad civil.

Foto: The Washington Post

Redacción/she