El ¡ya basta! se convirtió en reclamo de unos días.
Por Félix Fuentes
Del ¡ya basta! y el ¡si no pueden, renuncien!, surgió el grito regiomontano de ¡hasta aquí!, referente de los 52 muertos de la hornaza provocada por los Zetas en el casino Royale de Monterrey. Pero el presidente Felipe Calderón ha ignorado esas expresiones de coraje y con su pila de discursos sobre las tumbas quiere acallar reclamos de un pueblo atrapado por el narcotráfico y el miedo.
La tragedia regiomontana coincidió con la catarata de spots del V Informe presidencial, entre otros el de “más de 100 millones de mexicanos protegidos por el Seguro Popular”, y los 26 mil 500 kilómetros de carreteras, nuevas y modificadas. ¿Dónde están?
Mientras era entrevistado por Carlos Loret de Mola, en relación con el casino incendiado, Calderón no perdió la oportunidad para presumir 90 nuevas universidades y 995 planteles para estudiantes de bachillerato, lo cual debieran los diputados exigir su localización.
Calderón inició su gobierno con el rumbo perdido y su diaria, molesta y redundante fraseología atosiga. Sólo a él se le ocurre que la salud de los mexicanos está asegurada y ¡más de 100 millones de mexicanos disfrutan del Seguro Popular!
De sus amigos del poderoso imperio les dice el Presidente que 100 millones de ellos son drogadictos y debieran de establecer un puente, entre Colombia y Estados Unidos para el transporte de la cocaína ¡sin pasar por México! Esto no lo puede decir alguien que goce de cabal salud.
Los ciudadanos están cansados, ofendidos por el sentido pésame, la profunda indignación y todo eso que han escuchado cientos de veces. Reclama ¡ya! el regreso a la tranquilidad perdida en este sexenio. Más de 50 mil ejecuciones en cuatro años y nueve meses de gobierno no son poca cosa. Constituyen un baño permanente de sangre.
De matanzas múltiples y atentados como la balacera en estadio de Torreón, Coahuila, y el incendio del casino Royale, la población está harta, atemorizada y sin ganas de salir de sus casas o emprender negocios. Por eso está paralizada la producción agropecuaria e industrial.
Se multiplican las evidencias sobre el fracaso de la guerra de Calderón a la delincuencia organizada, como él la llama. Ni todo el Ejército, ni la Marina y menos la Secretaría de Seguridad Pública federal han podido frenar a los cárteles de las drogas, dedicados también a la extorsión, la piratería y secuestros.
El ¡ya basta! se convirtió en reclamo de unos días. Lo echó Calderón a la basura, encimándole sentencias como la de que todos somos responsables en el combate al narcotráfico. Sabe que ningún ciudadano común puede enfrentarse al hampa porque carece de armas y es hombre muerto si denuncia a narcotraficantes y es descubierto.
Las fuerzas armadas —Ejército, Marina y SSP— han sido rebasadas por el hampa. Y el Presidente exige a las policías estatales y municipales, hasta el aturdimiento, que combatan a la delincuencia.
Nos contó un productor de aguacates: “Sólo dos sujetos llegan a hacer los cobros de la extorsión, otros seis están en alerta a corta distancia y los halcones, en su mayoría jóvenes, vigilan cada zona con armas poderosas. Todos se ríen de policías federales y de soldados apostados en Michoacán”, afirma el desesperado aguacatero. ¿No lo sabe el jefe del Ejecutivo?
Quienes no pagan las cuotas sufren atentados como el del casino Royale, donde un grupo de los Zetas llegó en pleno día a rociar de gasolina el local y prenderle fuego. El gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, anunció la captura de cinco de ellos, pero con eso no va a desaparecer el peligroso cártel, el cual podría cometer peores desmanes.
Hubieron de suceder cruentos sucesos, como el primer rodado de cinco cabezas en Morelia, los granadazos también en Morelia, los colgados de Nuevo León y Morelos, la matanza de 72 inmigrantes en Tamaulipas, el entierro clandestino de 140 cadáveres en Durango, el estallido de un coche bomba en Ciudad Juárez, la balacera en el estado de Coahuila y la brutal hornaza de Monterrey para que Felipe Calderón reconociera, hasta ahora, que México está abrazado por el terrorismo.
felixfuentes@prodigy.net.mxenalinea@hotmail.com
