Entrevista a Luis de la Barreda
Director del Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad (ICESI)
Elena Vega De la Mora
En un ejercicio sin precedentes en nuestro país, la Universidad Nacional Autónoma de México presenta y somete a la discusión pública el documento Elementos para la Construcción de una Política integral para la Seguridad y la Justicia en Democracia, un proyecto ambicioso, sin duda, pero pertinente y oportuno para los tiempos que corren.
En un claro mensaje a la sociedad y a la clase gobernante, el presidente de la Comisión Redactora universitaria, Jorge Carpizo McGregor dijo que no podemos permitir que la violencia y la inseguridad se apoderen de México. “La sociedad y su gobierno deben conformar un frente unido para la conformación de consensos. Podemos acabar con la corrupción, la impunidad y la ausencia en la rendición de cuentas si tenemos voluntad política.” Y en efecto, esta última no le ha faltado a la comitiva universitaria para promover entre las estructuras del Estado –partidos políticos, presidentes municipales, gobernadores y el Ejecutivo Federal- la propuesta de la Política de Estado para la Seguridad y la Justicia en Democracia.
Sin embargo, en el encuentro que mantuvo la UNAM con el presidente Calderón el pasado 5 de septiembre, el mandatario critió que no halló propuestas concretas sino objetivos genéricos y de propóstito. “El asunto es de los cómos”, aseguró.
“Los expertos deben ser escuchados en donde se toman las decisiones”, ha dicho el rector José Narro Robles.
En entrevista con Siempre!, el doctor Luis de la Barreda Solórzano, ex ombudsman capitalino, reconoce que “la propuesta de la UNAM, con las insuficiencias que pueda tener y con los puntos de vista que todavía pueda o deba incorporar o corregir, es una propuesta que plantea cosas viables, que si se ponen en marcha las sugerencias que hay ahí, pude ir mejorando gradualmente la seguridad pública.”
A pesar de las muchas coincidencias, ¿por qué al presidente Calderón no le parecieron concretas las propuestas de seguridad de la UNAM?
“A lo largo del documento se proponen puntos que no han sido atendidos o que han sido atendidos insuficientemente o que se han omitido. Se proponen medidas que no se han realizado y puedo señalar una enorme cantidad de ellas y en eso consiste el cambio de estrategia. En primer lugar el documento propone que se priorice la prevención del delito. El presidente estuvo acompañado por varios Secretarios de Estado -el de Salud, el de Educación Pública, el de Desarrollo Social y por supuesto el de Seguridad Pública, y entonces ellos señalaron una serie de acciones con cifras. Pero son acciones que no pueden desconocerse, que no pueden minimizarse, que nosotros reconocemos plenamente, pero nos parece que no ha habido una política integral de prevención del delito.”
“Se señalaron cifras sobre el número de bachilleratos, universidades y de tecnológicos que se han creado, etc. Pero nos parece que no ha habido un programa integral de atención a la juventud. Lo que nadie puede negar, así como nadie puede negar las cifras que nos ofrecieron ayer, nadie puede negar que hay una serie de jóvenes que no tienen hoy un horizonte laboral promisorio. Y la medida de prevención más efectiva, más importante, es el empleo. Desde luego esto no quiere decir que una persona con empleo no pueda delinquir, pero un joven con empleo se verá menos tentado a ingresar en las filas de la delincuencia que un joven que tiene empleo, que tiene un horizonte promisorio, que tiene condiciones de vida, que tiene algo por qué luchar.”
En el encuentro con el presidente usted dijo que ha fallado la coordinación institucional, un punto por demás prioritario a lo largo del documento que presentan.
“Y el presidente ¡lo reconoció! Porque en mi intervención dije, ¿cuál es la coordinación que hay entre los diferentes órdenes de gobierno en materia de combate a la criminalidad?, pues la instancia para esas acciones de coordinación es el Consejo Nacional de Seguridad Pública que se reúne cada seis meses. Es como enviar a una tortuga a combatir un incendio que está consumiendo un bosque o un inmueble. La tortuga no va a llegar a tiempo. Ante un problema tan delicado como el de la inseguridad, decidir acciones de coordinación cada seis meses es sencillamente absurdo. Se requiere un mecanismo de coordinación que día a día esté diseñando y realizando las acciones que la situación cambiante de la criminalidad esté exigiendo.”
¿Por qué las Fuerzas Armadas tienen que regresar a sus funciones naturales cuando la presencia del crimen es aguda en algunos estados y municipios?
“La propuesta tiene mucho cuidado en esto. La propuesta dice que las fuerzas armadas regresen a lo que son funciones naturales cuando las condiciones lo permitan. Eso es muy importante señalarlo. La propuesta no dice que las fuerzas armadas regresen dentro de 72 horas a los cuarteles. No. Que regresen a sus funciones naturales cuando las circunstancias lo permitan.”
“Muchas veces cuando se habla de cambio de estrategia en lo único que se está pensando es si los militares deben o no seguir en las calles. Evidentemente en alguna ciudad o en aquellas ciudades donde la violencia ha desbordado a las autoridades, donde el crimen organizado ha conquistado territorios, no podemos decir que las fuerzas armadas regresen a los cuarteles y que ese territorio, esa ciudad, esa entidad se quede en manos de los criminales. Pero no puede ser que la discusión sobre la estrategia se reduzca a eso, y algunas organizaciones y algunos editorialistas, parecen reducirlo a eso.”
“Por ejemplo, las fuerzas armadas pueden patrullar las calles. Pero todos hemos reconocido que eso va a ser temporal, que idealmente esa función deberá realizarla la policía cuando tengamos cuerpos policiacos perfectamente bien capacitados y altamente profesionales. Pero para las fuerzas armadas se puede pensar en muchas otras cosas. Eso no lo dice el documento y es una opinión personal, pero por ejemplo, las fuerzas armadas podrían vigilar la frontera norte para evitar la introducción de armas norteamericanas; las fuerzas armadas podrían patrullar algunas carreteras que están en manos del crimen organizado y en donde se ha vuelto en un gran riesgo transitar, las fuerzas armadas podrían coadyuvar para detectar puntos donde los migrantes son afrontar un problema tan delicado como el que estamos enfrentando.”
¿Por qué en la propuesta se pone tanto énfasis en el Municipio?
“Es en el municipio donde se empiezan a gestar los problemas. Es decir, en el municipio, en ese territorio muy acotado, se presentan conflictos que conviene desactivar preventivamente para que luego esos conflictos no degeneren en violencia. Desde luego que cuando hablamos de coordinación estamos pensando en una política que atienda los problemas del municipio con estrecha coordinación con a las autoridades municipales y con las autoridades estatales sin perder de vista el conjunto del país. Lo que no es conveniente es que por tener la visión del bosque se pierda de vista a cada uno de los árboles. Cada uno de los árboles tiene sus problemas que van a ser problemas distintos, que van a responder a pautas irrepetibles y específicas y esos problemas, como son distintos, requieren intervenciones y medidas distintas.
Uno de los criterios rectores de la propuesta es la Reforma Policial que subraya la necesidad de una auténtica policía de investigación para superar la impunidad.
“La policía en toda sociedad juega un papel de primera importancia. En México desdeñamos a los policías, les llamamos con gran desprecio “asalariados” como si eso fuera un insulto; les gritoneamos en la calle y, desde luego que los policías se han ganado a pulso ese desprestigio. Pero ha llegado el momento de que reinsertemos socialmente a la policía y de que reconozcamos su gran importancia. En otros países, en Canadá, en España y en Chile, la policía es una institución altamente prestigiada, con una alta aceptación por parte de la población. Una policía que no realice bien su función nos estará haciendo un mal servicio y estará contribuyendo al auge de la criminalidad. Una policía que no investigue bien no podrá resolver los casos que se le presenten, y uno de los muy serios problemas en México es la impunidad.”
Voy a poner un ejemplo comparativo de lo grave que es el problema de la impunidad. De acuerdo con cifras del INEGI de cada 100 homicidios cometidos en México en 2010, y no distinguen entre dolosos y culposos, se dictaron 18 sentencias. Menos de dos por cada 10, sin saber si son dolosos o culposos. Entonces podríamos pensar que solamente se dictó una sentencia por cada 10 homicidios dolosos, probablemente. En España o en Japón, para poner un ejemplo europeo y uno asiático, de cada 10 homicidios se lleva a juicio a nueve presuntos responsables. Es decir, exactamente a la inversa de lo que sucede en México. Sin esa policía de investigación, sin ese ministerio público sólidamente preparado y con vocación de servicios no podremos combatir ese terrible mal que tenemos y que es la impunidad.”
“Yo tuve la experiencia interesantísima cuando tuve el privilegio de ser presidente de la CDHDF de que todos los años, los 8 años que fui presidente, la queja número uno cada año fue contra el Ministerio Público por la enorme tardanza con que se integraban las averiguaciones previas, una averiguación previa que razonablemente podía integrarse en 3 meses a veces duraba 3 años en integrarse, y por lo mal que se integraban. No se requería ser un gran criminalista para decir, aquí hace falta desahogar tal prueba, hay que llamar a tal testigo, hay que hacer tal peritaje…. Y eso se traduce necesariamente en impunidad.”
“Para ser Ministerio Público se exige título de abogado pero no basta. Se requiere una mayor especialización y una gran vocación. Y nuestras policías tienen una preparación muy deficiente. No basta prepararlas en cursillos de unos cuantos meses. Requerimos una carrera de formación de varios años, porque ser policía es tan importante como ser abogado, como ser ingeniero, como ser psicólogo.”
La UNAM reconoce que la transversalidad en la Política de Estado para la seguridad y la justicia en democracia es la Transparencia y la Rendición de Cuentas. Un tema delicado.
“Nosotros entendemos que no todo puede ser una caja de cristal en la que el público pueda asomarse, que hay cosas que por supuesto deben mantenerse bajo la más estricta reserva. Pero las cifras, por ejemplo, las cifras que tienen que ver con la delincuencia, los gastos que se realizan al respecto, tendrían que transparentarse absolutamente. Nosotros aquí en el ICESI hicimos una investigación sobre la persecución al secuestro en las procuradurías y quisimos dar los datos de las propias procuradurías. Pedimos informes a las 32 procuradurías de las entidades federativas y solamente 14 de las 32 nos dieron los datos arguyendo que no nos daban los datos porque eso iba contra el sigilo que debe tener una averiguación previa. ¡Si no pedíamos los nombres de los presuntos delincuentes, ni de las víctimas! ¡Queríamos cifras! Número de casos que consignó el ministerio público, número ¡número nada más! de víctimas salvadas, de víctimas asesinadas, número de consignaciones, números de autos de formal prisión y esos datos se nos negaron, esa es la más absoluta opacidad.
Y la rendición de cuentas, ¿Qué pasó con la encuesta del ICESI? La encuesta del ICESI, como es una encuesta que tiene cierto costo que no podíamos nosotros cubrir, era financiada con Fondos Federales del sistema nacional de seguridad pública. Y en cuanto dos o tres gobernadores se molestaron por las cifras que dábamos, se nos canceló el financiamiento para la encuesta. Eso es opacidad, eso es temor a verse en el espejo. Es el temor que sentía la madrastra de Blanca Nieves cuando le preguntaba al espero quién era la mujer más bonita y tenía temor de que el espejo le dijera “tú no”. Aquí hay temor de que una encuesta ciudadana, técnicamente muy sólida nos diga, más allá de los delitos denunciados, está pasando “esto” en el país.
Es interesante el papel de auditoría externa que la Universidad otorga a las organizaciones de la sociedad civil. En la propuesta se les da mucho juego.
“Toda acción de gobierno debe ser evaluada, es decir, el funcionario que va a rendir un informe, como lo vimos ayer –en la reunión con el presidente- siempre va a decir: ¡pero si yo estoy haciendo todo bien! Bueno, es muy humano que uno lo diga. Pero va a ser mucho menos objetivo que el juicio externo. Desde luego que ese juicio externo puede también no ser objetivo y puede estar condicionado por factores ideológicos, por factores de militancia política, etc. Pero hay organismos ciudadanos con una gran autonomía, no solamente respecto de las autoridades y de los partidos, sino con una gran autonomía mental, ideológica que pueden hacer juicios muy objetivos, y sin esta medición externa y sin esta evaluación externa, las autoridades tenderán siempre a auto-justificarse.
¿Cuál fue el problema más difícil de asir o de conceptualizar en el seno de la Comisión Redactora?
“En algún momento señalamos cuánto debe ganar por lo menos un policía. Es un punto muy importante. Requerimos una policía altamente profesional. Pero esa policía hay que pagarle un salario, y hay que otorgarle condiciones laborales decorosas. Poner en el documento cuánto debe ganar por lo menos un policía en el país el de más bajo nivel y no estábamos de acuerdo en si ponerlo o no y no lo pusimos.”
En el encuentro con el presidente, “tuve la oportunidad de decir: bueno, el secretario de seguridad pública, aquí presente, ha dicho que una familia de 4 miembros -papá, mamá y un par de hijos- requiere para vivir decorosamente 10 mil pesos mensuales, y un porcentaje muy extendido de policías municipales gana cuatro mil, le faltan seis mil para acceder a una vida dignamente decorosa, y el propio secretario se ha preguntado de dónde consigue esos 6 mil pesos mensuales. Pues bueno, urge, ¡urge! que los policías tengan por lo menos los ingresos que les permitan vivir decorosamente. ¿Por qué no se ha hecho? ¿Por qué cuando el secretario de seguridad pública hizo ese planteamiento en el seno del Consejo de Seguridad Pública no hubo nadie que le refutara?
¿La propuesta de la UNAM nos está advirtiendo que las instituciones son ineficientes para superar el tamaño del problema de la inseguridad?
“Que hay omisión de acciones que debieran realizarse, que hay acciones insuficientes, y que hay en general una política que deja huecos, que no está suficientemente orientada o que no está suficientemente realizada para atender todos los aspectos que hay que entender en esta materia.”
¿Qué futuro político le ve a esta propuesta?
Bueno, esta propuesta, es muy importante señalarlo, no fue dirigida únicamente al presidente ni únicamente a los poderes de la unión. Es una propuesta dirigida a todas las autoridades del país, a los gobernadores, a los Congresos, a los poderes judiciales de las 32 entidades, a las autoridades municipales, y quiere ser una propuesta que trascienda a esta administración. A la actual administración federal le falta un año de gobierno, a los diferentes gobiernos de los estados les falta más o menos tiempo, quiere ser una propuesta que trascienda esto.
Desde luego que no pensamos que esta propuesta sea una verdad escrita en un cielo abierto, que sea el libro de la verdad. Esta propuesta, desde luego que es mejorable y desde luego que cualquier señalamiento que se nos haga para mejorarla será muy bienvenido Es una propuesta dirigida a los gobiernos de hoy, pero también a los gobiernos de mañana.”
La Política de Estado para la Seguridad y la Justicia en Democracia que propone la UNAM contribuye a reorientar la actual estrategia de seguridad en un nuevo paradigma sociocultural, político y jurídico que enfatiza la prevención del delito al tiempo que recoloca al ciudadano, especialmente a los jóvenes, en el centro de las políticas públicas de seguridad y justicia para garantizar la integridad personal, el respeto a los derechos humanos, el acceso a la justicia y el combate a la corrupción y a la impunidad para superar los graves y preocupantes problemas de inseguridad, violencia, criminalidad y acceso a la justicia que padece el país entero.


