Probable, su reconocimiento como Estado por la ONU

 

Carlos Guevara Meza

Las tensiones internacionales por la iniciativa diplomática de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para conseguir su reconocimiento como Estado por la Organización de Naciones Unidas, han ido en aumento conforme se acerca la fecha en que la propuesta se presentará formalmente. Para el presidente en funciones de la ANP, Mahmoud Abbas, representa su mayor apuesta en los últimos años para destrabar las estancadas negociaciones, y recuperar su legitimidad perdida por los escasos resultados obtenidos por su estrategia de confiar en la mediación de Estados Unidos que, aún con Obama en la presidencia, siempre ha estado a favor de Israel.

Para éste, de lograrse el reconocimiento, implicaría un mayor aislamiento internacional e incluso el peligro de que, con la participación palestina en los múltiples organismos y foros multilaterales de la ONU, el aislamiento dejará de ser simplemente simbólico.

De hecho, uno de los mayores temores del gobierno israelí es que los palestinos recurran a la Corte Penal Internacional de La Haya con plenos derechos para denunciar los excesos de la ocupación israelí, lo que conllevaría que los funcionarios e incluso ciudadanos de Israel no pudieran viajar fuera del país por temor a órdenes de arresto internacionales. Además, existe la posibilidad de que las negociaciones de paz dejaran de ser un asunto bilateral con la mediación de su aliado norteamericano, e Israel se viera obligado a tratar con otros mediadores menos complacientes.

Y Estados Unidos, que ya ha anunciado su voto en contra del reconocimiento, alegando una acción unilateral por parte de los palestinos que rompe el esquema bilateral acordado para la negociación, corre el riesgo de comprometer fuertemente todas sus relaciones con los países árabes y musulmanes, si lleva su negativa hasta las últimas consecuencias. Y sobre todo, si se queda solo en la votación y debe recurrir a su derecho de veto.

Conseguidos los votos necesarios de la Asamblea General para obtener un estatus como Estado observador (el mismo que tiene el Vaticano), y después de haber rechazado una propuesta presentada por el Cuarteto para la Paz en Medio Oriente (formado por Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU) para retomar las pláticas (propuesta previamente acordada con Israel y que de hecho resulta un retroceso respecto de la situación antes de la ruptura de las mismas), Abbas ha anunciado que presentará la propuesta al Consejo de Seguridad para obtener un reconocimiento pleno como Estado miembro.

Con ello eleva la apuesta y el costo diplomático para Israel y Estados Unidos, pero al mismo tiempo amplía el plazo para las negociaciones, que podrían incluir, por ejemplo, una moratoria temporal para que Palestina no utilizara la Corte Penal Internacional, lo que daría un respiro a Israel.

Mientras, tanto los que se oponen como los que apoyan la propuesta de reconocimiento, no dejan de agitar los temores de que la decisión generará violencia. Por lo pronto, Israel ha acrecentado sus medidas de seguridad en Cisjordania y los colonos de los asentamientos ilegales han multiplicado sus provocaciones.

Hamas y Yihad anunciaron que están en contra de la propuesta de Abbas, pero también que no presentarán obstáculos, y quizá ello sea el argumento más convincente para votar sí al Estado Palestino.