Grecia

Julio A. Millán B.

Ha habido una profunda pérdida de confianza en algunos mercados europeos de deuda soberana, el único aspecto común sobre las decisiones políticas tomadas hasta el momento es que han sido temporales y no de mucha significancia.

Hace poco más de una semana Grecia reveló que no alcanzará sus objetivos presupuestarios este año ni el próximo, citando un entorno económico peor al esperado. La situación se recrudece aún más dada la severa austeridad fiscal y el monto de su deuda, que genera poca disposición política en lugares como Alemania, Austria y Finlandia para suscribir un compromiso que ayude a un país que no gestionó sus finanzas con responsabilidad.

Grecia ha caído en una trampa de déficit, austeridad, profunda recesión, depresión, mayor déficit, mayor insolvencia. Por tanto, es tiempo de que haga una reestructura o una moratoria de pagos de su deuda pública, para restablecer la solvencia, la competitividad y el crecimiento.

Los bonos griegos ya se valúan actualmente en centavos de dólar, y continúan bajando. La economía en Grecia se está colapsando, el rescate de 109 mil millones de euros que se pactó hace pocos meses, asumía que la economía griega bajaría en aproximadamente -3% anual en 2011, pero según las últimas estimaciones del Banco Central Europeo, la realidad es que probablemente se contraiga aún más, llegando a niveles de más de -5% anual.

El Estado emplea a cerca de 750 mil personas, y su deuda pública se estima que ascienda en 2011 a aproximadamente 356.5 mil millones de euros, o el equivalente a 165.6% del producto interno bruto, el más alto de la Unión Europea. El Fondo Monetario Internacional estima que el desempleo va a aumentar a 16.5% este año y al 18.5% en 2012, acelerando el descontento social.

Alemania, Austria y Finlandia han declarado que seguir con paquetes de ayuda es sólo posponer lo inevitable; el objetivo, es crear las condiciones para que Grecia incumpla sus pagos de una forma organizada (un default organizado).

En este punto, el foco de atención ya no debe ser Grecia o Irlanda o Portugal; el contagio se ha extendido a Italia y España, y si la situación actual va a ser una recesión suave que se extienda por menos de un año, o si va a ser una recesión severa que dé como resultado una nueva crisis financiera global, depende en gran medida de si se puede mantener a Italia y España fuera de los ataques de los especuladores.

Se necesita una unión monetaria y fiscal que pueda proporcionar apoyo de liquidez a estos dos países que son solventes y “demasiado grandes para quebrar” y demasiado grandes para ser salvados.

Por otro lado, el Banco Central Europeo dijo estar esperando por reformas en los tratados comunitarios para poder conceder nuevas ayudas a los bancos, y de esta manera permitir que las entidades financieras puedan blindarse para cuando tengan que descontar de sus balances buena parte de lo que en su día prestaron al gobierno griego.

En México debemos preocuparnos por el entorno global y por los movimientos bruscos que han tenido los mercados pues las repercusiones en la economía son directas; en este sentido, ya no sólo hay que cuidarse de la mala salud de la economía estadounidense, sino también hay que vigilar el foco de virus financieros provenientes de Europa, las finanzas públicas del 2012 son las más afectadas pues el año está aún en una fase de construcción financiera en el Congreso y hay que recalcular las variables económicas como el precio del petróleo y el tipo de cambio.

 

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