Este martes, el secretario de Justicia, Eric Holder, informó que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Agencia Estadunidense Antidrogas (DEA) frustraron un plan para cometer “importantes actos terroristas en Estados Unidos”, y han sido señalados como responsables el cártel de Los Zetas y la Guardia Republicana de Irán.

El funcionario sostuvo que el supuesto plan estaba dirigido por elementos del gobierno iraní e incluía planes para asesinar al embajador de Arabia Saudita en Estados Unidos, Adel Al-Jubeir —con la ayuda de los Zetas— y otros ataques posteriores contra las embajadas de Arabia Saudita y de Israel en Washington.

El Fiscal General de los Estados Unidos aseguró que a cambio de la cooperación, el grupo delictivo mexicano recibió un millón de dólares, y advirtió que “Irán tendrá que rendir cuentas sobre su papel en la trama desarticulada para atentar contra el embajador saudí en Washington”.

La denuncia presentada este martes en el distrito sur de Nueva York nombra a Manssor Arbabsiar, un hombre de 56 naturalizado estadounidense, que también tiene la nacionalidad iraní, y a Gholam Shakuri, un miembro de una unidad de operaciones especiales de la Guardia Revolucionaria iraní, quien permanece prófugo. Ambos son acusados de promover actividades terroristas en el exterior, de acuerdo con el Departamento de Justicia.

Para realizar su plan, Arbabsiar se reunió en México con un agente encubierto, quien creyó que era “integrante de un violento cártel internacional”, y presunto experto en el manejo de explosivos, con quien se reunió en varias ocasiones en México entre mayo y julio pasado.

Aunque no está claro el rol de México en el operativo, Holder agradeció a las autoridades mexicanas por su cooperación.