Por Bernardo González Solano

Desde el 3 de febrero de 1999  —12 años y ocho meses—, la República Bolivariana de Venezuela está gobernada por el presidente enfermo de cáncer (bajo tratamiento con quimioterapia aplicada en hospitales de Cuba desde el mes de junio pasado sin sufrir mayores consecuencias, según él mismo declaró hace pocos días por el canal oficial  Venezolana de Televisión: “Después de cuatro sesiones de quimioterapia no he tenido daños colaterales”), Hugo Chávez aprovecha la reforma constitucional promovida desde su oficina para que los venezolanos levantaran la prohibición  de que los mandatarios venezolanos únicamente pudieran reelegirse en una sola ocasión, “prometiendo” que permanecería en el poder por lo menos una década más a fin de llevar a cabo la revolución socialista bolivariana.

Hugo Chávez propone, pero el cáncer y millones de venezolanos parece que no comulgan con los propósitos del “hombre fuerte” de Caracas.

La cita: 7 de octubre de 2012

Venezuela celebrará elecciones presidenciales el 7 de octubre de 2012 en las que determinará la continuidad o no del “hijo predilecto” de Fidel Castro —a quien trata de emular en muchos sentidos—; Chávez buscará entonces su tercera reelección para el periodo 2013-2019.

Al respecto, la dividida oposición venezolana busca unificarse para impedir que el ex golpista militar continúe dirigiendo —es un decir— la otrora pujante Venezuela.

Los problemas económicos y sociales del país se han agudizado en la última década. El canceroso mandatario tendrá que echar mano de todas sus artimañas para lograr otra victoria electoral. Los pasados comicios parlamentarios en 2010 no le resultaron fáciles. La oposición aprendió que para echar del poder al militarote bolivariano había que vencerlo en las urnas, no a  balazos.

Poco a poco, los distintos partidos contrarios a Chávez, así como sus dirigentes —algunos en el extranjero y otros rehabilitados por organismos internacionales de derechos humanos— trabajan políticamente para competir en las elecciones del próximo año. Así las cosas, el pasado lunes 26 de septiembre, los principales lideres oposicionistas, entre los que se cuentan los gobernadores Henrique Capriles y Pablo Pérez; el alcalde de Caracas, Antonio Ledesma, y el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López —rehabilitado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos—, perseguidos por el gobierno chavista, resolvieron elegir, con elecciones primarias, un candidato único de la oposición para enfrentar a Chávez en las elecciones del próximo año. No a la reelección, es el lema.

Candidatos y compromisos

Compromiso e invitación por un gobierno de unidad nacional se titula el documento que expone nueve áreas de acción, desde la refundación del Estado democrático y social de derecho y justicia hasta el decidido lanzamiento  de la descentralización. Se incluye también la lucha contra la inseguridad, la activación de la economía, propósitos que tomarán a la Constitución “como guía”, y la inclusión de la sociedad en las políticas sociales de desarrollo y el fortalecimiento de los pilares del Estado.

Otros opositores también han cruzado el Rubicón. Leopoldo López, que se ha distinguido por luchar en contra de Chávez, se postuló como candidato a las elecciones primarias del 12 de febrero de 2013, cuando la oposición escogerá al abanderado que competirá —si el cáncer lo permite— a Chávez en la justa electoral de octubre de 2012.

El caso de Leopoldo López rebasó las fronteras venezolanas. Hace poco más de una semana, la Corte Internacional de los Derechos Humanos dictó sentencia a favor del restablecimiento de los derechos políticos del dirigente de Voluntad Popular que en 2008 fue inhabilitado por el régimen chavista, durante 6 años, en los que no podía postularse para cargos públicos.

De 49 años de edad, Leopoldo López había cumplido en dos ocasiones sucesivas, como alcalde del pujante municipio capitalino de Chacao. Su popularidad y eficiencia causó resquemores en el gobierno de Chávez y se le suspendieron sus derechos.

Los antecedentes del castigo a Leopoldo López son los siguientes: en 2008, la Contraloría General de Venezuela (Tribunal de Cuentas) inhabilitó políticamente al presidente municipal de Chacao, pretextando que había cometido irregularidades administrativas en el ejercicio de las funciones municipales. No obstante, los abogados del acusado afirman que se trató de una decisión de carácter administrativo pues López, hasta el momento, no ha sido acusado ante ningún tribunal por delitos de corrupción ni de otra especie.

Su caso no es el único. Hay varios ejemplos de las demasías socialistas bolivarianas. Por ejemplo, el ex gobernador de Zulia, Manuel Rosales, quien se enfrentó a Chávez en los comicios presidenciales de 2006, y desde 2009 vive exiliado en Perú. Asimismo, varios periodistas y empresarios han optado el camino del exilio por la persecución del régimen.

Como sea, López retó a Chávez a no rehuir la competencia electoral con él. Le dijo: “Ya usted anunció que iba a ser candidato para completar veinte años en el poder y, como candidato, le digo que asuma su condición de candidato en igualdad de condiciones y asuma la habilitación que me corresponde por derecho y por justicia”. El silencio fue la respuesta, a lo que el combativo López agregó: “Chávez tiene miedo a mi postulación”.

Antes del retorno de Leopoldo López a la política, otros opositores más no ocultaban sus deseos de enfrentarse con Chávez. El gobernador del estado de Zulia, Pablo Pérez, y el gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles Radonski. El primero de 42 años de edad y el segundo de 39. Este último cuenta con el apoyo de uno de los partidos más representativos de la alianza opositora, Primero Justicia y de otros dos pequeños grupos políticos de centro izquierda; Podemos y Causa Radical.

Hay más. Antonio Ledesma, alcalde mayor de Caracas; María Corina Machado, diputada independiente. Ambos competirán en las primarias de la oposición. Uno y otro tienen galardones políticos que les muestran como prospectos serios.
Cualquiera que sea el ganador de las primarias en febrero próximo, hay unanimidad de todos ellos para respetar el pacto de unidad de la oposición y votar por el candidato elegido.

Por ultimo, encuestas de la compañía Datanalisis y del Instituto de Análisis de Datos indican que el candidato elegido contará de antemano con más del 45% de la intención de voto de los venezolanos para los comicios presidenciales del 7 de octubre de 2012.

Entonces, Chávez enfrentará dos enemigos: el cáncer y el voto de la oposición.