Medina, 39%; Cortés, 31%; Figueroa, 24%; Guillén, 6%
Por Teodoro Barajas Rodríguez
Encuestas por un lado y otro, el morbo maximizado mientras se observa cómo algunos candidatos se distancian de la vanguardia electoral para situarse en el segundo o tercer sitio con lo que ello supone de nervio, la sensación del fracaso que a muchos toca. Así se muestran las fotografías que las encuestas reflejan en Michoacán, tierra singular en la que los tres principales partidos políticos se distinguen, el presidente Felipe Calderón es nativo de Morelia además de ser panista doctrinario. El gobierno estatal es de extracción perredista, y el municipal del PRI, llámese normalidad democrática o reflejo nítido de estos convulsos tiempos.
Hemos dicho que Morelia es un surtidor de votos que pueden definir el escenario próximo el 13 de noviembre, aproximadamente el 20% de electores se concentran en esta urbe de poco más del millón de habitantes. Wilfrido Lázaro Medina, candidato del PRI, aventaja en las encuestas al PAN y con mayor margen al PRD. En las últimas dos décadas Morelia ha sido una suerte de péndulo que oscila entre PAN y PRI. El bipartidismo en la capital michoacana arraigó, ya que si bien es cierto que el gobierno estatal ha sido perredista en el último decenio en la cuna de José María Morelos y Pavón, no logra crecer ni aspirar a desplazar a sus antagonistas.
El escenario favorable para el PRI no se debe en exclusiva a su candidato, sino que algunas coyunturas han operado a su favor, el asunto es capitalizarlas.
Marko Cortés es el candidato panista, senador con licencia, allegado a Santiago Creel y ubicado como un neopanista no cercano al bloque ortodoxo de Acción Nacional en el que figuran algunas familias de raigambre panista como los Calderón Hinojosa, Morelos, Tena, por citar algunos linajes.
Antes de que se impusiera a Marko Cortés para contender por las siglas del panismo se pensó que el abanderado sería Alfonso Martínez Alcázar, diputado federal con licencia y próximo diputado local por la vía plurinominal, tal fue el premio por ceder a los arreglos cupulares de su partido. Marko, a diferencia de Alfonso, no cuenta con el arraigo ni trayectoria en esta ciudad. Estas circunstancias favorecen al PRI.
En lo que concierne al PRD parece que, como lo dijera Julio César en la guerra de las Galias, la suerte está echada. Una vez que se oficializó la candidatura de Genovevo Figueroa Zamudio, una de las perredistas fundadoras, ex diputada local y luchadora social Ana Lilia Guillén Quiroz, abandonó a su ex partido, ahora busca la alcaldía respaldada por Convergencia.
De acuerdo con la encuesta publicada por el diario El Universal el lunes 10 de octubre, los números reflejan lo siguiente: Wilfrido Lázaro Medina, 39%; Marko Cortés, 31; Genovevo Figueroa, 24, y Ana Lilia Guillén, 6.
Las expectativas son interesantes porque la competencia se ha modificado sustantivamente si miramos en retrospectiva con los comicios de hace cuatro años, en los que el ganador fue Leonel Godoy Rangel, el PAN ocupó el segundo sitio y el PRI fue enviado al tercer lugar. Los resultados ahora podrían ser diferentes, Michoacán se diferencia de las otras entidades federativas en que hubo elecciones, aquí las tres fuerzas de mayores alcances cuentan con su base social, el voto duro no alcanzará por lo que es necesario acordar con el mayor número de ciudadanos, organizaciones de diversa índole porque es el camino único para ganar, los errores en política suelen ser costosos.