Entrevista a Francisco Garaicochea/Presidente de Ingenieros Pemex Constitución del 17
Por Nora Rodríguez Aceves
“Repsol no tiene nada que enseñar a los expertos técnicos de Pemex y no cuenta con tecnología de punta para explotación de yacimientos. En realidad, la inversión en la Sacyr es otro buen negocio para los actuales directivos de la paraestatal, funcionarios y políticos panistas; pero un pésimo negocio para México”, afirma Francisco Garaicochea, presidente del Grupo Ingenieros Pemex Constitución del 17.
De esta manera responde el ingeniero jubilado de Pemex a los argumentos que la paraestatal ha manejado para justificar la compra de 5% de acciones de Repsol, adicional a 4.8 % que ya tenía, logrando junto con Sacyr Vallehermoso —principal accionista de Repsol con un 20%— una participación de 29.8% con lo que ambas empresas acordaron votar de manera conjunta en el Consejo de Repsol.
Razones de la paraestatal
Los argumentos que maneja Pemex son que ha doblado su participación en Repsol para ejercer una mayor influencia en las decisiones estratégicas y operativas de la petrolera española, así como acceder a tecnología.
“En un documento entregado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores en España, Pemex hizo públicas las ventajas tecnológicas del acuerdo con Sacyr para aumentar su participación en Repsol. De hecho menciona que la meta de Pemex de lograr tasas de reposición de reservas probadas al 100 por ciento está directamente relacionada con el acceso a tecnología de Repsol. En realidad, los beneficios mencionados de 4 mil 268 millones de dólares y el objetivo de capacitación e intercambio de tecnología, pueden lograrse en forma más rápida, económica y efectiva, contratando personal con experiencia en aguas profundas, gas shale, etc., de cualquier país, no necesariamente de Repsol.”
Y para muestra, el ingeniero Francisco Garaicochea explica a Siempre! que “los proyectos Independence Hub y el Matterhorn son dos proyectos de desarrollo y explotación de petróleo y gas, en aguas profundas del Golfo de México, que muestran en forma irrebatible que la tecnología se puede adquirir sin necesidad de establecer alianzas estratégicas con las grandes compañías petroleras trasnacionales” como Repsol.
En este sentido, expone que “sin la participación de Petrobras, Shell, British, Petroleum, Cheveron o Exxon-Mobil, un grupo de pequeñas compañías independientes, con descubrimientos de campos aislados marginales, se asociaron entre sí y con la ayuda de proveedores y contratistas lograron terminar con éxito ejemplar, en aguas ultra profundas, el proyecto de explotación de hidrocarburos más complejo entre los desarrollados hasta ahora”.
Asimismo, agrega que “la tecnología que necesita Pemex para iniciar la explotación en aguas profundas está disponible en el mercado de proveedores y contratistas para la industria petrolera costa afuera. Las compañías que la han desarrollado ofrecen todo tipo de equipos, herramientas y servicios necesarios para su implementación en proyectos de exploración y explotación en aguas profundas”.
Tres frentes
Para Garaicochea, el director general de Pemex, Juan José Suárez Coppel, está enfrentando desde tres frentes el problema con Repsol, uno en España, con los accionistas; dos, aquí en México desde el punto de vista legal, si debió o no consultar al Consejo de Administración para la compra de esas acciones, y tres, el aspecto técnico que es en donde nosotros, el grupo de ingenieros jubilados de podemos participar y opinar.
“Nosotros —dice— sólo manejamos aspectos técnicos y Suárez Coppel ha indicado que le interesa captar, asimilar, aplicar, la tecnología que ha desarrollado Repsol para utilizarla en actividades de exploración, producción y en aguas profundas, entonces para nosotros buscar la asociación con Repsol es totalmente equivocada e innecesaria, fundamentalmente, porque la tecnología está disponible para quien la quiera captar, asimilar y aplicar, no es exclusiva de una compañía, y para muestra están los proyectos mencionados y con los que nosotros hemos acallado estas declaraciones de que una compañía tiene tecnología exclusiva y que hay que asociarse con ella. Que nos digan cuál es esa tecnología puntualmente, no en los términos generales de tecnología de exploración o de aguas profundas; no, que nos digan: es perforación direccional, sistemas artificiales de producción, simuladores matemáticos, en fin, que nos den toda la información no sólo lo que les conviene divulgar”.
Al proyecto Independence, agrega Garaicochea, por ejemplo, le asignaron este nombre precisamente porque vieron que no necesitaban depender de grandes compañías trasnacionales los productores independientes que descubrieron los yacimientos, se asociaron y contrataron a diversas compañías; incluso entre los contratos está personal para dirigir el proyecto, para diseñarlo y dirigirlo, entonces Repsol es una compañía que le ofrece a Pemex servicios de exploración y producción de hidrocarburos en la Cuenca de Burgos en el bloque Reynosa-Monterrey que es la concesión de todos los bloques en la Cuenca de Burgos; este bloque es de los más importantes tiene un contrato por 20 años mientras que los otros bloques son por 15 años, y fue a través también de contratos anticonstitucionales que son los de servicios múltiples”.
“Estos contratos de la Cuenca de Burgos son los más importantes, ahora Suárez Coppel dijo, en la entrevista con Carmen Aristegui, que lo que buscan Pemex y Sacyr como asociados o aliados, es fortalecer Repsol; yo diría, ¿por qué no fortalecer Pemex que anda muy mal? Tiene muchos proyectos fallidos, que no son rentables, en la Cuenca de Burgos se explota gas, se produce gas, y en México, los proyectos de producción de gas se pueden clasificar como los más fallidos, fracasados, las inversiones que se han hecho año con año para producir gas en Burgos, la Cuenca de Veracruz y en el programa estratégico de gas, y lo que es realmente absurdo es que en Cantarell se está quemando, entonces, ¿por qué no hacer inversiones en ese sentido?”.
Voces en un mismo tono
“El director de Pemex ha cometido una nueva ilegalidad, comprometiendo más de 20 mil millones de pesos y el futuro de Pemex, en la compra de acciones de la petrolera Repsol, con el argumento de «incidir en su administración», vinculando la operación con una empresa constructora española y sin tener siquiera el aval del Consejo de Administración de Pemex”.
“¿No que Pemex tenía muy graves problemas financieros y que estaba al borde de la quiebra? ¿Cómo es que ahora le sobran miles de millones de pesos para invertir en una empresa extranjera? ¿Con base en qué y quién le dio autorización al director de Pemex para invertir recursos del pueblo de México en dicho organismo?”.
“El Ejecutivo federal es responsable directo de la buena administración y uso de los recursos públicos. La aberrante conducción del director de Pemex debe cesar. La entrega de recursos de la nación a empresas privadas nacionales y extranjeras, violentando la Constitución y las leyes, debe parar”, manifestaron ingenieros jubilados de Pemex, especialistas en materia energética, diputados federales y senadores de la República en un desplegado publicado cuando Pemex anunció la compra de acciones de Repsol.