Alexander Serikov
Fue el 24 de septiembre último cuando en Bulgaria comenzó la serie de pogromos –matanzas y robos de gente indefensa por una multitud– cuyas víctimas fueron los gitanos. La razón por la cual salieron a las calles miles de personas armadas con armas blancas y garrotes fue el asesinato del joven búlgaro Ángel Petrov de 19 años perpetrado por los familiares de un tal Kiril Rashkov alias zar de los gitanos. Ángel era nieto de la señora Sofia Kristeva ex alcalde del poblado de Katunitsa con quien el zar gitano estaba de uñas. La muerte del joven Ángel pronto se convirtió en una confrontación étnica y provocó conmociones masivas entre las personas que estaban contra la minoría gitana. Al día siguiente de la muerte del joven, 24 de septiembre, la muchedumbre irritada quemó varias casas y automóviles pertenecientes al clan de Rashkov.
Cabe explicar que según la información presentada por los medios búlgaros, Kiril Rashkov de 69 años, habitante de Katunitsa se considera uno de los más influyentes líderes del crimen organizado no sólo de la etnia gitana sino de toda Bulgaria.
Además de su influencia en los medios criminales, el zar gitano obtuvo fama de líder político. Fundó en 1998 el partido político pro gitano Bulgaria Libre y a partir del 2009 se afilió al partido Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria encabezado por el actual primer ministro búlgaro Boiko Borisov. La actividad criminal de Kiril Rashkov comenzó en los tiempos del régimen pro soviético en Bulgaria. En aquel entonces se dedicaba a la fabricación ilegal de bebidas alcohólicas y especulaba con divisas y oro. Fue acusado en 1984 de haber cometido 7 actos criminales y condenado a 30 años de cárcel, pero fue amnistiado en 1989. Después fue multado y arrestado en varias ocasiones.
Mientras tanto, el 25 de septiembre durante el sepelio de Ángel Petrov, un fuerte pogromo con la participación de una multitud enfurecida sucedió en varias colonias de la ciudad de Plovdiv situada cerca del poblado Katunitsa. Fueron detenidas por la policía más de 125 personas. El día siguiente unas tres mil tomaron parte en el mitin contra el crimen gitano que tuvo lugar en Plovdiv. Otras tres mil personas salieron a las calles de la capital búlgara, Sofía, y de la ciudad de Varna. Todos se manifestaban contra la impunidad de las bandas gitanas y sus cabecillas.
Inicialmente las manifestaciones tuvieron un carácter pacífico pero luego los manifestantes comenzaron a irrumpir en los barrios gitanos. En Plovdiv cerca de 500 personas penetraron en una colonia habitada por gitanos y comenzaron a romper vidrios en las casas y comercios. Los gitanos, a su vez, se armaron de hachas, palos y armas de fuego para rechazar los ataques de los agresores. La policía pudo contener la rabia de los manifestantes, prevenir el derramamiento de sangre y evitar víctimas humanas.
Debido a los actos de violencia en varias ciudades las autoridades búlgaras reforzaron el patrullaje de las calles. Tanto el presidente de Bulgaria, Georgi Purvanov, como el primer ministro Boiko Borisov declararon que no permitirían en el país demostraciones de racismo e instigación de la violencia contra las minorías nacionales.
Según el procurador general de la nación Boris Velchev, los instigadores de la disensión étnica y los iniciadores de los pogromos podrían ser condenados a seis años de cárcel. En cuanto al zar gitano Kiril Rashkov, fue detenido el 28 de septiembre acusado de amenazas de muerte, particularmente a los familiares de Ángel Petrov. Conforme a la legislación búlgara, un delito como este es castigado con 6 años de cárcel.