Entrevista a Virgilio Andrade/Ex consejero

Por Moisés Castillo

En el Instituto Federal Electoral hay dudas e indefiniciones. A cinco días de que se inicie formalmente el proceso electoral del 2012, programado para el viernes 7 de octubre, aún no se designan a los tres consejeros electorales —de nueve— para integrar el Consejo General. Desde hace un año, la Cámara de Diputados ha incumplido en designar a los consejeros faltantes.

Los partidos políticos defienden sus intereses y promueven a personajes afines a ellos. La autonomía del IFE estorba a los partidos y el sueño de la ciudadanización se esfuma cada vez más. Se ha privilegiado el cálculo político en el nombramiento de los tres consejeros en detrimento de la fortaleza y credibilidad del IFE.

Hace unas semanas, el mismo titular del IFE, Leonardo Valdés, se pronunció por una visión de un IFE ciudadano, que atienda con sensibilidad y prontitud la insatisfacción social ante el ejercicio de la política.

Por lo pronto, el PRI exige que de los tres nuevos consejeros le corresponden dos, pues de los que dejaron su cargo el año pasado dos eran del PRI. De ser así, el PRI contaría con cuatro de nueve consejeros y así apuntalaría su estrategia para recuperar Los Pinos, coinciden varios analistas políticos.

Sin embargo, también le conviene que no haya cambios en el IFE, ya que actualmente cuenta con dos de seis consejeros. Al final, el PRI será el fiel de la balanza ante un PAN desacreditado y un PRD a la baja.

La terna presentada por el PRI es hasta el momento la que tiene más adhesiones de otros partidos, aunque se necesitan las dos terceras partes de los diputados para avalar la lista, lo que obliga a negociar con PAN o PRD para aprobar a los tres nuevos consejeros.

Las bancadas del PRI, PVEM, Convergencia y Panal incluyeron en sus ternas a Arely Gómez González, ex titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales.

El otro aspirante que también cuenta con cuatro apoyos —PRI, PVEM, Panal y PT— es Cecilia Tapia, ex coordinadora de Institucionalización de la Perspectiva de Género del Tribunal Electoral.

También Enrique Ochoa, ex director del Centro de Capacitación Judicial del mismo tribunal, aparece en tres propuestas, la del PRI, PVEM y Convergencia.

Mientras tanto, Ciro Murayama fue colocado entre las prioridades tanto del PAN como por el Panal. Por su parte, el PRD impulsa a Emilio Alvarez Icaza, Salvador Guerrero y Leticia Santini; el PVEM a Leticia Amezcua, y Convergencia a Leonardo Duque.

Para Virgilio Andrade, ex consejero del IFE, un Consejo General integrado por seis consejeros no afectaría el proceso electoral del 2012, sin embargo, no se alcanzarían fácilmente los consensos y se dificultaría destrabar algún conflicto electoral.

“Hubiese sido óptimo —dijo— tener la continuidad de nueve. Al no suceder esto tenemos una situación en donde hay algún grado de saturación en el trabajo, alguna situación de probable empate en ciertas votaciones, pero en general hay que aceptar que aun con seis consejeros puede salir muy bien organizada la elección presidencial y, por lo tanto, tener las condiciones favorables para poder emitir nuestro voto”.

El profesor de derecho del Instituto Tecnológico Autónomo de México lamenta que existan todavía desconfianzas mutuas entre los partidos en la Cámara de Diputados que sólo afecta la fortaleza del IFE.

Cuidar los equilibrios

“Sería muy buena noticia —agrega— que por fin los grupos parlamentarios pudiesen designar a los tres consejeros faltantes. En los últimos años y particularmente en esta ocasión, el hecho de que haya habido escalonamiento generó que las condiciones de consenso se hagan más complejas y por lo tanto hemos tenido toda clase de incidentes en la Cámara de Diputados”.

¿Existen elementos para que el Consejo General se quede con seis consejeros? ¿Cuál es el escario más viable?

Sería la primera vez que el Consejo funcione sin los consejeros que deben ser en su totalidad. Sí existe un escenario en el cual no haya posibilidades de no ponerse de acuerdo por las mutuas desconfianzas crecientes que ha habido entre los grupos parlamentarios.

Por otro lado, es interesante ver cómo la Comisión de Gobernación aprobó por unanimidad los 17 perfiles. Si se aprobaron por unanimidad habría el supuesto de que podía existir un gran consenso, sin embargo, cuando llegan a la Junta de Coordinación Política comienzan a aflorar las desconfianzas.

¿Cómo se perfilan los equilibrios en el IFE?

Es muy importante que se cuiden los equilibrios en la integración del órgano y esto pasa también por el tipo de perfiles profesionales que se tienen por parte de quienes aspiran a ser consejeros electorales. En el pasado, para romper estas desconfianzas, se tomaron decisiones tan drásticas como cambiar el número de integrantes del Consejo para tener consensos más amplios. En esta ocasión se diseñó un sistema de escalonamiento que trae bondades porque se combina la experiencia de los que ya están con la energía de los nuevos, pero que en una circunstancia política de desconfianza hace compleja la situación de alcanzar acuerdos.

¿Coincide con algunos analistas en que el IFE se partidizó?

Siempre que se nombran consejeros electorales son a propuesta de cada grupo parlamentario. Se supone y se asume que hay algún perfil y rasgo de carácter partidista de quienes lo integran. Sin embargo, a lo largo del desempeño se puede demostrar que los consejeros van teniendo actitudes imparciales, apegadas a las que son las leyes y de muchos equilibrios internos, por lo tanto, podríamos decir que el asunto está influido por el origen. Son los partidos los que proponen a los integrantes y todos los aspirantes cumplen con los requisitos que marca la ley. El asunto del partidismo del que se señala puede ser superado por la actuación de los consejeros.

Un órgano que proponga y otro que ratifique

¿Caducó la fórmula actual de nombrar a los consejeros electorales?

Será inevitable que después de la elección del 2012, haya o no nombramiento de los tres consejeros que faltan, se aborde el tema de cómo nombrarlos. Lo óptimo es que sea un órgano que los proponga y otro que los ratifique. Si se pretende que provengan de propuestas ciudadanas es factible, pero hay que combinarlo, no basta el origen, también es necesario establecer requisitos que vayan garantizando las condiciones para un óptimo desempeño de quienes integran la autoridad electoral.

¿Qué le parecen los perfiles de los finalistas?

No tengo duda de que tienen las condiciones para poder ser consejeros electorales. Si se revisa más allá de quién propone a los consejeros, es posible poder enriquecer las conclusiones y descubrir que todos tienen un perfil de experiencia electoral. Emilio Alvarez Icaza, integrante fundador del instituto electoral capitalino, un experto en derechos humanos, movimientos sociales y un experto en materia jurídica. Enrique Ochoa y Cecilia Tapia tienen experiencia electoral, ambos trabajaron en el Tribunal Electoral. Todos tienen experiencia en materia electoral. El punto no es el perfil, el punto es el crecimiento de las desconfianzas políticas en las circunstancias que estamos viviendo de 2010 a la fecha.

¿La elección presidencial está en riesgo por la conformación del Consejo General del IFE?

Independientemente si son seis o nueve consejeros, los requerimientos serán los mismos y la agenda no va a cambiar. Primero se debe sostener la calidad que ha tenido el IFE para realizar las elecciones, con un padrón confiable y una instalación masiva de las casillas electorales, que serán 150 mil. Asimismo las instancias públicas competentes acompañen al IFE en la agenda de seguridad. Sabemos muy bien qué estamos viviendo, por lo tanto se requiere blindar cada una de las etapas del proceso electoral y el adecuado cuidado de los candidatos. Será muy importante la actitud que vayan teniendo los actores políticos a lo largo del proceso, pero fundamentalmente cuando termine la jornada se tenga la templanza suficiente para reconocer los resultados.