Martha Bañuelos
París.- A 7 meses de la elección presidencial, unos dicen que con el “Karachigate” se busca desestabilizar al presidente Nicolas Sarkozy. El Palacio del Eliseo declaró que todo es calumnia y manipulación. El juez Renaud Van Ruymbeke, con reputación de eficaz e íntegro, a cargo del lado financiero del dosier Karachi, sabe que tiene entre sus manos un portafolio explosivo por haber llevado otro similar, “las fragatas de Taiwán” que implicó a la izquierda de los años 90. Algunos acusan a Van Ruymbeke de crear una cruzada contra Nicolas Sarkozy. Cierto dicen otros, ya que en Francia hay jueces independientes que aplican el Código igual para todos y van al fondo de las investigaciones.
“Karachigate” es un asunto turbio y complejo que irrumpe en todos los medios de comunicación. Todo parece comenzar con el regreso de una parte de las comisiones dadas para el contrato de los submarinos vendidos por Francia a Pakistán en 1994. En eso están mezclados Thierry Gaubert (amigo de 30 años de Sarkozy) y Nicolas Bazire (testigo del matrimonio de Sarkozy con Carla Bruni), cercanos colaboradores del Presidente. A través de ellos se busca el origen de los 10 millones de francos (1.5 millones de euros) usados para la campaña presidencial de Edouard Balladur en 1995. Nicolas Sarkozy fue Secretario de Presupuesto durante el gobierno de Balladur (93-95).
En el complejo asunto “Karachi” salieron a relucir las revelaciones de Hélene, Princesa de Yugoslavia, ex esposa de Thierry Gaubert. Ella explicó al juez, los viajes a Suiza de su ex esposo para retirar dinero junto con el empresario libanés Ziad Takieddine, para ser entregado en París a Nicolas Bazire. Dinero que se espera probar sirvió para el financiamiento ilegal de la campaña de Balladur: 10 millones en billetes de 100 francos es la cantidad que intriga a los investigadores. Esas declaraciones pueden ser una bomba en el camino de Sarkozy. ¿Manipulaciones de Princesa?
Por otro lado están los que sí exigen la verdad sobre el asunto Karachi y son los familiares de los 11 empleados franceses de la Dirección de Construcción Naval que murieron en el atentado del 8 de mayo del 2002, acto que en un principio fue imputado a Al-Qaeda. El padre de Sandrine Leclerc estaba entre ellos, ella declaró “después del atentado todo fue organizado para que las familias no exigieran la verdad, y si como creemos, el financiamiento ilegal (las retro comisiones) pudo dar paso al atentado, y si Sarkozy no se reprocha nada, que excluya el “secreto defensa” que vuelve imposible la investigación”.
Resumiendo: Cuando en 1995 Chirac accedió a la Presidencia, suspendió las comisiones dadas a los contratos de armamento, de las que él suponía que su adversario (Balladur) se había servido. Suspensión que podría ser la causa de la agresión en contra del autobús donde viajaban los empleados. Si eso se confirma, Sarkozy habrá faltado a su promesa de ruptura con la corrupción. Y en previsión a ello, en las elecciones senatoriales, los grandes electores sorprendieron dando un vuelco con 175 a la izquierda y 166 de derecha. ¿Perspectiva presidencial?


