Marco Antonio Flota
Panteón político
Felipe Calderón
Cierta tumba decía así:
“¡Aquí yace un Presidente!”
y en la de al lado —¡qué gente!—:
“¡Aquí yace un Bacardí!”
Francisco Blake
Dan café con brandy Terry,
ya velan a Blake —¡malhaya!—
Dice epitafio “Blake Berry
le apodaban, por su falla”.
Enrique Peña Nieto
Enrique murió y se nota
que murió, van comentando,
no el Salto del Tigre dando,
¡fue el Vuelo de la Gaviota!
Manlio Fabio Beltrones
Beltrones valió sorbete:
fue víctima de un asalto.
(Su mausoleo es muy alto
¡y además tiene copete!)
Ernesto Cordero
Cordero, persona fina,
sufrió infarto al corazón
y ahora lo amortajan con
¡toallas de “La Josefina”!
Josefina Vázquez Mota
Calderón al Cielo ayuda
imploró y la consiguió:
Chepina quería ser viuda,
¡pero su esposo enviudó!
El Peje
El Presidente Legítimo
felpó y su epitafio es largo,
pues tras pasar trago amargo
lo escribe Porfirio, pítimo.
Marcelo Ebrard
Tiene Rosalinda duras
tristezas, pena la ronda.
Entierra a Marcelo en honda
tumba cavada en Honduras.
Cuauhtémoc Cárdenas
Parca dijo: “No respingues,
Cuauhtémoc que yo te aleje”
(No es lo mismo Juan Domínguez
que Belisario o el Peje)
Beatriz Paredes
A Beatriz iba a enterrar
el sepulturero y, seco,
exclamó: “¡Este es un hueco
muy difícil de llenar!”
Humberto Moreira
Opinan mentes sesudas,
falsas amistades —seudas—:
“Moreira murió, sin dudas,
Moreira murió con deudas”
Elba Esther
Ya vino por la Gordillo
la Muerte, que está flaquilla.
Y preguntó cierto grillo:
“¿Cuál de las dos es más pilla?”
Santiago Creel
Sufrió ataque al corazó,
Creel tuvo muerte expedit,
en el PAN nadie lloró
y tampoco lloró Edith.
José Antonio Meade
¡Toda Hacienda está deshecha!
pues se murió Toño Mid.
¡Todos a su tumba id!
(Dice “Meade”, siga flecha,
hasta el fondo, a la derecha.)
Bruno Ferrari
Ayer se murió todito,
por Ferrari hay aflicción.
Falleció de inanición
y ya parecía Vochito.
Genaro García Luna
La sangre de San Genaro,
a veces, se ve licuada.
No la de García y no es raro,
pues su sangre muy pesada.
Alonso Lujambio
No hay ataúd a la venta
en el que quepa Lujambio.
Y Peña sí cabe, en cambio,
¡porque el tamaño sí cuenta!
Javier Lozano
Ayer se murió Lozano,
reposa junto a La Doña.
Falleció de un mal insano:
sufrió ataque de Norroña.
La Cocoa
En vez de Cocoa café
dan en su velorio y —hete!—
exige su hermano que
quítenle café al piquete.