Entrevista a Jesús Cantú/Profesor e investigador del Tecnológico de Monterrey

Por Moisés Castillo

La unidad total que presumía el Partido Revolucionario Institucional se estropeó. Mientras el tricolor festejaba su triunfo electoral en Michoacán, se hacía pública la declinación del senador Manlio Fabio Beltrones a la candidatura presidencial. Beltrones es una figura respetada adentro del partido y el desplegado que anunció su retiro de la contienda tiene varias interpretaciones…

Ante los jaloneos internos, la dirigencia nacional fue criticada, no sólo por lanzar una convocatoria “amañada” para elegir a su candidato, sino también por pactar con el Panal y el Partido Verde la coalición Compromiso por México rumbo al 2012. En especial los “beltronistas” están molestos porque los partidos chicos podrían quitarles posiciones legislativas y otros cargos de elección popular. Asegurarse un futuro político es la consigna de los incondicionales del sonorense.

Así, con esta declinación, Enrique Peña Nieto se convierte en el único candidato priísta para recuperar Los Pinos.

“Entiendo el momento que vive México y que vive el PRI. Este no es el tiempo de las ambiciones ni de la simulación. Es la hora de las defi­niciones y dos recientes eventos políticos nos obligan y nos exigen: Logramos un apretado triunfo en Michoacán, bajo el asedio de una injerencia gubernamental que parece ser la tónica que el PRI enfrentará en adelante”, dijo Beltrones.

El 17 de noviembre pasado, Beltrones aún estaba analizando su participación en la contienda interna y cuestionó la convocatoria modificada de última hora que prohibía la “cargada” a favor de algunos precandidatos. A esto, Humberto Moreira respondió sin titubeos que tenía la facultad de modificar los estatutos.

El texto original de la convocatoria prohibía que gobernadores y funcionarios de filiación priísta, así como de los sectores, hicieran públicas sus preferencias por candidatos, sin embargo, este “candado” fue suprimido por Moreira en la versión pública, con el argumento de que no se podía atentar contra la libertad de expresión.

En su desplegado del pasado martes, Manlio Fabio Beltrones adelantó que no habrá fractura del PRI y afirmó que no es tiempo de las ambiciones ni de la simulación.

 “No tengo más que ofrecer a mi partido que mi militancia, lealtad y convicción política de que sí es posible recuperar el rumbo y poner orden para construir el futuro de México… No podemos permitirnos la división.”

Las reacciones de inmediato se escucharon en los dos bandos tricolores.

Enrique Peña Nieto fue conciliador y aplaudió la decisión del senador. Aseguró que el PRI se encuentra con un escenario óptimo y preparado.

“Yo creo que fue una gran decisión de riguroso profesionalismo político, muy madura y que abona a la construcción de la unidad… La definición que él (Beltrones) ha hecho, sin duda, abona este clima y necesidad de fortalecer la unidad en el interior del partido y me parece que está en un escenario óptimo, preparado, con un proyecto claramente definido y con un interés realmente por hacer que este proyecto sea de todos los mexicanos.”

Sin embargo, para el senador Francisco Labastida la declinación de Beltrones no soluciona los problemas que existen en el interior del PRI. Subrayó que muchos priístas en varios estados del país están molestos por las posiciones entregadas tanto al PVEM como al Panal de Elba Esther Gordillo.

“Hay asuntos que deben todavía solucionarse y que están pendientes, como es el asunto de cómo quedan los acuerdos con los otros dos partidos, quién queda en cada uno de ellos y cómo se va a manejar de aquí en adelante, es decir, hay problemas no resueltos que no se arreglan con la renuncia a su legítimo derecho de Manlio, sino con soluciones que en el partido se tienen que tomar.”
Por otro lado, Luis Videgaray, operador de Peña Nieto, escribió en Twitter: “Reconozco en (Manlio Fabio Beltrones) madurez y profesionalismo. Privilegió el interés del país y del PRI por encima de su aspiración personal”.

A su vez, Emilio Gamboa, líder de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, destacó de Beltrones “su congruencia entre las palabras y los hechos, así como su contribución a la unidad del PRI y su altura de miras, al poner primero los intereses del país y del partido, antes que los personales”.

Declinación sin ruptura

Para Jesús Cantú, Profesor e Investigador de la Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública del Tecnológico de Monterrey, Manlio Fabio Beltrones no tenía posibilidades reales para ganar una contienda interna contra Enrique Peña Nieto, además de que carece de fuerza electoral.

“La dirigencia le tendió la cama para que él saliera decorosamente. El supo aprovechar el momento y el pretexto era ideal para no llegar hasta el final de la contienda. Con la declinación no hubo ruptura y no se exhibió su debilidad electoral.”

  

¿Cómo interpreta la declinación de Beltrones?

Manlio no tenía ninguna posibilidad de ganar una contienda contra Enrique Peña Nieto. De acuerdo con todas las encuestas hay una coincidencia absoluta: con militantes o con ciudadanos con derecho a votar hubiera ganado Peña Nieto. Es un dato duro que Manlio conocía bien, las encuestas eran desfavorables para él, sabía perfectamente cuál era la realidad. Obviamente lo que estaba buscando era hacerse presente para lograr colocar algunos de los puntos centrales de su proyecto que ha venido impulsando en los últimos años y eventualmente ver cómo construir su futuro político una vez que termine como senador.

¿Qué tanto influyó la coalición con el Partido Verde y el Panal?

El convenio de coalición puso como condición prácticamente que si no era Peña Nieto el candidato, se rompería la alianza. Esto fue un elemento predeterminado y, al mismo tiempo, se emitió la convocatoria cambiada de último momento por Humberto Moreira para dejar una contienda un poco más abierta. Moreira buscaba que los apoyos fueran una expresión más auténtica de quienes acudieran a las urnas. Al quitar el candado permitió la cargada de los sectores, gobernadores, etc., y sabemos que esto en el interior del PRI tiene muchos impactos. Esta cultura de la línea sigue estando muy presente y, obviamente, la cultura de la línea iba a triunfar. Creo que le construyeron el pretexto ideal a Manlio Fabio Beltrones para tener una salida decorosa. Salió dejando en claro sus diferencias con la actual dirigencia nacional y con la propuesta de Enrique Peña Nieto.

Sin embargo, Manlio Fabio Beltrones aparece ahora como el gran demócrata, el político responsable…

Cuando uno compara lo que ha hecho Beltrones al momento de estar en puestos de poder más allá como legislador, si hablamos cuando estuvo en Gobernación, si evaluamos cuando fue gobernador de Sonora, pues ahí es cuando se conoce al verdadero Beltrones. Como legislador y más en la posición en la que ha estado, él sabe que puede hacer una serie de propuestas que desde luego son deseables pero que son poco probables que lleguen a concretarse. Beltrones se presenta como el que está planteando propuestas que van más en el marco de la pluralidad, aunque cuando fue gobernante actuó en el sentido contrario. Ahora queda como un político responsable, que no provoca la división de su partido y pensando en lo que puede ser su futuro político. A quienes lo respaldan, a quienes lo han apoyado, les da una respuesta positiva al emitir un desplegado donde marca sus distancias con la actual dirigencia nacional priísta, pero no rompe con el partido. Al contrario, deja un poco la vía libre para que cada uno haga lo que deba hacer. En su texto, se puede leer entre líneas, que respalda algunas de las protestas que se están haciendo en varios estados, en una lectura muy acuciosa queda bien con todo mundo tejiendo simpatías para un eventual futuro político.

Digamos que trató de vender cara la “candidatura de unidad”…

Exacto. El iba a estirar la liga hasta el último minuto sin que se rompiera. Contrario a lo que sucedió hace seis años, cuando claramente Elba Esther Gordillo estaba dispuesta al rompimiento, que de hecho se dio. Ahora en este caso la institucionalidad de Beltrones y su cercanía con buena parte de la militancia impedía esa ruptura. Además, él sabía que si rompía no tenía absolutamente ningún cobijo para impulsar una plataforma política. Estiró la liga al máximo y se dio cuenta de que ya no tenía posibilidades de seguirla estirando. Entonces hace una salida lateral que lo deja a él con una posición decorosa, a partir de acciones y decisiones que tomó la dirigencia priísta.

Moreira frente a Peña Nieto

Dice Humberto Moreira que él se va hasta el 2015, cuando termine su mandato, ¿cuál es el escenario para el polémico ex gobernador de Coahuila?

Humberto Moreira fue el dirigente ideal para Enrique Peña Nieto, esto es lo que debe estar evaluando el ex mandatario mexiquense. Es muy evidente que Peña Nieto tomó la decisión de que fuera Moreira quien estuviera al frente del partido. En un primer momento era ideal y lo vimos muy claramente, porque Moreira estuvo haciendo el trabajo sucio, fue el que estuvo lanzando las bravuconadas, el que desafió al gabinete, el que estuvo provocándolo y llegó un momento en que casi todos los secretarios le estaban contestando a Moreira. Mientras tanto, Enrique Peña Nieto estaba viendo el espectáculo y salía en los medios electrónicos. Siempre con la cara amable, con la cara propositiva, con la cara que está trabajando; y Moreira se quedaba como el provocador, el que tenía el desgaste y la confrontación. En ese sentido, era ideal para Peña Nieto, era el distractor, todas las baterías se enfocaron muy ingenuamente en contra de Moreira y dejaron libre a Peña Nieto.

¿Moreira ya no es funcional para Peña Nieto?

Fue el presidente ideal para construir una convocatoria y un proceso interno a modo para Peña Nieto, que es justamente lo que estamos viendo. No estoy seguro de que sea el dirigente ideal para la etapa final, por todo el lastre que viene arrastrando. Peña Nieto no conocía el endeudamiento ni algunos de los manejos político-administrativos de Coahuila. Sabía que en el estado había dado excelentes resultados electorales y por eso le apostó a Moreira a que siguiera dando resultados favorables. Sin embargo, el PRI gana Michoacán no por la dirigencia nacional, hay que tomar en cuenta que el candidato priísta era un buen candidato. Es decir, Fausto Vallejo es alguien con mucha historia, un político muy conocido en Michoacán, alguien que tenía buena imagen y buena labor como alcalde de Morelia. Los principales ingredientes para que el PRI se quedara con Michoacán no son obra de Moreira, es otro elemento que tendrá que poner en la balanza Peña Nieto. Me atrevería a pronosticar que Moreira no va a ser el presidente del PRI durante la campaña presidencial.

¿El factor Beltrones puede afectarle a Peña Nieto rumbo al 2012?

No afectará. El impacto que pueda tener sobre el priísmo creo que depende más del control de daños que haga la dirigencia nacional y el propio Peña Nieto. El debe asumir directamente el control de daños más que Moreira. Por una parte, evitar que el disgusto de Beltrones siga creciendo, ya escuchamos a Labastida y a otros senadores que forman su grupo cercano. El mantenerse al margen de las campañas pueden tener una impacto positivo en la elección. El otro gran aspecto es cómo va a manejar Peña Nieto los disgustos que han brotado en algunas entidades con los convenios que se firmaron con el Partido Verde y el Panal. Vendrá un conflicto en la selección de los candidatos a cargos de elección popular. Realmente aquí puede generarse el mayor problema. Habrá que ver si en ese momento el grupo de Peña Nieto se vuelve un núcleo incluyente o excluyente. Cuando estén seleccionando a los candidatos a senadores y diputados, obviamente se observará si Peña Nieto se quiere convertir en el gran elector, sin tomar en cuenta a los otros grupos dentro del PRI, a la militancia local. Estos síntomas que vemos hoy pueden tener otras manifestaciones que pueden tener un impacto electoral negativo hacia Peña Nieto si no aplica a tiempo una operación cicatriz.