Antonio Cerda Ardura y Susana Hernández Espíndola
Amparados en el carácter público de personajes preeminentes y la necesidad de informar al público, es usual que muchos medios de comunicación utilicen recursos como caricaturas, fotografías trucadas y montajes no sólo de gráficas, sino en videos, para destacar, ironizar y hasta ridiculizar algún aspecto de la noticia o el hecho al que se alude.
El advenimiento de innumerables técnicas digitales de manipulación gráfica han hecho que estos trucos para cambiar la imagen humana, que forman parte de una controversia inacabable y son en realidad tan antiguos como Roma, cobren nuevo protagonismo y pongan sobre la mesa añejas polémicas.
Así ocurrió con las fotografías mencionadas el miércoles en este mismo espacio (Link )y que forman parte de la campaña lanzada en París, Francia, por la empresa italiana de modas, Benetton, denominada con una palabra inventada: Unhate (“Des-odiar”).
Precisamente este 16 de noviembre, en el Día Internacional para la Tolerancia, establecido en 1995 por las Naciones Unidas para fomentar el desarrollo de esta capacidad de escuchar y aceptar a los demás, la confianza y la no violencia, la publicación de distintos fotomontajes realizados por Benetton, de líderes de distintos credos y posiciones políticas, fundidos en amorosos besos, despertó una ola de protestas, en particular de la Santa Sede.
La misma ira
En 1991, Benetton ya había levantado una de sus tantas tormentas, al publicar una fotografía del controvertido artista Oliverio Tioscani, de un cura y una monja en apasionado beso. El mismísimo papa Juan Pablo II se pronunció entonces en contra, ya que la gráfica fue tomada como un ataque contra el celibato y las tradiciones católicas, por lo cual fue censurada en Italia.
Veinte años después, también el Vaticano, acosado por la misma ira de los infiernos, ya que consideró “una grave falta de respeto al Papa” el nuevo fotomontaje de Benedicto XVI besando en la boca al imán de la mezquita Al-Azhar de El Cairo, Ahmed Mohamed el-Tayeb, demandó el retiro inmediato de la imagen, la cual no fue hecha ahora por Toscani, sino por FABRICA, el grupo creativo que el fundó.
El portavoz papal, el jesuita Federico Lombardi, amenazó, incluso, con realizar las gestiones necesarias ante “las autoridades competentes” para “garantizar el respeto hacia la figura de Joseph Ratzinger.
La nueva campaña de Benetton, que también incluye un Kiss Wall (“Muro de Besos”), en los que la gente ya comenzó a colocar besos con distintos personajes, y un video del director francés Laurent Chanez, se posicionó, a sólo pocos minutos de su lanzamiento, como uno de los temas más importantes en Twitter. Las palabras Benetton y Unhate también ocuparon los primeros lugares en la lista de “trending topics” de los usuarios, y a nivel mundial, el nombre de la marca estuvo en el octavo lugar, en tanto que las palabras Día Internacional de la Tolerancia también destacaron entre lo más comentado.
No obstante, esto no evitó que Benetton respondiera a la queja del Vaticano y, tras lamentar que el uso de la imagen del pontífice haya herido la sensibilidad de la Santa Sede y los fieles católicos, retiró el fotomontaje el mismo miércoles, no sin antes insistir en que “el sentido de esta campaña es, exclusivamente, combatir la cultura del odio en cualquier forma”.
Leyes desfasadas
A pesar de la actual proliferación de los trucos fotográficos, en realidad la legislación al respecto se encuentra desfasada en la mayoría de los países. En su artículo La protección legal del fotomontaje y la caricatura, en el número 7 de Cuadernos de Periodistas de la Asociación de la Prensa de Madrid, España, el catedrático de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, Teodoro González Ballesteros analiza los límites de las caricaturas publicadas en los medios de comunicación a la luz de una sentencia judicial española, del 7 de marzo de 2006, y aclara las confusiones del público en términos como el derecho a la libertad de información y el derecho a la libertad de expresión, y la naturaleza de caricaturas y fotomontajes.
Así, establece que “las caricaturas que inciden negativamente en los derechos de la personalidad de los sujetos, se rigen por la misma normativa que el resto de los mensajes”; que “las composiciones o montajes fotográficos, en donde la persona sea identificable, no tienen la consideración de caricatura”, y que “tales composiciones o fotomontajes están sometidos a idéntico régimen legal de las reproducciones fotográficas”.
Aunque en 1991 el Vaticano consideró “ilegal” la imagen del cura y la monja de Benetton, durante los años de la dictadura franquista en España se llegó al exceso de prohibir un anuncio de sillas que cambiaban de posición y color a ritmo de jazz, porque los movimientos “eran muy sensuales”.
Esta visión probablemente poco ha cambiado y en México es posible que no exista legislación específica sobre el fotomontaje.
El Cepillín romano
Y si al principio de este artículo se mencionaba que estos recursos del trucado de imagen son tan antiguos como Roma, es porque el primer gran político conocido del cual se manipuló su imagen fue Octavio Augusto, el primer emperador romano (del 27 a. C., al 14 d. C.), cuya estatua, tallada en mármol y descubierta el 20 de abril de 1863 en la Villa ad Gallinas Albas o Villa de Livia, cerca de la Prima Porta, en Roma, lo representa de manera idealizada.
La figura de bulto redondo, que aún conserva restos de su policromía original (dorado, púrpura y azul), representa a Octavio Augusto de cuerpo entero, vestido de militar y con una rica coraza, quien sostiene un bastón de mando consular y levanta la mano derecha, supuestamente mostrando a sus tropas la corona de laurel del triunfo.
Se cree que reproducciones de esta figura, no sólo en mármol o distintas piedras, sino también en bronce o en monedas, fueron distribuidas a los últimos territorios conquistados por este hombre (Hispania, Galia, Germania y Partia), como una forma de transmitir la solvencia, el mando y la fuerza del Imperio Romano.
El emperador fue plasmado también descalzo, como los antiguos héroes olímpicos, mostrando una perfecta musculatura, simbolizando su condición de ser excepcional, descendiente de la diosa Venus.
La réplica de la estatua, que, se suponía, era la mejor representación conocida de Octavio Augusto, se exhibe en los Museos Vaticanos en Roma.
Lo paradójico de todo es que complejos estudios antropométricos, de fisiognomía y antropomórficos, entre otros, realizados recientemente, indican que todo este refinamiento estilístico era una patraña, porque el alabado emperador se parecía más al payasito mexicano Ricardo González Gutiérrez, “Cepillín”, que al superhombre romano.
El baile de Nixon y Mao
Uno de los fotomontajes o trucados de imagen más famosos de nuestros tiempos fue tal vez el del presidente estadounidense Richard Nixon y el líder chino Mao Tsé-tung, que aparecieron desnudos, bailando juntos, en la portada del disco de John Lennon y Yoko Ono, Some Time In New York City, lanzado a la venta en los Estados Unidos el 12 de junio de 1972.
Los críticos musicales consideraron esta obra radical desde un punto de vista político, ya que estaba dominada por canciones que defendían los derechos de los activistas negros y contra la política británica en Irlanda del Norte.
La pareja parodió en la portada al periódico The New York Times, en la que se incluyó la fotografía trucada de Nixon y Mao.
Lennon y Ono hicieron alusión a la visita de Nixon a la República Popular China (RPC), entre el 21 y el 28 de febrero de ese mismo año, la cual significó un paso importante para normalizar de manera formal las relaciones entre ambos países, considerados hasta ese momento como enemigos acérrimos.
Este viaje supuso la primera vez que un presidente estadounidense visitaba la RPC y, desde el punto de vista de Nixon, “la semana que cambió al mundo”, ya que significó un viraje en el rumbo de la guerra fría, puesto que los soviéticos tuvieron que aliviar su presión sobre Europa al destinar fuerzas a su frontera oriental.
Naturalmente, John y Yoko se referían a la desfachatez de los dos personajes, danzando, mientras el mundo era amenazado por arsenales nucleares.
Por esa razón muchas tiendas se abstuvieron de vender el disco, que en sus primeras ediciones incluyó una postal de la Estatua de la Libertad con un mensaje de apoyo al movimiento de los Panteras Negras, y una petición al gobierno de los Estados Unidos para que permitiera a Lennon permanecer en el país, cuando la administración Nixon luchaba por deportarlo.
El Can Can venezolano
Junto a otros fotomontajes referidos también en este portal, del presidente estadounidense, Barack Obama, como miembro de una familia de chimpancés (http://www.siempre.com.mx/2011/04/que-obama-siempre-no-es-un-chimpance/), y del supuesto cadáver de Osama Bin Laden, que causó gran conmoción internacional (http://www.siempre.com.mx/2011/05/8002/), una fotografía trucada que provocó la furia del presidente venezolano Hugo Chávez, hizo que el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) cerrara el semanario 6to. Poder y arrestara a su director, Leocenis García, y a la directora de información, Dinora Girón.
Si bien el irreverente semanario había publicado antes un fotomontaje en primera plana de los rostros de varios políticos sobre cuerpos en diminutos trajes de baño, al tiempo que preguntaba a sus lectores cuáles eran los más sensuales, y otro que, antes de saberse que Chávez tenía cáncer, mostraba al mandatario con una bata de hospital en la antesala de una supuesta cirugía estética, nada ofendió más al líder de Venezuela que un montaje fotográfico de seis funcionarias de alto rango posando como bailarinas de cabaret, publicado el 21 de agosto pasado.
Antes de presentar un perfil de cada una de las mujeres incluidas en la foto (la segunda vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Blanca Rosa Eekhout; la defensora del pueblo, Gabriela del Mar Ramírez; la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Luisa Estella Morales; la contralora encargada, Adelina González; la rectora del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, y la fiscal general, Luisa Ortega Díaz), la publicación señalaba en un artículo titulado (Quién es quién) Las Mujeres de Chávez en el Poder: “Desde hace 12 años el Cabaret La Revolución se ha mantenido como una de las tabernas más famosas de la cuadra. Desde su inauguración muchos han querido negociar y comprarlo, y hasta hacerse dueños por la fuerza.
“Pero las estrategias han fallado, y el lugar mantiene al mismo administrador, quien entre alebrestados, estafadores y enemigos, y a pesar de no gozar de buena salud, noche tras noche brinda los mejores espectáculos.
“Al entrar, la decoración está inspirada en las tabernas cubanas y esencia en lo socialista. En el programa de entretenimiento destaca su última adquisición: seis encantadoras damas llenas de feminidad y esplendor”.
Tras recibir la orden del Tribunal Noveno de Control que prohibió la edición y distribución del semanario, el representante legal de 6to. Poder, Pedro Aranguren, advirtió que la medida era “un zarpazo a la libertad de expresión y una decisión política sin méritos legales, ya que simplemente se está utilizando a un tribunal para criminalizar a unas personas por redactar una nota crítica y como excusa para cerrar a un periódico”.
La Fiscalía General de Venezuela acusó a los dos periodistas de “instigar el odio” por el montaje, mientras que una de las ofendidas, Blanca Rosa Eekhout, sostuvo que “intentar hablar de la figura femenina como de una cabaretera y representar al país como un burdel, es una agresión completa e imperdonable en cualquier lugar del mundo”.
Uno de los integrantes de la dirección nacional del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Rodrigo Cabezas, fue más allá, resumiendo las verdaderas intenciones del gobierno, al criticar al semanario diciendo que “la libertad de expresión no es sinónimo de libertad de desestabilización”.
Aunque Dinora Girón ya fue liberada, a Leocenis García se le mantiene preso, poniendo como condición su libertad a cambio de que venda todas sus acciones del periódico.
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) manifestó este miércoles, a través de un comunicado, su preocupación por el estado de salud y la vida de García, quien cumple este jueves nueve días de huelga de hambre.
¿Angel o demonio?
Entre los fotomontajes e imágenes más controvertidas de las últimas décadas, tal vez son más frecuentes las del citado Oliviero Toscani, que no acaba uno de determinar si son producto de un ángel o un demonio, y que han sido señalados de incitar a la violencia, de tener componentes sexuales, de llamar a la discriminación, etcétera, y que constituyen una verdadera afrenta al conservadurismo si se trata de sensibilizar sobre problemas sociales.
Uno de los ejemplos fue un anuncio de la firma de ropa No-Lita, en el que la joven modelo francesa Isabella Caro fue utilizada en el tema de la anorexia.

Otras gráficas “fuertes” fueron la de una mujer negra amamantando a un niño blanco y la de un caballo negro montando otro blanco, que lanzaron sobre Toscani acusaciones de racista.
Controvertido, claro, pero la polémica y el debate siguen sobre la mesa…







