Patricia Gutiérrez-Otero
¡Tantas cosas han sucedido! ¿Qué decir? La realidad nos cae encima. ¿Cómo interpretarla?
No tenemos completo el grupo del Instituto Federal Electoral (ife) y ya están empezando las pugnas por el poder: véanse las elecciones en Michoacán, sufrido Estado del país bajo el yugo del crimen organizado.
Cae del cielo el helicóptero del secretario de Gobernación, Blake Mora, que viajaba junto con su subsecretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos, Felipe Zamora. Según la revista Proceso, ninguno brillaba por su acción en pro de los Derechos Humanos. Hay que agradecer —¿a quién?— que no cayeran en una zona de alta densidad poblacional como sucedió con Mouriño. ¿Hay que sumarlos al número de víctimas o de victimarios? En todo caso, el piloto y los acompañantes no tenían vela en el entierro.
Sigue en suspenso el crimen contra Wirikuta. Los internautas le han dado mucho peso, los medios de comunicación masiva, poco… ¿Sabe el buen pueblo canadiense lo que una de sus transnacionales mineras está haciendo en un país del Tercer Mundo o, como dicen de manera más sutil: un país en vías de desarrollo, que ya no necesita ni merece ayuda internacional porque ya no lo consideran un país tercermundista, gracias a la excelente campaña que vendió el innombrable; ¿cómo se llama, tiene algo que ver con la sal… ah, Salinas, el orejón, pelón? Ojo, niños, identifiquen a este ser por sus cualidades: expresidente, orejón, pelón, que dio luz verde al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá sin consultar al pueblo mexicano y con un país sin la estructura y economía para poder entrar en relación comercial con estos países del Norte.
Suplicamos que quienes tengan contactos privados en Canadá, les hagan saber lo que hacen sus empresas en el exterior arrasando con el medio ambiente y con las poblaciones autóctonas. El uno por ciento del planeta vive bien gracias al abuso cometido contra el tercer y cuarto mundos, donde están implicados sus propios submundos.
Descrecimiento económico, límites a la avidez, otra manera de vernos y de ver al mundo, otra manera de comportarnos y de estar en el mundo, eso es lo que necesitamos. Nuestra cultura capitalista se ha basado en el consumismo y la avidez, necesidades del ser humano exaltadas por una ideología individualista. Así nos la vendieron los neoliberales, así se las compramos y así la creímos. Pura basura. La felicidad no está ahí, ni el gozo ni la paz.
Además, opinamos que se respeten los Acuerdos de San Andrés Larráinzar, las autonomías de los pueblos indígenas y sus lugares sagrados. Que se investiguen los crímenes contra los migrantes sudamericanos que pasan por el país. Que se ponga un alto a las transnacionales, y se restituya al pueblo de Cuernavaca el predio que ocupaba el Casino de la Selva. Que se reconsidere el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. Que se detenga la explotación minera a cielo abierto. Que se salve a Wirikuta.
