Pese a que distintos sectores españoles aún manifiestan reservas sobre la promesa de la ETA de cesar el terrorismo, ya que indican que la organización no está toda unida en ese propósito, la jerarquía etarra demuestra con este llamado su deseo de terminar con la violencia.

Esta petición del regreso de miembros de la ETA ha sido interpretado como un mensaje a los gobiernos de España y Francia, para que una vez se celebren las elecciones generales comience una negociación; sino como un muestra de autoridad de la cúpula terrorista a sus elementos rebeldes para el abandono definitivo de las armas.

Los jefes de la ETA tenían absolutamente prohibido que los integrantes de la banda en otras naciones regresaran a España por temor a que revelaran datos importantes, e incluso mantenían como amenaza la pena de muerte.

En 1986 una militante, María Dolores González Katarain, “Yoyes”, regresó a España para ver a su hijo, y delante de él fue asesinado a sangre fría por su compañero José Antonio López Ruiz, “Kubati”.

Entre Europa, Africa y América hay unos 200 terroristas cuyos delitos habrían prescrito.

Redacción/she