Entrevista a Francisco Reveles/Profesor-Investigador de la FCPyS-UNAM


Nora Rodríguez Aceves

La elección de 2012 todavía está muy lejana, muy distante, pueden ocurrir muchísimas cosas y modificar el orden que hasta el momento parece prevalecer en el PRI, cuyas principales debilidades son en el espacio electoral, y si bien tiene la mayoría de los cargos de elección pública en su poder y ha ganado la mayoría de las elecciones más recientes, en realidad lo ha hecho con una ventaja generalmente estrecha, no son triunfos que se puedan catalogar como contundentes salvo en algunas entidades, y eso refleja que el PAN y el PRD son partidos que todavía lo pueden despojar de victorias en futuras elecciones.

“Esto habría que considerarlo muy detenidamente porque con frecuencia solamente se ve el resultado final y no el proceso en los comicios locales, no la participación de los ciudadanos a favor de otros partidos”, asegura Francisco Reveles Vázquez, profesor-investigador de la  Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.

“En el interior del  PRI también podemos encontrar dificultades dado que, si bien hay un acuerdo en general para apoyar a Enrique Peña Nieto, de cualquier manera los diversos intereses internos pueden provocar modificaciones en la distribución de los espacios de poder en el partido, la distribución de candidaturas a diputados federales, senadores e, incluso, varios de los cargos de elecciones locales que se realizarán el año próximo, y eso podría abrir fisuras o profundizar diferencias que quizá afectarían negativamente en la campaña presidencial.”

En estos momentos, el PRI se encuentra en una situación muy positiva; según las encuestas y los resultados electorales hay un ascenso del partido en varias entidades de la república. También en el interior existe una cohesión que no se veía desde hace mucho tiempo, y ya está definida la candidatura presidencial, que ha recaído en Enrique Peña Nieto y, al parecer, hay un acuerdo para favorecerlo y para apoyarlo por parte de los principales liderazgos del partido.

En términos generales, señala el politólogo, es una situación mejor la del PRI que hace seis años, sin lugar a dudas, pero no está exento de tener esta serie de dificultades y de problemas por resolver en lo inmediato si es que quiere efectivamente ganar la Presidencia de la República.

En el marco del registro de Enrique Peña Nieto como precandidato a la Presidencia de la República por el PRI, Francisco Reveles analiza para Siempre! la situación en la que se encuentra el PRI en estos momentos de definiciones en su interior, y del discurso que dijo ante la militancia priísta Enrique Peña Nieto, que “es relativamente importante, porque es el punto de partida ya de la asunción de la candidatura y convoca a la unidad; asegura que habrá un reconocimiento de todos los intereses dentro del partido y promueve esta idea del PRI como el partido constructor de instituciones, como el partido que forjó el país en el siglo XX, y también dice que el PRI tendría que asumir las cosas de México como suyas y de esa manera volver a ser gobierno”.

El discurso de Peña Nieto

“Se queda corto el discurso en lo que pudiera ofrecer tanto para el propio PRI como para la sociedad y, sin embargo, es simplemente establecer un compromiso de manera que no haya una expectativa de cambio de línea o la intención de aprovechar la situación para solamente favorecer a un grupo; ésa es la principal preocupación de los otros liderazgos, de las corrientes en el PRI, que no les suceda lo que con Roberto Madrazo. Fue más un discurso hacia dentro y no tanto para la sociedad, quizás lo más importante del evento fue el acto simbólico de cohesión, de unidad, de movilización, de respaldo de amplias bases para el partido.”

“En el caso de la posición que ha sostenido no solamente en este discurso,  sino ya antes, Enrique Peña Nieto y los principales líderes en torno a que ellos como partido fueron los principales constructores de lo que México tiene, en realidad ahí dice solamente una parte de la historia porque varios de los problemas más añejos, los de más difícil solución, también fueron producto de esos gobiernos del PRI, la pobreza en primer lugar, y ésos son los retos que tendría que enfrentar el candidato presidencial; y por el otro lado, establecer un programa realmente creíble y concreto para poder superar la situación que tenemos. La crítica a los gobiernos del PAN no puede ser el principal elemento de “proyecto alternativo” por parte del PRI sino que más bien tendría que establecer una serie de compromisos muy concretos, muy específicos, para que en efecto pudiera ser creíble su propuesta.”

Reveles Vázquez agrega: “lo que llama la atención de este discurso es que es muy general, Peña Nieto y sus asesores dan la impresión de que manejan un discurso ambiguo, sin compromisos específicos y directos, en el ánimo de buscar el mayor número de apoyos, el mayor número de simpatizantes, el mayor número de votos, pero en concreto no se ve bien a bien cuáles son sus principios, sus valores ideológicos, su doctrina política; ahí es donde, desde mi punto de vista, existe un fuerte problema porque, si no hay identidad, ya no se diga en torno a una ideología sino en torno a ciertos valores que sostendría Peña Nieto y su posible gobierno, en realidad no sabemos hacia dónde está proponiendo el camino, cuál es el rumbo a seguir”.

“Todos estamos a favor de la lucha contra la pobreza o a favor de que haya garantías de seguridad a nivel nacional o que haya más empleo o que haya más salud o que haya más educación, todos estamos  de acuerdo en eso y lo ha reproducido sistemáticamente  el candidato del PRI, sin embargo, los “cómos” todavía no están claros y ahí es donde deja mucho que desear el discurso del candidato presidencial priísta.”

Las aspiraciones de Beltrones

El doctor en Ciencias Políticas, por la FCPyS-UNAM, explica que  “la negociación de las candidaturas de diputados y senadores es el siguiente paso. Ahí es donde el PRI tendría que reconocer los liderazgos locales a los gobernadores y establecer acuerdos para la influencia que pudieran tener estos liderazgos en la estructura del partido, y de esa manera garantizar la integración, aunque antes de la definición de candidaturas deberíamos ver cuál es la distribución del poder en la estructura del PRI, por el hecho de que es muy probable que Humberto Moreira salga, por un lado, y por el otro está Beltrones con la pretensión de tener una mayor influencia en la medida en que él ya cedió el espacio en el proceso interno. Se ha llegado a plantear en los medios que él sería el nuevo presidente nacional del PRI en sustitución de Moreira, que ha sido muy cuestionado por los medios de comunicación y, en general, por todos los partidos políticos”.

“En ese caso, Beltrones aseguraría un papel de aquí a la elección y después, en caso de que el PRI ganara la Presidencia, un espacio muy importante en el nuevo gobierno, lo que le permitiría continuar con sus aspiraciones presidenciales en un futuro lejano.”

“Yo creo que sí puede con toda razón reclamar mayor influencia en la estructura, y ya la segunda fase sí sería en la definición de las candidaturas a diputados y senadores donde los problemas en el interior del PRI han aparecido ya. En este reparto de candidaturas que ya se hizo con los partidos aliados Verde Ecologista y Nueva Alianza, la cúpula priísta está siendo muy cuestionados por los liderazgos locales, que ven en esta negociación el menosprecio de liderazgos con trayectoria, de activistas o líderes locales del PRI que están siendo desplazados o que serían desplazados por candidatos del Verde o de Nueva Alianza; aquí el PRI tendría que ser muy cuidadoso para evitar que esos problemas salgan de lo local y se conviertan en elementos de debate y cuestionamiento a nivel nacional.”

“En estos procesos —advierte el investigador Reveles Vázquez—  “se puede dar una división, la disminución de la fuerza del partido, aunque no haya fractura, pero sí un debilitamiento sobre todo en entidades donde no las tienen todas consigo —lo que comentaba al principio de la entrevista— es importante; por ejemplo, en el caso de Coahuila, el PRI gana con un porcentaje muy elevado, ahí sí retiene la gubernatura, el hermano del líder nacional del PRI gana la gubernatura con 63 por ciento de los votos —si mal no recuerdo— que es un porcentaje ya muy difícil de conseguir en una elección local en México.”

“No obstante, está a tono, está en el mismo nivel más o menos de lo que el PRI había obtenido en proceso locales; aunque pareciera muy grande la victoria del PRI en Coahuila, en realidad es relativa, porque el partido ha ganado en elecciones locales mucho y ha perdido casi todo en elecciones federales, es decir, ha ganado gubernaturas, presidencias municipales, diputaciones locales, pero en las elecciones federales ha perdido diputados federales, ha perdido senadores y ha perdido elecciones presidenciales; un fenómeno muy interesante porque el elector pareciera ser otro en la elección local y luego en la elección federal, entonces al PRI le puede suceder que en las elecciones locales gane, pero en las federales tenga muchos problemas para volver a ganar y ahí es donde está la apuesta del PAN o del PRD”.

Cualquiera, menos López Obrador

“Existe la versión, en calidad de rumor, de que pudiera haber un acuerdo; otra vez esta idea especulativa de que los panistas y la derecha y los sectores conservadores, los poderes fácticos apoyaran a alguien que no fuera López Obrador, cualquiera menos López Obrador, y entre los “cualquiera” estaría también Enrique Peña Nieto. Sin embargo, la situación política que estamos viendo es de la presencia de distintas fuerzas que están en disputa en el terreno electoral; y el PRI y el PAN justamente al parecer con acuerdos por lo menos en el Congreso, con coincidencias programáticas importantes, dado que los presidentes del PAN han continuado muchas de las políticas en materia económica que instauraron los gobiernos priístas, hoy se están confrontando;  por  un lado, el PAN que quiere permanecer en el poder, y, por el otro, el PRI que quiere regresar.”

En este contexto, Francisco Reveles destaca un punto importante, “que el PAN es el partido gobernante, y eso le da muchas ventajas en el proceso electoral; eso no se vio de manera analítica en las elecciones del 2006, pero al final salió a relucir la importancia de los medios de comunicación, el hecho de que ciertos empresarios apoyaran, incluso con propaganda, al candidato del partido gobernante, todo esto que vimos y que forma parte de esa desastrosa elección ahora también pesará. El gobierno del PAN  tiene en sus manos recursos económicos producto del erario, la propaganda política del gobierno, legal o ilegal, las relaciones con los poderes fácticos; el presidente Calderón puede llamar a cualquier empresario y cualquier empresario le va, por lo menos, a recibir o irá hablar con el Presidente sea lo que sea que el Presidente quiera plantearle, y también el Presidente tiene la relación con el exterior, básicamente con Estados Unidos; esto está en juego en el proceso mismo, no se notará demasiado pero sí tiene un peso real. El PRI no cuenta con este tipo de recursos, carece de ellos y ésta es una situación que pudiera efectivamente complicarle mucho su pretendido regreso”.

“Todo esto está poniendo en juego el equipo de campaña de Enrique Peña Nieto y es muy temprano para poder decir lo que resultará al final, pero lo que es cierto es que la elección todavía se ve muy lejana, muy distante, pueden ocurrir muchísimas cosas y modificar el orden que hasta el momento parece prevalecer en el PRI.”