Según los adeptos al New Age y al esoterismo, los mayas profetizaron que en 2012 se acabará el mundo, pero los expertos en esa cultura lo desmienten.

René Anaya

 

En 2012 padeceremos un bombardeo de libros, películas, conferencias y propaganda sobre la supuesta profecía maya que señala el fin del mundo en el solsticio de invierno del año que viene. Los creyentes del esoterismo y de la Nueva Era o New Age se convertirán en expertos instantáneos de la cultura maya y prehispánica, en general, a partir de un libro que se publicó hace 36 años.

Los defensores de la profecía maya invocarán estudios científicos, que en realidad solamente toman algunos elementos reales e históricos de los mayas para hacer creer que esa cultura tenía ciertos conocimientos arcanos que, por supuesto, no es dado revelar a los simples mortales.

La Cuenta larga de los mayas

Lamentablemente para quienes creen en las fuerzas secretas de seres superiores o para quienes pretenden lucrar con las creencias de la gente, el 21 de diciembre de 2012 solamente se cumplirá el fin de un ciclo según la concepción del tiempo maya, pues terminará el bak’tun 13.

Los mayas empleaban tres tipos de calendario: el sagrado, llamado Tzolkin, de 260 días, regía la vida de la gente común y corriente, las ceremonias religiosas y las tareas agrícolas; el civil o Haab era el año astronómico que duraba 365 días; y la Cuenta larga, basada en múltiples ciclos de tiempo, en la cual un intervalo de 7 mil 200 días (360 x 20) era conocido como katun, veinte katunes constituían un bak’tun o 144 mil días (20 x 7 200).

El arqueólogo inglés John Eric Sidney Thompson correlacionó la fecha de la creación del mundo, según la tradición maya, con el calendario gregoriano, de tal forma que estableció que en 4 Ajaw 8 Kumk’u (11 de agosto de 3114 antes de nuestra era) comenzó el periodo actual y, por tanto, la Cuenta larga maya.

En esas condiciones, el 21 de diciembre de 2012 se terminará el bak’tun 13 y continuará el siguiente bak’tun, el 14. Sin embargo, a partir de este dato, el escritor Frank Waters publicó en 1975 el libro El misterio de México, en el que se entrelazan creencias del mundo mexica y el maya. A ese libro siguieron otros que apoyaron esa superchería, como el de José Argüelles, El factor maya: el camino más allá de la tecnología, publicado en 1987 y Cosmogénesis maya 2012, de John Jenkins, según documentó Antonio Ramírez, de la Sociedad de Astronomía de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, en su blog Astronomía recreativa.

Del libro de Waters, el doctor en Historia del Arte, Eric Velázquez, planteó a principios de este mes en la VII Mesa redonda de Palenque, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que el autor hizo una mezcolanza de creencias, pues establece que el Monumento 6 de Tortuguero, Tabasco, marca el supuesto fin del Quinto Sol (concepto de la cultura mexica) y la llegada de una nueva humanidad o Sexto Sol).

“Así se inició toda una secuencia de literatura de la Nueva Era que ha crecido al paso de los años, generando grandes dividendos, y que satisface la necesidad de mucha gente de creer, pero que no tiene ningún sustento en los métodos de investigación humanística ni académica”, consideró Eric Velázquez.

Del fin del mundo a una nueva era

A pesar de esas bases erróneas, se continúa difundiendo la falsa profecía. Por esa razón, resulta loable la labor del INAH, que ha organizado actividades para dar a conocer las más recientes investigaciones sobre los glifos mayas y, en especial, de las inscripciones del Monumento 6 de Tortuguero.

Sven Gronemeyer y Barbara Macleod, de la Universidad de La Trobe, Australia, durante la VII Mesa redonda de Palenque, informaron de sus trabajos de interpretación del texto esculpido en el siglo VII de nuestra era en el Monumento 6 de Tortuguero, en el que se alude a la conclusión de un ciclo de 5 mil 125 años.

Se menciona, además, que en esa fecha (21 de diciembre de 2012) será investida la deidad Bolon Yokte’, vinculada con la creación y la guerra, uno de los dioses que participaron en el inicio de la era actual. Pero lo más interesante —refiere un comunicado del INAH— es que este hecho está ligado con la propia historia de la antigua ciudad maya de Tortuguero, pues en el Monumento 6 aparece citado el gobernante Bahlam Ajaw (612-679 de nuestra era), de modo que “la mención del evento futuro de la terminación del décimo tercer bak’tun sitúa a dicho señor en una narrativa mítico-histórica, conectando el inicio de la era en curso (4 Ajaw 8 Kumk’u), con su reflejo en el futuro”.

De esta manera, se derrumba el mito de la profecía maya del fin del mundo y, en todo caso, “en la eternidad del tiempo, la investidura de Bolon Yokte’ para supervisar el fin del décimo tercer bak’tun es un pequeño paso para un dios, y no necesariamente un gran salto para la humanidad”, advirtió Gronemeyer.

reneanayas@yahoo.com.mx