Entrevista a Luis Carlos Ugalde/Ex titular del Instituto Federal Electoral

Moisés Castillo

El presidente Felipe Calderón le sigue llorando a Michoacán. Luego de que su hermana Cocoa perdiera la elección a gobernador, el Ejecutivo federal no se resigna y golpea. En el homenaje que el PAN organizó en memoria del secretario de Gobernación José Francisco Blake, el mandatario advirtió sobre la participación del crimen organizado en lo comicios de noviembre pasado, donde el priísta Fausto Vallejo se alzó con la victoria.

“A quién beneficia la acción de los criminales y a quién perjudica es una pregunta clave que el país tiene que responder. Por lo pronto, ya sabemos a quién perjudica: perjudica al PAN, a sus mejores alcaldes, al mejor alcalde que hayamos tenido, y perjudica al pueblo de México. La pregunta de a quién beneficia también tiene que ser respondida.”

“Sí me parece que es una amenaza para México el que el crimen organizado esté interviniendo ya tan burdamente en los procesos”, dijo Calderón.

De inmediato, el aspirante presidencial Enrique Peña Nieto afirmó que es preocupante el tono de las descalificaciones del presidente de la república sobre que el narcotráfico influyó a favor del PRI.

“Me preocupa el tono de las descalificaciones de quien es jefe del Estado y que debe estar para gobernar para todos y generar condiciones óptimas para el pleno ejercicio de nuestra democracia… No sé si hubieran sido las mismas descalificaciones si el resultado hubiere sido otro. La participación elevada en esa elección es la que definió el resultado.”

Asimismo, Andrés Manuel López Obrador exigió a Calderón actuar contra la injerencia del narco en los procesos electorales, si hay pruebas contundentes de ello.

“No es nada más decir que está participando la delincuencia organizada en asuntos electorales o que está apoyando a los partidos, hay que proceder si se tienen pruebas. Esa es la obligación de cualquier ciudadano, mucho más de una autoridad”.

Este polémico tema se abordó en el Foro Democracia Latinoamericana organizado por la UNAM, el Instituto Federal Electoral y la Organización de Estados Americanos. En su intervención, el asesor especial de la OEA, Dante Caputo, advirtió sobre el riesgo de que el dinero distorsione la democracia.

“Es más, debería aclararse —para que nadie se llame a falsos entendidos— que la tensión entre el dinero y la política se vuelve un problema efectivo y real en la democracia. De ahí, por cierto, que los grandes escándalos de corrupción en los últimos dos siglos se hayan presentado precisamente en los sistemas democráticos.”

En este sentido, Antonio Mazzitelli, representante de la Oficina Regional de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, afirmó que es más fácil incidir en la elección de un alcalde que después puede movilizar votos para un candidato presidencial.
“Los efectos serían terribles por el sistema, por la credibilidad de la política. Lo que es mucho más difícil es que la infiltración sea directa en las campañas de los candidatos presidenciales, sino a través de cargos elegidos a nivel más bajo.”

Por su parte, el consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés, exhortó a Calderón a presentar las pruebas de sus dichos respecto a que el crimen organizado intervino en la elección de Michoacán del pasado 13 de noviembre y precisó que es un delito que corresponde investigar al gobierno federal.

“Esperaríamos que, además de la Secretaría de Gobernación, la propia Procuraduría General de la República, a través de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, hagan lo que les corresponde para evitar que se produzcan esas actividades”.

Para Luis Carlos Ugalde, ex titular del IFE, ni la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, ni el IFE pueden garantizar que el narco se infiltre en las campañas electorales. Además, Ugalde sostiene que la reforma electoral del 2007 no puede “blindar” las campañas de recibir recursos de procedencia ilícita.

“Desafortunadamente en 2007 se hizo una reforma electoral muy mala que ha generado un efecto perverso: ha contribuido a encarecer las campañas, ha generado un costo de la industria electoral y, en ese sentido, hay dinero no registrado que está fluyendo en las campañas. El problema es el financiamiento del narcotráfico, me parece que es lógico suponer que ese dinero ha llegado a algunas campañas y que seguramente seguirá fluyendo.”

Hacia un Estado narcotizado

¿En qué sentido el dinero distorsiona la democracia?

El dinero puede distorsionar la democracia en dos sentidos: que se convierta de una democracia a una plutocracia. Es decir, que los ricos paguen campañas y, por lo tanto, compren puestos políticos. En segundo lugar, que el crimen organizado lo haga y, en todo caso, estaríamos en un Estado narcotizado. En ambos casos, la influencia del dinero desmedido es un riesgo para la democracia porque en un caso penetran los ricos que cooptan el poder público y, en el segundo, entran los criminales. Me parece que no hay Estado en el mundo que caiga en estas dos características. Lo que sí existe en el mundo como riesgo es que la influencia desmedida de dinero puede generar inequidad y acceso de unos cuantos al poder público.

¿Esto se debe a la poca transparencia financiera de los partidos políticos?

Este no es un problema de los partidos, es un problema de un Estado y un país que está inmerso en un fenómeno muy serio como el narcotráfico. La ley electoral, el IFE, los partidos, son actores muy marginales de un problema global. Cuando el narco penetra a un Estado como el mexicano, penetra todas sus estructuras. Esto no soluciona que los partidos sean transparentes. Aunque en México los partidos sean totalmente transparentes, eso no va evitar que llegue dinero del narcotráfico.

¿Cómo se “blindan” las campañas rumbo al 2012?

Las campañas se “blindan” con buenas reglas del juego. Si las reglas del juego están mal, habrá mal “blindaje”. No se soluciona el exceso de dinero en campañas vigilando y persiguiendo a los partidos políticos como policías; no. Se logrará cuando se generen soluciones de fondo. Esto pasa por vigilar las haciendas públicas de los estados, generar mayor competencia en los medios de comunicación locales, regular el dinero que se destina a las campañas de comunicación social. No pasa por el IFE ni por las reglas electorales, ni por la transparencia.

¿Se tiene que impulsar una contra reforma a la ley electoral de 2007?

Hay que reescribir las reglas del juego. No sé si sea una contra reforma pero hay que saber lo que se busca y escribirla bien, porque la del 2007 no ha conseguido ni más equidad, ni ha hecho la democracia más barata. Son reglas que no están cumpliendo los propósitos para las cuales fueron diseñadas.

El Presidente afirmó que el narco favoreció al PRI en Michoacán, ¿es grave esta intromisión de Felipe Calderón en el proceso electoral?

El riesgo es que el narco penetre y está ocurriendo. Qué tanto está penetrando, no lo sabemos. El Presidente argumenta que en Michoacán es mucho. Los datos no sugieren que así haya sido. Es decir, Calderón argumenta que en Michoacán el narco pudo haber intimidado votantes y alterar el resultado de la elección. Cuando uno ve el resultado electoral no se ve así. Antes de Michoacán no parece haber una intimidación del crimen organizado o que se haya desalentado la participación ciudadana. Un estudio del analista Eduardo Guerrero demuestra que entre 2006 y 2009, en los 42 distritos más violentos del país, la participación se mantuvo constante. De tal forma que antes de Michoacán no hubo algún indicio que suponga que el crimen alteró el comportamiento de los votantes. ¿Estará financiando campañas el narco? Seguramente, y de varios partidos. ¿El Presidente debe decirlo y alertarlo en caso de que suceda? Sí, por supuesto. Pero lo relevante es la forma, la manera en que lo hizo fue adjudicar la culpa al PRI, diciendo que el PAN era la víctima. Se trata de un ataque político al PRI, y ese tipo de tono del Presidente no ayuda a combatir el narco en las campañas y generar la percepción de una competencia equitativa.

Al parecer no hay políticos responsables y sólo generan polarización…  

Lo del presidente de la república es un riesgo porque está colocando al narco como fuente de acusación para que a alguien se le ocurra pedir la anulación de la elección, eso es muy grave. La acusación de Calderón genera la tentación de que mañana el que pierda una elección diga que es por culpa del narco: los perdedores de Michoacán acusaron de que el narco había generado distorsión de resultados, donde además la hermana del Presidente fue uno de las contendientes. Una vez que se inician las campañas se vale que cada precandidato diga lo que crea. Si uno cree que su adversario es irresponsable en combate al narco, debe decirlo, eso no me parece grave. Estamos hablando del presidente de la república que tiene bajo su mando la procuración de justicia, la lucha contra el narco y las fuerzas militares.

Los medios y la cobertura

Hay voces que sugieren revocar el triunfo electoral al partido o candidato que rebase los topes de campaña, ¿es adecuado y viable?

Sí, pero ésa es la teoría del policía. Lo que necesitamos saber es por qué la industria electoral es muy cara. Si pensamos que persiguiendo a los candidatos que se porten mal vamos a solucionar el problema, no. Por qué los partidos deben gastar tanto dinero para ser competitivos, por qué tienen que rebasar los topes de campaña. Vamos a checar cómo está la estructura de los medios de comunicación, porque ahora se paga la cobertura periodística y eso cuesta caro, cuánto cuesta la movilización del voto, cómo es posible que exista el desvío de recursos públicos en las haciendas públicas locales, por qué hay convenios de publicidad con repetidoras de radio y TV en el ámbito estatal, ése es el problema de fondo. Solucionemos ese problema que pasa por reformar la ley de coordinación fiscal, hagamos una ley para asignar recursos a los medios de comunicación con base en un criterio de circulación, vigilemos y fiscalicemos mejor el gasto público de los municipios y estados.

 Pero existe la tentación de que la PGR sea usada con fines electorales…

Espero que no, es algo que desconocemos, pero estas declaraciones del Presidente son indebidas porque generan la suspicacia de que podría usarse la procuración de justicia con fines electorales. El “michoacanazo” existió sin que se haya argumentado la culpabilidad de los funcionarios y luego se hace una declaración sobre la elección en Michoacán sin que existan evidencias. Esto construye la suspicacia de que la PGR se usará indebidamente. Hay la sospecha de los opositores que podría suceder y es entendible que así piensen.

¿Cuáles son las principales diferencias y similitudes de los procesos electorales del 2006 y 2012?

Tienen muchas cosas en común: primero, hay un cuestionamiento y un ataque constante a la autoridad electoral, incluso más agudo que hace seis años. Los actores políticos observan selectivamente las reglas del juego. Por ejemplo, en el tema de las precampañas, la ley electoral las prohíbe y todos los partidos han violado esa disposición. Vemos que muchos actores están cuestionando las reglas que ellos mismos aprobaron en 2007. Alberto Anaya, presidente del PT, dice que las prohibiciones de campañas son injustas cuando él las aprobó. El presidente Calderón se queja de las restricciones a la libertad de expresión cuando él firmó la ley para promulgarla, el PRI está impugnando la distribución de spots durante precampañas cuando tienes un precandidato único y es parte de la legislación electoral. Todos están cuestionando las reglas del juego.

A diferencia del 2006, habrá más litigios, porque cuando tienes más reglas que aplicar y más prohibiciones que ejecutar, se generan más litigios. La tendencia es desconocer el resultado por parte de los perdedores. Sucedió en Michoacán donde se regateó el resultado. Sucedió en 2010 en varias entidades, en Guerrero este año, sucedió en el Estado de México con una diferencia de 40 puntos. Esta tendencia de todos los partidos en casi todas las elecciones nos lleva a suponer que en 2012 se repetirá la historia.

¿El IFE tiene la capacidad de llevar adecuadamente la elección presidencial luego de que se integró por completo su Consejo General?

El problema no es el número de consejeros, más bien son las reglas que aplican. Cuando se tienen 6 o 9 consejeros pero con un reglamento malo, genera conflicto y no va al fondo de los asuntos. No importa el tamaño del árbitro sino la calidad del reglamento y éste es deficiente. Importan también la actitud y la responsabilidad de los jugadores. Puedes tener el mejor árbitro pero eso no garantiza que el resultado sea procesado políticamente hablando. Una democracia electoral se consolida cuando los actores aceptan el resultado a partir de reglas que conocían. No hay una aceptación inmediata de los perdedores. Y ése es el gran  problema que nos depara el 2012 igual que en 2006. Somos rehenes de las tácticas de los partidos.

PAN y PRD se disputarán el segundo lugar

¿Cuáles son los escenarios para el 2012? ¿Se antoja una elección competida?

Será una elección de dos candidatos y se va a repetir el fenómeno del 2006: los dos candidatos que logren estar arriba serán reforzados por una estrategia del voto útil. Esto va a generar que el tercer lugar se colapse. Me parece que permanecerá la posición del PRI de mucha fortaleza. Lo que va ocurrir en dos o tres meses es la lucha entre PRD y PAN por ocupar el segundo lugar. Entonces los simpatizantes del partido que se caiga impulsarán la estrategia del voto útil. Cuál de esos dos candidatos me gusta o no me gusta. Entonces mudarán sus votos por los punteros. Creo que eso es lo que va a suceder.