Sobra potencial
Julio A. Millán B.
En el 2012 no se vislumbra un panorama prometedor pues los principales problemas internacionales no se han resuelto.
El principal reto para el país seguirá siendo el logro de un mayor crecimiento económico, así como mantener la estabilidad de precios.
México está comprometido en continuar con las reformas que le permitan incrementar su competitividad y mantener un crecimiento económico sustentable.
El presente año cierra en medio de un escenario de gran incertidumbre en el ámbito mundial, este contexto particularmente difícil ha derivado de la lentitud en el repunte de la economía de Estados Unidos, así como de la crisis de la deuda de varias naciones de la Unión Europea.
Dado lo anterior, en el 2012 no se vislumbra un panorama prometedor, pues los principales problemas internacionales no se han resuelto; no obstante, de manera local se avecina un año electoral y la derrama de recursos que esto implica podría ser un buen soporte para estimular el crecimiento económico.
Nos enfrentamos a un entorno complicado, la continuidad de la inestabilidad financiera y una posible contracción del crédito internacional afectarán negativamente el flujo de capitales hacia México y provocarán el incremento de los costos de financiamiento. El decrecimiento europeo tendrá un efecto importante sobre Estados Unidos y sobre Latinoamérica.
Durante el año 2012 la principal fuente de crecimiento para México continuará siendo su mercado externo: exportaciones petroleras y no petroleras, remesas y entradas de capital; sin embargo, desafortunadamente este mercado se encuentra muy ligado al comportamiento de la economía estadounidense, la cual se estima que tendrá un crecimiento moderado, cercano a 2%, continuando con una lenta recuperación.
Creemos que por lo menos durante los siguientes cinco años aproximadamente, Europa y Estados Unidos crecerán a tasas muy moderadas; esto generará una traba sobre el conjunto de la economía mundial pues implica una desaceleración de la demanda externa a nivel global y es un factor a tomar en cuenta para cualquier previsión.
A pesar de la relativamente pequeña exposición de México a Europa ¾sólo alrededor de 5% del total de las exportaciones¾, hay algunos canales indirectos que debemos tomar en consideración, por ejemplo, fluctuaciones en los tipos de cambio, y un menor y más caro acceso al financiamiento internacional.
A nivel interno, los principales riesgos están por la vía de la inseguridad pública y la posible existencia de conflictos postelectorales. Para las industrias, es de suma importancia crecer o no perder mercado: buscar mejoras en producción, comercialización, proveedores, competitividad e innovación.
El principal reto para el país seguirá siendo el logro de un mayor crecimiento económico, así como mantener la estabilidad de precios. En el caso del crecimiento del Producto Interno Bruto, sin duda alguna, su logro estará determinado por las decisiones que se tomen para seguir reactivando el mercado interno, en buena medida deberá estar sustentado por la inversión pública en materia de infraestructura.
Aún es pronto para determinar de qué tamaño podría ser el impacto del entorno externo en México, sin embargo es claro que el sector manufacturero ¾el más vinculado al ciclo de Estados Unidos¾ será el más expuesto a través del desempeño de las exportaciones.
No debemos perder de vista que la fortaleza de nuestra economía radica en la solidez financiera y en las finanzas públicas sanas, que son pilares fundamentales para alcanzar un desarrollo sostenido y a largo plazo.
En la actual coyuntura a México se le abre una gran oportunidad: de lograr la voluntad política necesaria para aprobar reformas necesarias, México puede mostrar tasas de crecimiento en medio del estancamiento.
jmillanb@grupocoraza.com
