El conservador Mariano Rajoy, es Presidente de España con la comodidad que le proporcionan los 186 diputados de su mayoría absoluta, pero enfrente tendrá una oposición que durante la primera jornada de la sesión de investidura no dejó de pedirle más detalles en sus anuncios.

Tras un mes exacto de silencio después de ganar las elecciones, el próximo presidente del Gobierno prometió “llamar al pan, pan y al vino, vino” y habló más que nunca en el Congreso, pero en todas sus intervenciones dejó sombras que el resto de grupos le urgen a disipar.

El líder del PP sólo anticipó una cifra concreta: una reducción del déficit en 16 mil 500 millones de euros en el próximo ejercicio para cumplir con las exigencias de la UE. Sin embargo, el dato es provisional, a la espera de concretar nuevos recortes hasta saber la cifra exacta.

Este recorte conllevará “rebajas en todas las partidas del gasto” con la única excepción de las pensiones, que serán revalorizadas a fecha de 1 de enero.

“Soy muy consciente de que no me enfrento a un escenario de halagos y lisonjas. Yo no he llegado a este momento para cosechar aplausos, sino para intentar resolver problemas”, aseguró Rajoy.

Redacción/mc

 
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