El Monumento 6 de El Tortuguero, el único en el que está referido el término de una era en el calendario de cuenta larga de la cultura maya, para el 21 de diciembre de 2012, es una de las cerca de 300 piezas arqueológicas con las que fue reabierto parcialmente el Museo Regional de Antropología “Carlos Pellicer Cámara”, en Villahermosa, Tabasco.

Tras permanecer cerrado cuatro años por daños en su infraestructura —producto de las inundaciones ocurridas en 2007— y sometido a una reestructuración de largo plazo, este miércoles el recinto fue reinaugurado con un guión actualizado, por el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Alfonso de Maria y Campos, y el gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo.

En esta primera fase el museo reabrió con dos salas, en las que exhibe una colección de objetos pertenecientes a dos de las cuatro culturas prehispánicas que habitaron la región: olmecas y mayas. También se asentaron zoques y nahuas.

Alfonso de Maria y Campos, titular del INAH, destacó luego de más de 30 años de haberse creado el Museo Regional de Antropología “Carlos Pellicer Cámara”, este recinto vuelve a renacer mediante la suma de esfuerzos con el Gobierno del Estado de Tabasco, a la que se también se aunaron con financiamiento la Cámara de Diputados, la Secretaría de Turismo, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y el Fondo de Desastres Naturales.

En este sentido, comentó que el Instituto invirtió 21.5 millones de pesos, destinados a trabajos de remodelación arquitectónica, restauración de piezas y actualización del guión museográfico.

De Maria y Campos explicó que esta primera etapa de reapertura del Museo Regional de Antropología se efectúa con las salas dedicadas a las culturas maya y olmeca, cuyas colecciones fueron enriquecidas con monumentos trasladados desde el Parque Museo de La Venta, a fin de brindarles mayor protección, como es el caso de los llamados Rostro geométrico de mosaico de piedra verde y el Monumento 13.

“La labor del INAH en Tabasco no sólo se ha limitado al Museo “Carlos Pellicer”, toda vez que conjuntamente con el gobierno estatal se ha trabajado en el rescate de la imagen urbana de Villahermosa, y en la restauración de los templos de Santo Domingo, Oxolotán y Santiago Apóstol, que datan de los siglos XVI y XVII, ubicados en el municipio de Tacotalpa.

“Asimismo se amplió y actualizó la museografía del Museo de Sitio de Comalcalco; mientras que en materia de investigación en la entidad tabasqueña se han localizado 200 sitios arqueológicos, derivado del desarrollo de los Programas de Exploración Sismológica, además de la actualización de la información de otros 600, de los municipios de Huimanguillo, Cárdenas, Cunduacán, Jalpa de Méndez, Centro y Centla”.

Por su parte, el gobernador de Tabasco, Andrés Granier, destacó la colaboración con el INAH en el desarrollo de dichos trabajos en favor del patrimonio cultural de la entidad, y anunció que será durante los primeros cuatro meses de 2012 cuando se termine la actualización total del Museo Regional de Antropología “Carlos Pellicer Cámara”, con la reapertura de otros dos pisos que estarán dedicados a las antiguas culturas zoque y nahua.

El nuevo Museo “Carlos Pellicer”

 Con una museografía de primer nivel, el espacio museístico busca, con el uso de nuevos procesos de aprendizaje y enfoques de interpretación, ser un centro de información, documentación y comunicación acerca del México prehispánico, pues cabe señalar que su acervo total asciende a 10 mil objetos arqueológicos de distintas culturas mesoamericanas.

La planta baja y el primer piso del moderno edificio que alberga el museo, en el centro de Villahermosa, fueron inauguradas con las salas: Los Olmecas y Los Mayas de Tabasco: Dueños de ríos y selvas, en las que se da respuesta a interrogantes sobre esas antiguas culturas, las cuales giran en torno a la lengua, el sustento, los centros urbanos, la religión, la estructura social, la escritura, la observación astronómica y el abandono de los sitios.

Debido a su riqueza biológica, el territorio que hoy ocupa el estado de Tabasco fue el asiento de varias civilizaciones que usaron los ríos Grijalva, Usumacinta y Mezcalapa, para trasladar recursos e intercambiar conocimientos, dejando numerosos vestigios de su presencia, entre ellos grandes ciudades, después de más de 3,000 mil años de ocupación.

La cultura olmeca fue la primera civilización del México antiguo que se asentó en el occidente de Tabasco y el sur de Veracruz, y que irradiaría a otros confines de la región. En La Venta, construyeron un gran centro en la cima de un promontorio natural que destaca en medio de la llanura inundable.

Los gobernantes y sacerdotes olmecas legitimaron su poder a través de la comunicación con sus dioses, y para ello utilizaron las esculturas de piedra, asociadas a la arquitectura pública, como un medio para trasmitir este mensaje de modo persistente y permanecer en la memoria de los hombres tras su muerte.

Entre las obras más representativas de esta cultura que se exhiben en el Museo “Carlos Pellicer Cámara”, datadas entre 800-400 a.C., están un rostro geométrico elaborado en bloques de piedra verde conocida como serpentina, que formó parte de una ofrenda masiva localizada en La Venta; la Cabeza Colosal 2 de ese mismo sitio; así como una oblación de hachas de serpentina y de basalto procedentes de la localidad de Ojoshal.

Mientras, en la sala dedicada a Los Mayas de Tabasco: Dueños de ríos y selvas, se explica que dos siglos antes de nuestra era, estaban en pleno crecimiento las aldeas y poblados que años después serían las ciudades mayas más importantes del periodo Clásico (250-900 d.C.) en territorio tabasqueño, así como en otras regiones circunvecinas como Palenque, en el norte de Chiapas.

Así, los mayas se hicieron dueños de la selva y de la intrincada red de comunicaciones formada por los ríos, y lograron construir grandes poblaciones, ciudades y señoríos que luchaban por su autonomía e independencia de los centros urbanos del Alto Usumacinta y el Petén.

Reflejo de este poderío son algunas de las piezas de los siglos VII y VIII d.C. que se pueden admirar en la sala: las estelas 1 y 2 de Moral-Reforma, los monumentos con inscripciones de El Tortuguero (destacando el número 6), portaincensarios en estuco y piedra caliza, traídos por el propio poeta Carlos Pellicer desde Palenque, así como un conjunto de incensarios efigie de la cultura zoque, provenientes de distintas cuevas de la Sierra de Tabasco (600-900 d.C.).Considerada la segunda más importante del país, la colección del Museo Regional de Antropología “Carlos Pellicer Cámara” abarca diferentes periodos —del Preclásico, (800 a.C.) hasta el Posclásico (900-1521 d.C.)— y expresiones de variadas civilizaciones, desde los olmecas hasta los mexicas. Un acervo invaluable que se mostrará por etapas hasta concluir la reestructuración total del recinto.

El Museo Regional de Antropología “Carlos Pellicer Cámara” se ubica en Av. Carlos Pellicer Cámara 511, centro de Villahermosa. Tabasco. Horario: martes a domingo, de 9:00 a 17:00 horas.