Circo político, sin ideologías

Doña Isabel

Teodoro Barajas Rodríguez

Morelia.- Isabel Miranda de Wallace deja su trinchera eminentemente ciudadana para apuntalar la campaña electoral en el Distrito Federal para el PAN, el cual registra desventaja comparativamente con las izquierdas y el PRI. La señora Isabel enfrentó un lamentable trance trágico como lo fue el secuestro y homicidio de su hijo Hugo, alzó su voz para denunciar la impunidad, no declinó en esa lucha ciudadana contra la ilegalidad, la injusticia y los excesos.

Su bandera cambió de color como ella de piel, se adentra en los laberintos inefables del poder, la calidad moral de que estaba investida se finiquitó. Algunas de sus expresiones se escuchan ambiguas o ingenuas, aseguró que si hubiese sido invitada a ser candidata a jefa de Gobierno del Distrito Federal por el PRI o el PRD igual hubiese aceptado. No tiene ideología, aunque este mal, por así llamarlo, lo comparten muchos militantes de partidos que vegetan en el pragmatismo.

En los últimos años, la inseguridad, la violencia, así como las sombras de la impunidad que amenazan con dejarnos un Estado fallido han propiciado que diversas voces poseedoras de componentes disímbolos eleven sus decibeles para exigir justicia.

Las crónicas coloreadas de sangre se han expandido, las historias desgarradoras superan la ficción. Personajes de la sociedad civil, por tanto carentes de vínculos partidistas, han desfilado en una marcha que parece interminable; algunos nombres como Alejandro Martí, Julián Lebarón, Javier Sicilia y muchos más han pregonado contra la inoperancia de las autoridades. Si algunos de ellos abrazaran una causa electoral su imagen sufriría una metamorfosis, perderían calidad moral al buscar el poder oficial.

Isabel Miranda de Wallace no ha sido bien vista por muchos ojos que antes la consideraban auténtica, ahora es una más de las candidatas en ese circo político en donde no existen ideologías definidas, su imposición así lo revela, el PAN no tiene cuadros competitivos para arrebatar al PRD el único bastión que le queda.

La señora Miranda de Wallace carece de experiencia política, administrativa y partidaria, se escucha cándida en sus argumentos, no siente los colores azules, por tanto desconoce la doctrina de esa organización fundada por Manuel Gómez Morín. Estimo que no era su candidatura el medio ni el fin.

Ya alguna vez estuvo en Michoacán para despotricar contra los candidatos del PRI y del PRD para favorecer a Luisa María Calderón Hinojosa, confirma su vocación ahora, no sé si de manera tardía.

En términos generales la actividad pública en México está a la baja, la ventana de la sociedad civil y la lucha social ofrece otro panorama que ha servido para refrescar nuestro presente. Los problemas de la capital del país son mayúsculos; para enfrentarlos, la señora Miranda de Wallae ofrece su voluntad de mano de su inexperiencia.

Fue encomiable su lucha, no lo dudo, su trayecto estuvo marcado por el dolor propio y ajeno, sin embargo, su pretensión actual disminuye sus logros, el señuelo del poder confunde como el canto de las sirenas a la tripulación que acompañó a Ulises en La Odisea.

No era el camino a seguir, la sociedad civil pierde un cuadro distinguido para agenciarlo al PAN, tan necesitado de liderazgos emergentes. En la guerra y en el amor todo se vale dirán; en la política también.