Un muérdago para el euro

Martha Bañuelos

París.- Unos 870 mil millones de euros (€) están en circulación en los 17 países de la zona euro. Hace 10 años, un 1° de enero los europeos de la Unión monetaria, se despertaron con el euro en sus bolsillos. El euro, es uno de los más importantes pasos que ha dado la Unión Europea en su construcción, el euro adquirió una importancia estratégica mundial al suprimir el cambio entre monedas europeas, facilitando exportaciones y transacciones. Su solidez le valió que países petroleros lo vieran como moneda de transacción en lugar del dólar.

Este fin de año, los expertos le dieron una tregua, pero una vez terminadas las fiestas, retomaron las armas, hablando de la Unión Europea de débil crecimiento o suave recesión, y prevén para unos (Alemania, Países Bajos, Finlandia, Irlanda) una ligera mejora de su PIB; para otros (Grecia, Portugal, España e Italia) una política de rigor que los hundirá en una espiral de recesión y Francia seguirá los pasos de estos últimos.

Desde la entrada en circulación del euro, en 2002 se buscó controlar la inflación dando sistemáticamente el precio en euros y en la moneda del país, en Francia el franco. En diez años dos de los productos franceses más representativos: el pan “baguette” de 250 gr, aumentó 27 por ciento, la taza de café 45 por ciento, mientras que el salario mínimo aumentó en 34.55 por ciento.

Pero aun así de cada tres europeos, dos no desean su desaparición. Se espera que 2012 sea el año en que el euro, demuestre su perennidad, para que también las cosas simples de la vida continúen, como el menú clásico francés para la cena de año nuevo: ostiones acompañados de vinagre de manzana con chalote, pan negro con mantequilla con sal; foie-gras, (nada que ver con el paté, parte esencial del patrimonio cultural y gastronómico de Francia) que se obtiene cebando el hígado de una oca, pato o ganso, el “foie-gras” es servido con una compota y con un pan de jengibre, ya que la confrontación de sal-azúcar libera los sabores.

Se continua con una  selección de entre las 365 variedades de quesos, uno para cada día del año; uno de los más representativos es el “Camembert de Normandía”, que necesita algo más de dos litros de leche cruda para hacer un queso de 250 gr, cuando se come, este queso debe escurrir como una crema que al mismo tiempo libera su aroma. La cena termina con la “Bûche de noël” un pastel con apariencia de tronco de madera y todo servido con Champagne y vinos.

¿Quién creó el menú? La tradición y personalidades como el varias veces laureado, con una estrella en la guía Michelin, el Chef Mauro Colagreco del Mirazur en Menton, quien es parte de la élite de la cocina francesa; así como Patrick Sicard, Presidente de “Maison Lenôtre” y Nicolas de Bailliencourt “Courcol”, Gran Canciller de la Academia del Vino de Bordeaux estos dos últimos recibieron el reconocimiento en gastronomía y vinicultura de la “Excelencia francesa” en noviembre del 2011.

En Francia, la tradición no es contar las campanadas de las 12 comiendo uvas, aquí se cuelga un ramo de muérdago blanco y se lleva a su elegido bajo el muérdago para besarlo y desearle un feliz año nuevo! ¡Un muérdago para el euro!