Del 23 al 26 de marzo
Raúl Rodríguez Cortés
De acuerdo con el programa oficial dado a conocer el pasado domingo primero de enero por el Episcopado Mexicano, Benedicto XVI visitará nuestro país del 23 al 26 de marzo próximos. El Papa llegará a León, en vuelo directo desde Roma, la tarde del viernes 23 de marzo, exactamente el mismo día del arranque oficial de las campañas políticas de los candidatos presidenciales.
Es muy difícil, si no es que imposible, que esto sea una coincidencia. En política no existen. Y en este caso no parece haber mas que de dos sopas: o la visita la promovieron Felipe Calderón, el panismo y los grupos ultraconservadores y fanáticos como el Yunque para recuperar votos en una elección federal que en estos momentos no ganarían, de acuerdo con las mas recientes encuestas de intención de voto; o esos grupos de poder se montarán en una visita quizás promovida por la iglesia católica con fines verdaderamente pastorales, en busca del mayor beneficio electoral posible que les ayude a frenar y revertir su actual debacle.
De acuerdo con el calendario electoral de 2012, el registro de los candidatos a la Presidencia deberá realizarse entre el 15 y el 22 de marzo. Las campañas arrancarán al día siguiente de que se cumpla ese requisito. Los registros de las candidaturas presidenciales normalmente se han hecho en el límite del plazo marcado por la ley. De ahí que se prevea que las campañas empezarán el 23 de marzo, día en que Calderón recibirá en el aeropuerto internacional de León, en horas de la tarde, al jefe del Estado vaticano. Lo hará acompañado de Juan Manuel Oliva, gobernador de Guanajuato, uno de los siete estados donde también se elegirá el 2 de julio el Ejecutivo local (los otros son Yucatán, Jalisco, Tabasco, Morelos, Chiapas y el Distrito Federal), y cuyos candidatos a la gubernatura iniciarán campañas unos días después de la visita papal.
De ahí que se infiera que los grupos políticos conservadores guanajuatenses, también sacarán provecho político-electoral de la gira pastoral.
Ese viernes 23 de marzo, el papa Joseph Ratzinger pernoctará en León. Su dormitorio será habilitado en uno de los colegios católicos más reconocidos de la entidad (el Miraflores, fundado por la congregación española de las Esclavas de la Santísima Eucaristía y de la Madre de Dios) y el sábado 24 de marzo se trasladará a Guanajuato, la capital del estado, a la Casa del Conde de Rul, sede de los poderes de la entidad, donde se entrevistará con Felipe Calderón.
Al día siguiente, domingo 25 de marzo, oficiará una misa en el Parque Bicentenario, de cara al cerro del Cubilete y al monumento a Cristo Rey, en el corazón de lo que fue la Guerra Cristera, y a unos pasos de la Catedral.
Esto explica, por otra parte, la inauguración, también el pasado domingo primer de enero, de la nueva Plaza Catedral, que tuvo una inversión de 100 millones de pesos de los gobiernos estatal y municipal. La obra fue bendecida por el arzobispo de León, José Guadalupe Martín Rábago, acompañado del gobernador Oliva quien explicó que esa plaza pública es para conmemorar a los ciudadanos que fueron asesinados en 1946 durante una protesta por un fraude electoral.
Esto no es estrictamente cierto. La obra y el remozamiento de la zona más bien tienen que ver con la visita papal, lo que implicaría, en el menos grave de los casos, el uso de dinero público para apoyar celebraciones de una fe religiosa; y, en el peor, el uso de recursos del erario en respaldo de una candidatura presidencial.
En ese contexto cuesta trabajo asimilar, y ameritaría un rotundo rechazo, el anuncio hecho también el domingo primero de enero de que la visita del Papa será financiada por el gobierno federal y el de Guanajuato, además de los donativos que se pedirán a empresarios y feligreses.
Está bien que estos últimos financien el viaje de su jefe espiritual que además es cabeza del Vaticano, un Estado con el que México tiene relaciones diplomáticas. No veo por qué, insisto, que el viaje tenga que ser pagado con nuestros impuestos.
De cualquier manera que es imposible separar la próxima visita papal a nuestro país de la coyuntura política electoral de este año en que también se elegirán diputados y senadores federales, asambleístas y delegados, así congresos locales y ayuntamientos en otros ocho estados de la República: San Luis Potosí., Sonora, Nuevo León, Colima, Guerrero, Campeche, Estado de México y Querétaro.
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