La política del hijo único en China empieza a convertirse en un dolor de cabeza para el gigante de Asia, luego de que gran parte de sus fondos de ahorro los tendrá que invertir en pensiones y en el fortalecimiento de su sistema de salud. Su realidad se está acercando al famoso 4-2-1, cuatro abuelos, dos padres y un hijo único incapaz de satisfacer las necesidades de toda su familia. De acuerdo con los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas, el último censo realizado a finales de 2010 puso a China en una realidad que no está tan lejana: la mayoría de su población se acerca a la vejez, muy por encima del número de personas que están en su etapa productiva.
Rápido envejecimiento
Con un total aproximado de 1,339 millones de chinos, el 13.26% lo representan las personas mayores de 60 años, y el 16.6%, los menores a partir de los 14 años. Ma Jiantang, director de la Oficina Nacional de Estadística, aseguró que en los últimos 10 años la población de todas las provincias ha crecido y todas se encuentran con el problema del rápido envejecimiento. Lo cierto es que la política del hijo único impuesta por el gobierno en 1979 hizo que se frenaran alrededor de 500 millones de nacimientos. El resultado, según los demógrafos, es que China podría convertirse en el único país en desarrollo enfrentado a la paradoja de tener un país con población mayormente anciana antes de ser un país rico. Para el demógrafo especializado en la planificación familiar en China, Liang Zhongtang, el gobierno se enfrentará en 10 años a un enorme desafío, ya que carece de infraestructuras médicas, hogares para ancianos y personal de salud calificado. Como primera medida, la autoridad ordenó que para el 2015 se duplique la cantidad de camas en los institutos especializados, para alcanzar seis millones, sin embargo, dicha cifra es la que falta actualmente en los centros médicos, evidenciando así que la autoridad está siendo rebasada por las necesidades de la gente. Por su parte, el demógrafo francés Christophe Guilmoto aseguró que China apenas empieza a estructurar un sistema de seguridad social y jubilación para todos y califica esta crisis como amenazante desde el punto de vista económico.
Crisis en seguridad social
Actualmente, el sistema de seguridad social y de pensiones se brinda a una parte limitada de la población urbana y para la población rural es todavía mucho más reducida, por lo cual el gobierno tendrá que utilizar los recursos que han clasificado a China como potencia para salvaguardar a las personas mayores de su nación. Guilmoto señala que aumentar la fecundidad en los próximos años podría ayudar a equilibrar la población, sin embargo, para el también demógrafo chino He Yafu, aunque las normas se flexibilizaran, muchas parejas seguirán prefiriendo tener sólo un hijo. Esto se debe que a que la población urbana goza de un mejor nivel de vida que difícilmente cambiaría por una familia más grande. En los últimos 20 años, se ha detectado que el ritmo de crecimiento poblacional tanto en China como en Sudcorea, disminuyó en más de la mitad. En contraste, el índice de nacimiento en India sigue aumentando. En la actualidad se registra un promedio de 3.5 niños por mujer; con una tendencia a duplicar la población en las próximas décadas, superando el nivel demográfico del gigante asiático.
Sexagenarios a la alza
No obstante, la realidad para el gigante de Asia es crítica y es que, según la Comisión de la Población y de Planificación Familiar a mediados de siglo, los chinos de más de 65 años representarán el 25% de su población contra el 9% de la actualidad. Dentro de los cambios que se empiezan a ver en la sociedad destaca que la mitad de los mayores de 60 años viven en un hogar vacío, algo impensable en el pasado cuando vivían cuatro generaciones bajo el mismo techo. La pirámide invertida de los 4-2-1 ha tensado la política del gobierno, cuatro abuelos, dos padres, y un hijo incapaz de satisfacer las necesidades y a menudo enfrentando al desempleo o a la situación de emigrar a otras ciudades para trabajar. Este panorama, según los demógrafos, debilitará financieramente a China y evitará que sus niveles de producción sigan en los índices actuales, esto sin incluir el número de personas que abandonarán las zonas rurales para incorporarse a las grandes ciudades.
Menos mujeres, menos población
Zhai Zhenwu, demógrafo y decano de la Escuela de Sociología y Estudios de Población de la Universidad Renmin de Pekín, manifiesta que la situación es más complicada de lo que parece, ya que gracias a la política de un hijo, en la actualidad 20 millones de hombres no tendrán mujer, ya que la proporción actual entre sexo es de 119 niños por cada 100 niñas. El experto considera que la solución al problema del desequilibrio demográfico es permitir un hijo en las ciudades y dos en las zonas rurales, cuando el primer bebé sea una niña. Así como prohibir el aborto y decir el sexo del bebé antes de nacer, ya que la cultura china prefiere al hijo varón. Mientras los demógrafos han alertado sobre esta situación, los líderes chinos han asegurado que el sistema seguirá en vigor, y el mismo presidente Hu Jintao insistió en la necesidad de mejorar las redes de sanidad y seguridad para la gente mayor, sin mencionar la problemática de la futura vejez en la población de uno de los países que más logros económicos ha mostrado en el mundo.