Finalmente la derecha venezolana eligió un candidato presidencial que intentará vencer al presidente Hugo Chávez en los comicios de octubre próximo. El candidato opositor electo fue Henrique Capriles, gobernador del estado de Miranda, quien se considera un “centroizquierdista”, aunque participó en la intentona golpista contra el actual régimen.
La oposición chavista que tradicionalmente ha estado dividida, realizó un inédito proceso eleccionario para elegir un candidato de “unidad” que enfrente al mandatario Chávez en los próximos comicios presidenciales programados para el siete de octubre.
De acuerdo con los resultados emitidos por la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Capriles ganó con más del 95 por ciento de los votos emitidos, 1 millón 806 mil 868 sufragios.
De acuerdo con los organizadores, el total de votos emitidos ascendió a 2 millones 904 mil 710 votos, superando las expectativas del 10 por ciento del padrón electoral. Sin embargo, hay que recordar que el padrón electoral venezolano es de 18 millones y de acuerdo a las últimas encuestas, la gestión chavista gozaba de más del 70 por ciento de aprobación.
No obstante faltan más de siete meses para los comicios presidenciales y habrá que ver si la oposición permanece unida y es capaz de revertir el actual escenario que favorece al gobierno y la figura de Chávez.
Por lo pronto, la derecha ya tiene candidato y éste se aleja de los tradicionales ataques contra el mandatario, es más ofrece mantener los programas sociales de Chávez. El candidato derechista dice que sabe cómo hablar el “lenguaje del pueblo”.
Sin embargo, Capriles proviene de familias acaudaladas con negocios en los medios de comunicación y el entretenimiento, además de que participó en los disturbios contra la embajada de Cuba en Venezuela, durante el golpe de Estado contra Chávez en 2002, aunque el asegure que acudió a “mediar”.
Capriles, de 39 años de edad, ha manejado hasta ahora un discurso lejano a la confrontación, por el contrario bastante populista. Asegura que su modelo es “el Brasil de Lula” y que en lo económico busca el crecimiento, pero con justicia social.
Hace unos años, un discurso así sólo podría venir de un “izquierdista”, pero ahora la derecha venezolana busca cambiar la estrategia pues sabe que será muy difícil vencer a un mandatario tan carismático y que, mantiene el apoyo de la mayoría de la población, pese al desgaste de 13 años de gobierno.
Siete meses restan para ver si la estrategia “populista” del candidato de la derecha, logra revertir el escenario
actual.