Entrevista a Ana Laura Magaloni/División de Estudios Jurídicos del CIDE
Moisés Castillo
Hace más de seis años comenzó el calvario de la francesa Florence Cassez, presunta integrante de la banda de secuestradores Los Zodiaco, uno de los grupos delictivos más peligrosos del centro del país, que operaron desde 2000 hasta 2009 en el Estado de México y Distrito Federal.
El 9 de diciembre de 2005 se montó un show mediático en el Rancho Las Chinitas, ubicado en el kilómetro 29 de la carretera México-Cuernavaca. En el noticiero matutino de mayor audiencia de la TV mexicana se observó cómo decenas de elementos de la Agencia Federal de Investigación entraron al lugar, liberaron a tres personas y capturaron al líder de Los Zodiaco: Israel Vallarta Cisneros y a su novia Florence.
Dos meses después, Genaro García Luna, entonces director de la Agencia Federal de Investigación, y hoy secretario de Seguridad Pública, confirmó el engaño, pero se justificó aduciendo que el montaje fue hecho a petición expresa de los medios de comunicación.
“Bomba diplomática”
Florence Cassez fue condenada a 60 años de prisión luego de que se le declarara responsable de violación a la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, tres delitos de secuestro, posesión de arma de fuego de uso exclusivo de la Armada.
Luego de que el presidente Felipe Calderón anunciara que la ciudadana francesa no sería extraditada a su país, en su visita a México en 2009, el mandatario Nicolás Sarkozy abogó para que Florence cumpliera su condena en la nación europea.
“Soy el presidente de los franceses que nunca han cometido errores pero también el presidente de los franceses que han cometido errores, por esta razón indiqué a las autoridades mexicanas que deseaba la aplicación de la Convención de Estrasburgo para la repatriación de nuestra compatriota Florence Cassez”.
En 2011, la historia de Cassez se convierte en una “bomba diplomática” que explotó al cancelarse el Año de México en Francia, tras las declaraciones de Sarkozy, quien anunció que todos los eventos enmarcados en dicha celebración artística estarían dedicados a Florence.
“El gobierno de México lamenta profundamente que se pretenda vincular un caso del orden estrictamente penal con las relaciones entre dos naciones que han mantenido una larga historia de amistad y una profunda afinidad de valores”, reviró la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La resolución final en el proceso contra la presunta secuestradora francesa estará a cargo de la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, luego de atraer el recurso de amparo directo en revisión promovido por la defensa de Cassez. El ponente es el ministro Arturo Zaldívar, quien presentará un proyecto de sentencia al pleno de la Corte. Se espera que en este semestre concluya este caso lleno de irregularidades en el expediente y que exhibe los vicios del sistema penal del país, como coinciden algunos académicos y expertos en derecho.
Opinan juristas
El investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Miguel Carbonell, sostiene que el caso Cassez es “emblemático respecto de algunos de los vicios mayores, de las fallas estructurales y mayúsculas de la justicia mexicana… Un juez que reciba a una persona que ha sido exhibida en los medios de comunicación tendría que anular el proceso”.
Por su parte, Luis de la Barreda, coordinador del Programa Universitario de Derechos Humanos de la UNAM, señala que Florence es inocente por todos las confusiones que existen en el expediente.
“Los jueces y magistrados que han resuelto el caso Florence no se tentaron el corazón ni se limpiaron bien los anteojos de las entendederas para analizar objetivamente las pruebas. Con esas pruebas, ningún buen juez hubiera condenado a Florence.”
Para Ana Laura Magaloni, directora de la División de Estudios Jurídicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas, existen muchos vicios que la Suprema Corte puede corregir ante situaciones arbitrarias que vivió Florence Cassez al momento de su detención.
“A mi sí me importa la calidad de la justicia, sí me interesa que los procesos judiciales en México tengan una mayor calidad y se parezcan un poco más a lo que sucede en otras democracias. Es profundamente autoritario un sistema judicial que comete todas estas irregularidades y, a pesar de eso, gane el caso”.
Tres vicios
¿Cuáles son los vicios que ha detectado en este polémico asunto?
En la fase de detención, por ejemplo. En cómo la detienen y cuánto tiempo tarda ella en poder hablar con su abogado. Aquí hay un gran primer vicio que es el montaje televisivo. Creo que las preguntas que plantearía a la Suprema Corte, no solamente sobre el montaje que ya es delicado, serían, ¿se pueden exhibir imágenes de personas detenidas haciéndolas responsables de algún delito? ¿El juez será lo suficientemente imparcial como para poder analizar las pruebas y tomar su decisión? En muchos países está prohibida la idea de exhibir imágenes antes del juicio. ¿Esto no viola la presunción de inocencia? Y no sólo en el caso Cassez sino en muchas otras detenciones que hemos visto durante este sexenio. Ahí hay un problema en términos de presunción de inocencia y derecho a tener un juicio justo.
El segundo vicio: la Constitución en el artículo 16 señala que un detenido debe ser puesto a disposición del Ministerio Público en forma inmediata y la policía se
tardó más de 20 horas en poner a Cassez a disposición de la autoridad. ¿Qué consecuencias tiene esto dentro del proceso judicial? Fue una violación a un derecho constitucional, se tardaron más 20 horas en ponerla a disposición del Ministerio Público. Es una etapa muy delicada del proceso. Según los datos del CIDE el 47 por ciento de los detenidos señalan que la policía los amenaza, los humilla, los golpea o los intimida.
El tercer gran vicio: es el arraigo y la incomunicación. Si bien está permitido el arraigo, el abogado pudo acceder a Florence muchos días después, básicamente Cassez pudo ver a su abogado casi un mes después desde que la detuvieron. Ese me parece que es un vicio profundo en la detención y que la Corte tendría que ver si eso tiene consecuencias. Y finalmente la notificación consular se hizo dos días después en vez de hacerlo inmediatamente. Si queremos tomarnos en serio los derechos de debido proceso del acusado, estas violaciones tendrían que dar lugar a anular el juicio.
Oportunidad de la Corte
¿Qué se está jugando en la Suprema Corte?
El caso llegó a la Suprema Corte, ya se agotó el amparo directo, pero hay una ventana pequeña que cuando se trata de interpretación directa de la Constitución también se puede pronunciar la Corte para interpretar estos derechos específicos. El caso Cassez reproduce uno de los más serios vicios que tiene nuestro sistema de persecución criminal. A propósito de Cassez, la Corte puede establecer jurisprudencia para que estas cosas no sigan sucediendo, para que los jueces no avalen acusaciones que tienen estos vicios y que se caigan no hasta ahora, sino en el momento en que están sucediendo.
Entonces será una oportunidad inmejorable para los ministros…
Claro, tienen la gran oportunidad para establecer jurisprudencia que vincule a todos los tribunales del país, para que las irregularidades que se cometieron con Cassez no se sigan cometiendo en otros casos. Sí quiero decir que el caso Cassez no es atípico, las irregularidades de las policías y de los ministerios públicos suceden todos los días, en todo el país, en procuradurías locales y en la federal. Así funciona el sistema, ¿hasta cuándo?
¿Cuáles son las señales que lanzan a la sociedad voces como la de Alejandro Martí que no ve al “montaje” televisivo como algo grave?
Ellos no saben qué tanto influyó el montaje. La pregunta es si debe o no tomarse en cuenta la evidencia recabada de esa forma. Creo que hay dos posiciones: la que haya una justicia en serio. Queremos que nuestras policías y nuestros Ministerios Públicos actúen conforme a la Constitución y, mientras no lo hagan, las acusaciones deben caerse porque esto va a seguir pasando. Hay otros que piensan que estos vicios son irrelevantes y que no afectan la calidad de la justicia. En cualquier país democrático una acusación hecha con estas irregularidades se hubiera caído. ¿A qué le estamos apostando? A que nuestro sistema funcione correctamente o a permitir que sucedan estas arbitrariedades. Esta es la pregunta de fondo. ¿Queremos reformar el sistema? ¿Queremos que la policía actúe sometida a derecho o no?
Sistema colapsado
¿Cuáles serían las alternativas para que desaparezcan estos modos de operar de la policía, jueces y ministerios públicos?
La reforma de juicios orales bien entendida no es nada más que haya oralidad en el juicio, sino que sucedan muchas otras cosas a lo largo del proceso. Entendida bien significa modificar de raíz las conductas autoritarias de nuestro sistema, es desmontar un sistema que fue hecho por otras coordenadas políticas y que servía para otros fines. Hay que crear un sistema digno que genere confianza a los ciudadanos. No hay forma que los policías y los ministerios públicos generen confianza si ellos no actúan conforme a la ley. Creo que el sistema está colapsado, es tan corrupto y maleable porque se permiten estos vicios. Y la forma de discutir la culpabilidad e inocencia sí tiene que ver en cómo actúan los policías y los ministerios públicos. Sí quiero ver a un país en donde la justicia sea imparcial. Que la sede judicial sea el lugar donde se discutan los casos y no en las cámaras de televisión. Hay determinados estándares en la calidad de actuación de los policías, ministeriales y jueces que permiten generar confianza. Una policía que viola derechos es una policía que a la larga termina siendo una policía corrupta y muy alejada de la ciudadanía.
¿El caso Cassez se politizó? Pareciera que es el trofeo antisecuestro del gobierno federal…
No sé si sea un trofeo de Calderón. En vez de hacernos ver un país de instituciones nos hace ver como un país donde su sistema judicial está lleno de corrupción y de abusos. No veo está posibilidad que el caso Cassez sea un trofeo para nadie. Sin duda, el hecho que se haya politizado, la crisis con Francia y de que se trate del delito de secuestro, todos estos ingredientes han hecho que este caso se politice a nivel internacional. En realidad, creo que la pelota está en la Suprema Corte y veamos qué resuelve para que esto no siga sucediendo más allá del caso Cassez, porque los ciudadanos queremos un sistema de justicia de calidad.