Entrevista a Ricardo de la Peña /Presidente ejecutivo de GEA/ISA
Moisés Castillo
Dicen que una encuesta es la fotografía de una realidad que está sucediendo. Y en las campañas electorales es fundamental para cualquier político este tipo de mediciones que reflejan lo que está pensando la gente.
Hace un mes, la aspirante del PRI al Gobierno del Distrito Federal, Beatriz Paredes, encabezaba las preferencias electorales; ahora el precandidato de las “izquierdas” Miguel Angel Mancera es el favorito de los capitalinos.
¿Mancera creció demasiado? ¿Paredes se estancó? ¿Isabel Miranda de Wallace aún no llena las expectativas?
Según los datos de la encuesta GEA-ISA, el ex procurador capitalino es quien tiene la ventaja con 43 puntos; seguido de Paredes con 16 puntos; y Miranda de Wallace con 13. Un dato no menos importante es el porcentaje de indecisos: 28 puntos porcentuales.
Esto quiere decir que Mancera aventaja 27 puntos a Paredes, siete puntos más de lo que anunció el PRD durante la presentación de resultados del proceso de selección interna de su candidato.
Por otro lado, los tres aspirantes a gobernar la ciudad de México son altamente conocidos: Beatriz Paredes tiene 95 puntos, Miguel Angel Mancera tiene 89 y Miranda de Wallace 78.
Pareciera que la “ola Peña” se desvaneció en el Distrito Federal. Sin embargo, Paredes sigue con un discurso firme y lanzó una critica contra Mancera al calificarlo de “novato”, ya que no tiene ninguna experiencia en cuestiones políticas.
La aspirante priista es una política con un gran kilometraje recorrido y sabe cuándo atacar y responder a vientos desfavorables.
“Soy una persona muy escéptica de las encuestas. Cuando me ponían muy arriba nunca eché las campanas a vuelo, ahora que dicen que he bajado, me parece que hay un coletazo propagandístico natural y la competencia ni siquiera ha empezado… no me preocupo por las burbujas publicitarias”, sentenció.
Por su parte, la cúpula perredista confía en que el plan “B” de Marcelo Ebrard no sólo mantenga el gobierno capitalino, sino impulse la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador.
“Espero que logremos también no solamente refrendar nuestra calidad de fuerza mayoritaria en el Distrito Federal, sino que desde aquí aportemos muchos votos, para que logremos una mayoría política en todo el país y nos alcemos con la victoria”, dijo Jesús Zambrano, dirigente nacional del PRD.
A su vez, la “candidata ciudadana” del PAN, Isabel Miranda de Wallace, ha sido reservada en comentar estos resultados que la colocan en último lugar de la encuesta GEA-ISA. Todavía está calentando motores y resolviendo su plataforma político-electoral para no caer en contradicciones con el panismo en temas polémicos como el aborto.
Hay que recordar que la primera elección del Distrito Federal en 1997, el entonces candidato del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, se colocaba en último lugar por debajo del priista Alfredo del Mazo y del puntero panista Carlos Castillo Peraza. Y al final, el perredista ganó la jefatura de gobierno con el 48 % de los votos.
Cambio en las preferencias
Para Ricardo de la Peña, presidente ejecutivo de GEA/ISA, una encuesta es una fotografía panorámica que no anticipa necesariamente el resultado del próximo 1 de julio, pero que sin duda se está repitiendo el fenómeno del 2006 a favor del PRD.
“Recordemos que desde hace ya prácticamente 15 años es una sociedad que se ha inclinado hacia la izquierda. El PRD ha tenido candidatos presidenciales a dos ex jefes de gobierno, en esta ocasión Ebrard fue aspirante presidencial hasta el último momento. Hablamos que el Gobierno del Distrito Federal es el gran semillero de cuadros para la participación política nacional por parte de las izquierdas”.
¿Cómo debemos interpretar estos números que colocan a Miguel Angel Mancera puntero de las preferencias electorales?
Hay que aclarar que la encuesta se levantó unas horas antes de que concluyera el proceso interno del PRD. Lo exitoso que fue a nivel de opinión pública, lo claro que fue la selección del aspirante y el hecho de que haya habido una estrategia de propaganda de los otros aspirantes en el periodo previo potenció el voto del candidato de las “izquierdas”. Estamos midiendo un momento de arranque donde hay una burbuja favorable a Miguel Angel Mancera. En contraparte, el caso de Isabel Miranda de Wallace era reciente su postulación, pero no era inmediata, estamos hablando de tres semanas, por lo que la burbuja a su favor se atenuó. Pasó lo mismo en el caso de Beatriz Paredes: estamos hablando de alguien que se asume como candidata del PRI y todavía no está activa en un proceso de búsqueda de electores.
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¿Cuáles son los factores del “bajón” de Beatriz Paredes?
El estudio electoral reciente del Distrito Federal nos muestra varios momentos de cambio de las preferencias. Fueron varias las casas encuestadoras que en el primer semestre del año pasado midieron un fuerte incremento de la intención del voto a favor del PRI, muy vinculado al hecho de los comicios en el Estado de México, que finalmente resultó ganador el PRI con amplio margen. Esa campaña a gobernador tuvo un rebote en el Distrito Federal que potenció al PRI en esa coyuntura electoral. Durante el segundo semestre teníamos parte del reflejo de este voto favorable al PRI, con la fuerte presencia de Enrique Peña Nieto como único aspirante a la Presidencia, todavía estaba en veremos si era Andrés Manuel López Obrador o Marcelo Ebrard. Asimismo, Beatriz Paredes era la única figura que realmente se veía como candidata del PRI. En el caso de la izquierda había 10 nombres posibles y que finalmente vimos que en el cierre fueron cinco los que participaron en el proceso interno. Beatriz Paredes enfrentaba este escenario de la elección mexiquense que fue exitosa del PRI y el apoyo que le podría dar Enrique Peña Nieto. Ella como única aspirante real por parte del PRI y en una situación difusa por parte de sus oponentes, explica por qué Beatriz Paredes estuvo al frente de las encuestas, tenía un amplio margen de ventaja. Había encuestas que reflejaban un 2 a 1 sobre cualquier contendiente que tuviera. Ahora el escenario es otro: es una Paredes que no ha estado activa en un proceso de precampaña, una Isabel Miranda de Wallace que recupera el voto proclive al PAN y Mancera que logra captar de inmediato el respaldo de las izquierdas. Es un personaje que puede ser proclive a conseguir respaldos en sectores que no son próximos a las izquierdas.
Inseguridad pública, punto central
¿Se disipó la “ola Peña Nieto” hacia el Distrito Federal?
Desde luego lo que ocurra a nivel nacional no tendrá que ser reflejado en forma automática en el caso del Distrito Federal. Ahora bien, que Peña Nieto sea del Estado de México esto hace que el voto priista pueda ser mayor en el Distrito Federal. En el caso del PAN cualquiera que sea su candidato presencial tiene presencia en la ciudad. Ya sea Santiago Creel, que fue candidato a jefe de gobierno y que perdió con poco margen contra López Obrador; Ernesto Cordero que ha tenido un trabajo político en el ámbito nacional pero con presencia en la capital; Josefina Vázquez Mota que no es oriunda de aquí, pero ha hecho su carrera política en la capital toda su vida. Hablamos de escenarios distintos donde los tres aspirantes tienen presencia, son muy conocidos, pero no podemos augurar un resultado definitivo. Suponemos que la ventaja de las “izquierdas” va a también a reflejarse en la elección presidencial, pero esto no es una historia escrita.
¿Cuáles son las preocupaciones reales de los capitalinos?
La principal a nivel social sigue siendo la seguridad pública. Pero no hay que soslayar que los problemas vinculados con las secuelas de la crisis económica siguen presentes. El ámbito económico sigue siendo un tema importante y en la cuestión de servicios que, ha diferencia de años pasados cuando la contaminación era un problema apremiante, ahora el problema del abasto del agua sí está creciendo como una demanda de la población. Se sabe que hay limitaciones para el mantenimiento y el abasto del vital líquido para los capitalinos.
¿Le está funcionando a Isabel Miranda de Wallace presentarse como “candidata ciudadana”?
Es muy temprano para saber si le está funcionando. Es obvio que en principio el participar bajo el respaldo de un lema que es altamente conocido potencia el voto a favor de un aspirante. Que Enrique Peña Nieto vaya con la bandera del PRI es en principio un plus para él y para el partido. Igual el caso de López Obrador para el PRD. En el caso de Isabel Miranda de Wallace se tendrá que preguntar qué tanto conviene o no aproximar su imagen al lema que está respaldando, que tiene arraigo en zonas y sectores poblacionales de la ciudad. A lo mejor hablamos de una estructura orgánica muy débil la que tiene el PAN-DF, pero si uno piensa en las delegaciones Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Cuajimalpa, zonas de San Angel, uno piensa en esas zonas de la ciudad donde la presencia panista es una realidad, de alguna manera la candidata del PAN podría aprovechar para impulsar su campaña, sobre esto que tiene en el Distrito Federal. Creo que el PAN tiene el problema en el sentido de saber cuáles son los límites que le pondrá a su candidata, es una ecuación que todavía no se ha resuelto y que estaría en juego el éxito potencial de esa candidatura. Esto va a ser complicado porque es difícil pensar en una campaña de jefe de gobierno absolutamente deslindada a la campaña presidencial. Cualquiera que sea el candidato presidencial del PAN, uno tendría que pensar que va apoyarse en la estructura del PAN y que finalmente un deslinde de Isabel Miranda de Wallace pudiera generar más problemas que soluciones.
Ganarán las izquierdas
¿Cómo explicar que hay casi un tercio de indecisos?
Comenzamos por recordar que nunca hemos tenido participaciones ciudadanas del 100 %. Un porcentaje nada despreciable de población con derecho a votar no acude a las urnas. No tiene una identificación partidaria definida porque está en espera de tener más información, ya sea porque no ha atendido el avance del proceso o porque es un público poco atento que tiene una información difusa para definirse y que eventualmente podrá tomar una posición durante la campaña. Pero no soslayo que al final del camino tengamos un porcentaje de personas que no nos van a decir por quién a votar, a quienes nos dicen que no van a votar por nadie, van anular su voto o que su voto es secreto. Este 28 % refleja que hay gente informada y desinformada. Bajo esta lógica no todos terminarán definiéndose o acudirán a las urnas. Esperemos que la participación sea concurrida.
¿Avizora una alternancia en el Gobierno del Distrito Federal?
Como dicen los economistas: si se mantiene todo constante y nada cambia las izquierdas serían ganadoras, el problema es que las campañas precisamente están destinadas a evitar que esas frases de los economistas se den. Lo que se busca es generar condiciones que propicien variaciones en las preferencias, qué tan hábiles serán los contendientes y qué tan hábiles serán los partidos oponentes a las izquierdas para poder llevar adelante su plan. En el Distrito Federal ha habido historias de cambios de preferencias brutales. Recordemos la elección de 1997: Cárdenas arranca abajo con un PRI histórico gobernante y un PAN con una figura atractiva en un primer momento con Castillo Peraza. Recordemos que el panista se derrumba en las preferencias y Cárdenas va subiendo, toma la delantera y resulta un ganador claro.
En el 2000, las encuestas daban semanas antes un triunfo arrollador de López Obrador y al final terminó ganado pero con un estrecho margen a Creel. Tal vez el caso más estable fue el de Ebrard que arrancó líder y terminó líder. Pero como vemos no hay una historia homogénea que nos permita adelantar vísperas, diría que en principio si nada pasa, si nada ocurre, tendríamos a las izquierdas con una amplia ventaja difícilmente remontable. Pero el que sea difícil no significa que sea imposible, los imposibles no existen en la política y menos en una elección. Los electores podrían cambiar sus preferencias e inclusive para incrementar la distancia o cerrarla, y tener un escenario de competencia.