La Habana, 21 mar (EFE).- El diario oficial Granma, portavoz del Partido Comunista de Cuba (PCC), acusó hoy a la disidencia y el exilio en Miami de tratar de crear un “clima turbulento” y politizar la visita del papa Benedicto XVI al país.

En medio de los “ánimos de buenaventura” que vive Cuba por el viaje del pontífice del 26 al 28 de marzo “se realizan intentos subversivos por politizar la visita, a costa de alentar provocaciones”, señala el rotativo.

El órgano del único partido legal en Cuba afirma que “ante la impotencia de no haber logrado impedir la visita a Cuba” del papa, la disidencia, con ayuda de los exiliados en Miami, ha planificado “acciones provocativas” con el fin de presionar al Vaticano para que se pronuncie contra el “proyecto revolucionario” cubano.

Granma apunta que “se pretende crear un clima turbulento, donde abunde el mito del abuso y se dé la idea de un pueblo reprimido”.

Grupos de la oposición interna en Cuba han pedido en las últimas semanas que Benedicto XVI se reúna con disidentes durante su estancia en la isla.

Además, en los últimos días miembros de la disidencia han denunciado detenciones y represión contra algunos de sus miembros, como las Damas de Blanco, que se quejaron del “silencio” de la jerarquía católica ante esos hechos.

Granma se refirió precisamente en el artículo de hoy a lo que califica de “provocaciones” de las Damas de Blanco, a las que se refiere como las “mercenarias del imperio”.

La portavoz de las Damas, Berta Soler, y decenas de sus compañeras fueron arrestadas por horas durante el pasado fin de semana por intentar realizar marchas pacíficas.

Según el diario, las autoridades cubanas “detectaron” la entrada a Cuba “de extranjeros que venían con el propósito de abastecer a cabecillas de estos grupos” con “instrucciones de cómo realizar acciones para deslucir la visita del Papa”.

Se trata -agrega- de “orquestar provocaciones y actos irrespetuosos” y de “crear desórdenes que llamen la atención de la prensa internacional”.

En concreto, el diario menciona la ocupación de un templo católico de La Habana durante dos días por un grupo de disidentes, ocurrida la semana pasada, y también la flotilla que un grupo de exiliados cubanos va a enviar a aguas internacionales cercanas a las costas de Cuba durante la visita papal.

También se refiere a acciones para “boicotear” el viaje a la isla del arzobispo de Miami, Thomas Wenski, y el grupo de peregrinos que lo acompañarán.

Según afirma, la “esencia” del “ensañamiento” de los “enemigos de la revolución” contra el viaje de Benedicto XVI tiene que ver con el “miedo al descrédito” de sus “versiones manipuladoras” sobre la realidad cubana.

En ese sentido, el órgano oficial del Partido Comunista pondera el fortalecimiento de la libertad religiosa y de la relación entre Estado e Iglesia, en la Cuba actual “de las libertades revolucionarias”.