Gerardo Yong

Chipre se unió a la Unión Europea el uno de mayo de 2004, junto  con  la República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia. A ocho años de su integración, se apresta a asumir una de las presidencias más difíciles del bloque regional, debido a la ocupación de Turquía, que mantiene desde el 20 de julio de 1974, en respuesta a un golpe de Estado fomentado por nacionalistas chipriotas-griegos que intentaban incorporar el país a Grecia. Más de 30 mil soldados están apostados en la parte norte de la isla, a la que llaman República Turca del Norte de Chipre, reconocida sólo por Estambul, ocasionando una fuerte tensión en esa región entre Europa y Medio Oriente. Turquía ha advertido que desconocerá el liderazgo chipriota durante los seis meses que estará al frente y que congelará las relaciones con la Unión Europea, bloque al que pretende ingresar como miembro. La situación es aún más complicada por la crisis económica que atraviesa Europa, a partir de los problemas económicos y financieros ocasionados por Grecia, que ha amenazado con debilitar décadas de estabilización. El embajador de Chipre en México, Vasillios Phillippou, comentó a Siempre! el panorama en que su país recibirá el cargo regional el próximo uno de julio, en un hecho considerado como la más importante de la segunda década del siglo XXI.

¿Cuáles son los retos que Chipre enfrentará en la presidencia rotativa de la Unión Europea?

Es un reto para un pequeño país como el nuestro desde su ingreso al bloque regional. Uno de los desafíos de la presidencia chipriota será contribuir a solucionar los problemas que afectan a la región como una fuerza estabilizadora, de paz, de progreso y de prosperidad en el escenario internacional.

¿La región turcochipriota podría verse afectada también por los cambios que está sufriendo el mundo árabe-musulmán?

Chipre está consciente de que sus vecinos árabes enfrentan una situación muy delicada por los cambios ocurridos a partir de la llamada Revolución de Primavera. Chipre siempre ha sido un puente entre la Unión Europea y los países árabes y musulmanes. Ha sido un país que promueve la paz y el dialogo porque somos el más cercano a la región de Medio Oriente. En el caso de Líbano, estamos en favor de contribuir a estabilizar la paz. Respecto de la cuestión siria, nuestro gobierno ha abogado por una solución pacífica. Hemos tenido siempre una política pacificadora en la región árabe, de la que somos vecinos y con la que mantenemos muy buenas relaciones.

En el caso de Turquía, seguiremos negociando con buena voluntad, con buena disposición para ayudar a que el problema de Chipre se resuelva conforme a las resoluciones de la ONU. Necesitamos que Turquía abandone su posición dura y se presente a la mesa de negociaciones con espíritu constructivo.

¿La cuestión chipriota podría complicarse con el boicot turco a la presidencia rotativa de Nicosia?

Si Turquía no reconoce la presidencia de Chipre será un gran problema para ellos. Se estará cerrando las posibilidades a su integración con la Unión Europea. Es un hecho que, para lograr el pase eurocomunitario, se debe reconocer a todos sus miembros por igual. Esta será su prueba de fuego, reconocer a Chipre como estado de la Unión Europea. Es por ello, que Ankara debe cambiar su actitud para facilitar su proceso de integración a una de las zonas más importantes del planeta en materia económica, comercial y estratégica. En realidad nosotros apoyamos el ingreso de Turquía, pero sus amenazas de no reconocimiento de la presidencia chipriota son indignas de un país que busca la candidatura europea; nosotros somos parte de la familia europea.

La presidencia rotativa de Chipre también se encuentra en un momento decisivo debido a la crisis griega, que ha detonado los problemas económicos y financieros del bloque, ¿qué medidas esperan adoptar para solucionar esta situación?

Promoveremos políticas que busquen mejorar la efectividad de la Unión Europea mediante el principio de la solidaridad en el marco del proceso de integración europea. Se avanzará en la negociación del nuevo marco financiero que deberá regir en la zona del 2014 al 2030. Chipre contribuirá al fortalecimiento de un sistema económico con la implementación del paquete de reforzamiento de las políticas de vigilancia macroeconómica, que son importantes para superar la crisis regional. También la promoción de medidas adicionales que pueden enriquecer la política fiscal del bloque.

El aspecto social es muy importante, por lo que buscaremos crear oportunidades de empleo y un futuro más seguro para los jóvenes. El desempleo es un reto que todos los países de la Unión Europea buscan superar, como una posibilidad de mejorar la economía. También se tratará de llevar la implementación de la estrategia europea al 2020, que tiene como objetivo ayudar a crear en la región un crecimiento sostenible y altos niveles de cohesión social.

Es cierto que Europa atraviesa por la crisis más fuerte de su historia, pero nosotros estamos conscientes de que también es el mayor desafío económico al que se ha enfrentado desde su ampliación en 2004. Se buscará que este problema no se extienda a nuestros socios en Latinoamérica como México, con el que tenemos un acuerdo comercial que ha permitido mejorar las relaciones entre ambas regiones. Chipre cree que esta situación puede ayudar a la Unión Europea a cohesionarse aún más mediante políticas solidarias y de fomento a la unidad. Todos predicen que Europa fracasará en su proceso de integración, pero en realidad estamos atravesando una dura prueba que vamos a superar y que nos consolidará, aún más, como un conjunto de países que aprenderán a solucionar sus problemas y a trabajar juntos. Saldremos aún más fuertes de ello.