Ultima etapa electoral
Alfredo Ríos Camarena
La ruta de la elección federal presidencial, a pesar de factores externos como la reciente visita papal o el proceso electoral en Estados Unidos, no ha variado; el fenómeno de la llamada “veda electoral” permitió un paréntesis que dejó prácticamente en los mismos términos las encuestas y los sondeos de opinión pública, es decir, se mantiene con muchos puntos por delante el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, quien permanece con un porcentaje aproximado entre 45 y 48% de la intención del voto.
La candidata de Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota, ha sido afectada por dos acontecimientos que la perjudican seriamente; uno, es el fracaso inexplicable y absurdo de su concentración en el estadio Azul, y el otro, las recientes grabaciones que reflejan las serias contradicciones entre su candidatura y las preferencias del presidente Calderón, a pesar de esto, sigue manteniéndose en un lejano segundo lugar con el 22%; y, el candidato de la coalición del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, Andrés Manuel López Obrador, sigue estancado en un 18% y, como lo hemos afirmado en publicaciones anteriores, el líder político transitó hacia el predicador y cambió el discurso fogoso y polémico, por la “república amorosa” que poco convence y desalienta a sus millones de simpatizantes, que lo han seguido por su convicción y actitud de denuncia; sin embargo, su nueva imagen no crece.
Lo relevante del caso es que dada la reforma que reduce los tiempos de campaña, prácticamente sólo quedan abril, mayo y junio, sin contar que aún cuando se inicia formalmente el 31 de marzo, la primera semana de abril es la denominada Semana Santa y la subsecuente la de Pascua, lo que indudablemente va a incidir de manera muy importante en que los votantes no le pongan ninguna atención al proceso electoral; esto nos lleva necesariamente a un escenario de campañas, aún más cortas, que favorecen al puntero, donde además los spots, que ya empiezan a bombardear a la opinión publica, no tienen la trascendencia que podría suponerse, pues el electorado, en un alto porcentaje ya tiene tomada su decisión. Por supuesto, en política, todo es posible y nadie puede considerar el triunfo plenamente asegurado.
En otro escenario, la lucha por el Congreso se ve afectada temporalmente por la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que trasciende al propio Instituto Federal Electoral y que tiene que ver con la obligatoriedad de la “cuota de género”, esta circunstancia ha obligado al Consejo General del IFE a emplazar a los partidos a cumplir con ésta, con la advertencia de que si no lo hacen en plazo determinado, se realizará un proceso de selección aleatorio para quitar candidaturas de hombres y asignarlas a mujeres; esto es verdaderamente grave, pues se ven afectados derechos de aquellos precandidatos que hayan sido electos en asambleas democráticas, el Tribunal Electoral ha llevado al extremo la interpretación de la cuota de género y, sin duda, está afectando derechos de mayor jerarquía.
Empiezan con estas fecha las campañas electorales, y todo nos indica que no se van a cambiar las preferencias; sin embargo, aún falta conocer con mayor amplitud de hondura los programas de gobierno y las propuesta de políticas públicas, y en esto reside, quizá, lo que menos se discute, pero lo que más importa.
El país y el pueblo requieren claridad en las propuestas en materias fundamentales como son: la seguridad, la educación, la economía, el empleo y también el rumbo internacional, en el que hace tiempo se perdió la brújula de una gallarda y magnifica política, que México desempeñó a lo largo de décadas; ojala recobremos a nuestros juristas en Derecho Internacional Público y la aplicación de los principios constitucionales en la materia.
En esta última etapa los candidatos están obligados a mostrar el porqué desean gobernar a México, el cómo y, sobre todo, los principios éticos y políticos que habrán de guiarlos en los próximos años.
Al respecto, se ha planteado públicamente, por un grupo de personas de diferentes ideologías, una serie de preguntas, indudablemente interesantes, que pueden ayudar a marcar el rumbo.