Errores, control de daños y ventajas


Con qué me van a medir, si no tienen la medida.

El filósofo de Güémez

 

José Fonseca

La encuesta de Consulta Mitofsky muestra que al iniciar las campañas las preferencias electorales mantienen una amplia ventaja para Enrique Peña Nieto.

Falta, claro, incluir las variables que significan el impacto de las campañas a ras de tierra, de las campañas de spots, los debates previstos para mayo y junio, así como las presiones que ejercerán muchos y variados grupos para imponerles sus agendas a los candidatos y candidata presidenciales.

 

Por ahora, tal parece que la contienda inicial será un forcejeo entre la candidata panista Josefina Vázquez Mota y el candidato de la izquierda Andrés Manuel López Obrador por afianzarse en el segundo lugar en las primeras semanas de campaña.

El problema para la señora Vázquez Mota es que está siendo blanco de una campaña soterrada de grupos a los cuales les saca ronchas que sea “la candidata de la derecha”.

Está obligada a una campaña muy dinámica, de contrastes, sí, pero sin caer en la guerra sucia, para no ser acusada de intentar repetir la campaña negra de 2006.

En buena parte su campaña dependerá de que el presidente Calderón mantenga una imagen razonablemente buena, para capitalizar sus logros; pero con intentos de diferenciarse de las políticas públicas más polémicas del actual gobierno.

Es la más presionada, pues también tiene que resistir los avances de López Obrador, quien intentará disputarle el segundo lugar, no porque crea que puede ganar si Peña Nieto no comete ningún error.

Para López Obrador es fundamental consolidar su capital político, así tendrá una base sólida para convertir su Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, en su propio partido político, alejándose asé de los partidos con los cuales se ha aliado por conveniencia.

Para Enrique Peña Nieto es un aliciente la ventaja con que arranca la campaña. No obstante, sabe que todo los esfuerzos, del PAN, del gobierno calderonista y de la izquierda serán dirigidos a forzarlo a cometer un error muy grave, tan grave que lo haga caer en las preferencias electorales.

Habrá errores, sin duda, lo importante es que haya un buen control de daños que los pueda convertir en una ventaja adicional. Un ejemplo sería aquella terquedad de Fox que la convirtieron en emblema para el cambio con el “hoy, hoy, hoy”.

 

En tanto consiga que su adversaria panista y su adversario de la izquierda peleen por el segundo lugar, ganará tiempo valioso.

Tiempo que puede ser suficiente si con disciplina se prepara para las aduanas de los interrogatorios implacables de la inteligencia  y de los debates de mayo y junio.

Está en tal posición, tiene tal ventaja, que será difícil que le ganen la elección, sólo él puede perderla.

 

jfonseca@cafepolitico.com