Entrevista a Ulises Beltrán y Enrique Alduncin/Encuestadores
Nora Rodríguez Aceves
Las encuestas no crean candidatos ni modifican las preferencias de las personas, dan información para que ellas tomen decisiones de acuerdo con lo que percibe como las posibilidades de ganar de los distintos candidatos; y qué bueno que saben cómo están los candidatos para que decidan libremente en la privacidad de su conciencia qué es lo que quieren hacer con su voto.
“Esa es una decisión soberana del individuo informado por una encuesta, como encuestador nunca le he torcido la mano a nadie para que vote en un sentido o en otro, le informo cómo se miden las preferencias en ese momento para que pueda tomar decisiones informadas y más sofisticadas de acuerdo con su decisión y su interés”, asegura Ulises Beltrán, director general de BGC, Ulises Beltrán y Asociados.
La intervención, el pasado 23 de febrero, del presidente Felipe Calderón en el proceso electoral del 2012 al presentar, en una reunión privada con consejeros de Banamex, una gráfica donde la precandidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, se ubica a sólo cuatro puntos del aspirante del PRI, Enrique Peña Nieto, fue el detonante para que explotara la guerra de encuestas, guerra que para Enrique Alduncin Abitia, director de Alduncin y Asociados, no es algo novedoso, pues “en las elecciones del 2006 también hubo guerra de encuestas, cada partido o algunos partidos tratan de jalar agua a su molino en forma de propaganda o de la situación de sus candidatos y sí ha habido encuestas a modo, como dice Andrés Manuel López Obrador, incluyendo la suya, la de Covarrubias, que es una encuesta a modo”.
“La encuesta que menciona el Presidente, de MERCADEI, también es una encuesta a modo, porque en ningún momento ha estado Josefina a cuatro puntos de Peña Nieto. En este momento las encuestas más creíbles y el grueso de las encuestas no traen una situación que tenga esas diferencias entre Enrique Peña y Josefina Vázquez Mota. Tampoco la de Covarrubias, donde señala que Andrés Manuel está arriba de Josefina, es creíble, por lo tanto son dos encuestas, una para el PAN y otra para el PRD y sus aliados, de propaganda”.
Ni confusión ni resultados disímbolos
En ese mismo sentido, Beltrán afirma que no hay confusión ni resultados disímbolos “entre el 6 de enero y el 29 de febrero de 2012, en los últimos dos meses, se han dado a conocer resultados de 16 encuestas, incluyendo la que publicó ¾el 6 marzo¾ IPSOS-BIMSA; de esas 16, 12 colocan al candidato del PRI ¾Enrique Peña Nieto¾ entre la más chiquita, 46, y la más grande 48.5 por ciento. MERCAEI del 12 de febrero del 2012 dice que no, que sólo tiene 41 y Covarrubias del 15 de febrero dice que tiene 39. MERCADEI fue realizada para el PAN según lo dijo su propio presidente, Gustavo Madero, y fue citada por el presidente de la república; Covarrubias trabaja y publica en El Sendero del Peje, que es el órgano de difusión de Internet de Andrés Manuel López Obrador; todas las demás coinciden casi entre uno y dos puntos en las estimaciones tanto para el PRI como para el PAN como para López Obrador, no hay confusión en las encuestas. Hay encuestas de medios serias, bien hechas, sí coinciden casi a la décima, y hay dos encuestas interesadas de partido político que dicen algo distinto. No hay que pensarle mucho, hay 14 encuestas hechas bien y dos, quiero pensar, que están hechas mal”.
Sin expresar ningún tipo de juicio moral sobre los intereses que pudiera haber detrás de los porcentajes presentados por estas dos casas encuestadoras, Beltrán Ugarte simplemente señala: “Si se disparan tanto del consenso de la gran mayoría de las encuestas debo pensar, metodológicamente hablando, que algo hicieron mal, sólo una de ellas, la de GEA-ISA, es de medios, es del diario Milenio y tendrá que explicarnos él, no nosotros, Ricardo de la Peña, por qué su encuesta es tan distinta del consenso, muy al mismo tiempo, de Roy Campos, Consulta Mitofsky; Jorge Buendía, El Universal; BGC-Ulises Beltrán y Asociados, Excélsior, y Parametria, El Sol de México, por lo menos ya podríamos añadir también, aunque no publique en medios, la de IPSOS-BIMSA” .
“Si de las 16 que hay publicadas ocho dijeran una cosa, ocho dijeran otra cosa o cinco dijeran que gana el candidato uno, cinco dijeran que gana el candidato dos y cinco que gana el candidato tres, pues sí tendríamos un problema, pero desde hace mucho tiempo que no se veía un consenso tan claro en las encuestas y la explicación tan clara de lo que está pasando cuando las únicas que difieren son dos encuestas vinculadas a partidos políticos.”
Empresas sin prestigio
De ahí que en esta guerra de encuestas no hay ningún problema o riesgo, al contrario, “entre más información tenga el elector mejores decisiones tomará; el riesgo para quienes hacen, quienes disienten del consenso de los encuestadores serios, es que su prestigio probablemente se verá, por lo menos, cuestionado”.
Sin embargo, aun cuando en esta guerra de encuestas no existe ningún riesgo de alterar el proceso electoral como señala el director de BGC, Ulises y Asociados, para Enrique Alduncin, “sí es una manera de pelear y puede tener, como las campañas sucias, efectos contrarios a los que se persiguen, porque si la gente percibe que se está mintiendo con las encuestas, también se miente con lo demás, o si las campañas negativas no están fundamentadas en hechos y son difamaciones, es un bumerán que se regresa a quien lo lanza, entonces son instrumentos de propaganda que pueden tener efectos negativos para los propios candidatos y partidos que los postulan”.
Mientras que el riesgo para las casas encuestadoras está en perder su credibilidad, “hay muchas casas encuestadoras que no tienen mucho prestigio, que ya desde épocas pasadas han hecho este tipo de situaciones; por ejemplo, Covarrubias y Asociados está muy involucrada con AMLO, incluso en el conteo rápido ¾que es una técnica donde no debe haber equivocaciones¾, en la elección de 2006, salió que el conteo rápido favorecía a AMLO, cuando todos los otros conteos decían lo contrario, pero pues ya estaba esta agencia muy comprometida con el PRD y ahora vuelve a hacer lo mismo, lo pone en segundo lugar cuando claramente va en tercero”, explica Alduncin Abitia.
Y agrega el especialista en estudios de mercado y opinión pública: “Por decirlo de una manera, en el promedio de las últimas encuestas publicadas traen a Peña Nieto con 48 por ciento; a Josefina Vázquez Mota con 29.6; a Andrés Manuel con un 22; y le dan uno a ¾Gabriel¾ Quadri; entonces, si éste es el promedio, sacamos la desviación estándar y vemos cuál de las desviaciones estándar es más o menos hacia arriba o hacia abajo, cuánto pueden, en términos de probabilidad, estar estas encuestas. Vemos por ejemplo que la de Covarrubias trae para Andrés Manuel la más alta, 30 por ciento; nadie trae esa cifra, ésa es la máxima, la mínima es de 20, que la trae GEA-ISA, que está también un poquito abajo del promedio, pero no tanto, porque es 22, pero de 22 promedio a 30 se está subiendo ocho puntos, por lo tanto no es creíble”.
Igual que Josefina, quien “trae 29, digamos 30, y MERCAEI de pronto dice que trae cuarenta y tantos, está 10 puntos arriba, no puede ser; yo no conozco la encuesta de MERCAEI, no la han publicado, no le he visto. en ADN-político ¾un sitio de Internet¾ que es donde salen las encuestas pues está haciendo esta labor en una página de Internet, ahí se pueden consultar todas las encuestas hasta la fecha, y no viene la de MERCAEI, entonces yo no conozco esta encuesta, me estoy basando en lo que he leído en los periódicos, pero son puntos que no hacen que sean creíbles esas encuestas”.
Lo cual, en opinión de Enrique Alduncin, también puede influir, “en el sentido de que la gente se dé cuenta de que están mintiendo y de que están tratando de engañar, en unos en forma negativa para ellos y otros en forma positiva; por ejemplo, para ellos ¾yo no estoy juzgando éticamente, simplemente estoy hablando del efecto mediático qué pueda tener¾, si la encuesta de Andrés Manuel la creen los perredistas o gente que está indecisa puede decir: va muy bien, ya le está ganando a esta señora, voy a votar por él, entonces sí puede tener un efecto en ese sentido, pero otra gente se puede dar cuenta de que están engañando con la encuesta y dirán: es un señor que está mintiendo hasta con las encuestas, no voy a votar por él, entonces son efectos encontrados que habría que estudiarlos también con una encuesta a ver cuál es el efecto que tiene, qué piensa la gente de esto”.
En este contexto, un punto que destaca el director de la casa encuestadora Alduncin y Asociados es que “por lineamientos de ley tienen que registrarse en el Instituto Federal Electoral (IFE) todos los encuestadores que estén haciendo encuestas para las elecciones federales, y tienen que mandar copias de sus escritos y de sus análisis. Siendo así, en última instancia se pueden consultar todas estas encuestas ya en el IFE, es decir, hay que ver quiénes han respondido a esto y quiénes están fuera de la ley de esas casas encuestadores que no lo hayan entregado; de igual forma, quién está pagando, pero eso ya se sabe, por ejemplo, la de MERCAEI la paga el PAN, no puede ser de otra manera, y la de Covarrubias la paga el PRD, y así”.
Los costos
En ese mismo tenor, abunda el entrevistado, sobre qué tan costosa es la realización de una encuesta electoral, ya que se sabe GEA-ISA realizará para el diario Milenio una encuesta de seguimiento diario, la cual será financiada por esa casa editorial.
En primer lugar, sí la pueden hacer, no diaria porque no daría tiempo, pero sí una cada semana es muy factible, si vemos el trabajo de campo de las encuestas no son tantos días; por ejemplo, los días de las encuestas ¾porque lo reportan las casas encuestadoras¾ están tardando una semana más o menos en hacer el campo y luego ya la parte de captura, y todo eso puede ser muy rápido. Sí se puede hacer una encuesta en una semana, y para hacerlo diario hay técnicas como el famoso tracking, que lo hizo Reforma en la elección pasada; es una encuesta que le van quitando un número de entrevista de la muestra un día y le añaden otros, digamos le quitan 400 encuestas; 400 encuestas sí se pueden hacer en un día, entonces quitan ésas y la promedian con las que llevan, entonces no da brincos tan grandes, y después de tres días es una encuesta de 1200; en tres días ya cambiaron totalmente la muestra, como que se va promediando el tracking, entonces sí se puede hacer una encuesta diaria, lo ha hecho en encuestas telefónicas otra agencia, la de Federico Berrueto, Gabinete de Estudios Estratégicos”.
En cuanto al costo, “depende del medio, por ejemplo muchas encuestas publicadas en periódicos, el periódico la publica y el costo nominal puede ser un peso, es decir, yo publico lo que quiero y el periódico me lo refrenda y a mí me paga otra persona, un partido, entonces habría que ver que no haya un subsidio o un financiamiento detrás de esta encuesta GEA-ISA. El medio no puede pagar, los medios que pagan sus propias encuestas son El Universal básicamente y Reforma, los otros medios están usando al encuestador y el encuestador está usando a los medios, entonces habría que acreditar que efectivamente a GEA-ISA le pague Milenio porque le puede estar pagando por atrás algún otro partido y entonces sí habría ya algún conflicto de intereses, pero GEA-ISA es una casa encuestadora seria que ha tenido buenos índices de desempeño en el pasado y sí se pueden hacer estas encuestas semanalmente, no hay ningún problema, es cosa de dinero. Si una encuesta de este tipo cuesta un millón de pesos, serán cuatro millones al mes, no es gran cosa para un partido, sobre todo si está teniendo la publicidad que le dé la encuesta”.

