Entrevista a Eréndira Avendaño/Investigadora de México Evalúa
Moisés Castillo
Hace un par de meses se presentó una polémica entre Vicente Fox y Enrique Peña Nieto sobre la pobreza en el país. Un tema que, sin duda, debe ser prioritario en la agenda electoral.
El candidato priista afirmó que desde que el PAN llegó a Los Pinos, 12 millones de personas han pasado a la pobreza extrema. Usando cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) afirmó que de 2008 a 2010, durante la actual gobierno de Felipe Calderón, 3.2 millones de personas cayeron en esa situación.
Sin embargo, el ex presidente afirmó que, cuando se dio la transición en 2000, recibió la cifra de pobreza en un nivel de 53 por ciento, la cual al término de su administración, dijo, estaba en 42 por ciento.
“Me parece que en el primer periodo de gobierno del PAN se logró una disminución sustantiva de la pobreza en todos sus términos… Fue en el periodo del 2006 al 2010, que hubo nuevamente este crecimiento de la pobreza”, aclaró el guanajuatense.
Lo cierto es que en el sexenio foxista se tenía otra metodología para medir la pobreza, ya que el Coneval fue creado en agosto del 2005 y fue hasta el 2006 cuando realizó su primera estimación de la pobreza por ingresos, con datos del INEGI, y desde entonces, cada año, difunde sus cálculos al respecto.
El Informe de Política Social 2011 de Coneval reveló que 52 millones de mexicanos se encuentran en situación de pobreza (46.2 por ciento de la población).
Sin embargo, cuando se creó el Comité Técnico para la Medición de la Pobreza con Vicente Fox, se borraron los altos índices de miseria. En 2002 se encontró que dos terceras partes de la población estaban en situación de pobreza, por lo que el comité hizo ajustes en la medición y terminó diciendo que sólo afectaba a 50 por ciento de mexicanas y mexicanos.
En el 2000 Josefina Vázquez Mota fue candidata a diputada plurinominal pero se quedó poco tiempo en la curul, ya que el presidente Fox la invitó a ser titular de la Secretaría de Desarrollo Social. En ese cargo Josefina aplicó el programa Oportunidades que redujo la pobreza pero no rompió con el círculo vicioso porque no se generaron los empleos prometidos: el crecimiento económico fue decepcionante.
El gran déficit del sexenio foxista son cuatro millones 580 mil 568 empleos, si se toman en cuenta las necesidades de un millón 200 mil trabajadores al año, los cuales tuvieron que trabajar en la economía informal, viajaron al extranjero o simplemente permanecieron desempleados.
Las cifras de trabajadores asegurados en el IMSS revelan que sólo se crearon 879 mil 276 empleos en el sexenio, de ese total 239 mil 842 fueron plazas permanentes y los restantes 639 mil 434 fueron eventuales.
El país necesita crear un millón de empleos al año, pero para lograrlo se debe crecer a una tasa de 6 por ciento anual del PIB. Vicente Fox prometió un crecimiento económico de 7 por ciento, sin embargo, durante su administración creció sólo 1.8 por ciento en promedio y la oferta de generar empleos no se cumplió.
Josefina Vázquez Mota tuvo una primera semana de campaña para el olvido y se tradujo en números negativos. Por ejemplo, la encuesta GEA-ISA coloca a la panista con 26 por ciento de las preferencias electorales, mientras el priista Enrique Peña Nieto se mantiene con 52 puntos porcentuales.
La candidata de Acción Nacional realizó una evaluación y admitió que los conflictos internos del partido “han consumido energía política que debimos encauzar a arrancar con más fuerza. Perdimos tiempo, nos distrajimos en cuestiones francamente secundarias”.
Los errores discursivos y en los spots fueron evidentes. Las cifras que difunden Vázquez Mota y su partido sobre los logros de las administraciones panistas en materia de política social no cuadran.
“Cuando fui secretaria de Desarrollo Social puse 3 millones de pisos firmes”, asegura la candidata en un nuevo spot, mientras muestra tres dedos de la mano derecha. En tanto, en un spot en el que el PAN promueve a sus candidatos a senadores y diputados, bajo el título “12 años impulsando el cambio”, se presume: “Colocamos pisos firmes a 2 millones de viviendas”.
Y siguiendo con la feria de cifras, el presidente Felipe Calderón anunció el mes pasado que durante su administración se han colocado 2.5 millones de pisos firmes en viviendas de todo el país. La cifra ofrecida por Vázquez Mota, quien estuvo al frente de la Sedesol entre el 1 de diciembre de 2000 y el 6 de enero de 2006, no tiene soporte documental.
La candidatura de Vázquez Mota marca una continuidad en la política social que viene desde el sexenio de Fox y el presidente de Calderón. La atención a la pobreza por parte de los gobiernos panistas tiene un enfoque paliativo y electorero. Es decir, el programa Oportunidades administra la pobreza cada seis años. Algunos especialistas coinciden en que se debe cambiar la actual política económica para combatir de forma integral este flagelo.
Para Eréndira Avendaño, investigadora de México Evalúa, a pesar de las transformaciones sociales implementadas en el siglo XX, persisten altos niveles de desigualdad en el país y amplias brechas de acceso a oportunidades básicas de educación, salud, seguridad social e ingreso de la población.
“De las mediciones del Coneval se observaba que 53.7 por ciento de los mexicanos se encontraba en pobreza en el 2000 y al término del gobierno del presidente Fox bajó a 47 por ciento. Estamos hablando de una reducción de poco más 6 millones que sería alrededor de las familias que se encuentran beneficiadas en el padrón de Oportunidades. Sí hay una reducción, pero depende de la forma en que se mida ese tipo de variables”.
La gestión de Vázquez Mota
¿Cómo evaluar la gestión de Josefina Vázquez Mota en la Sedesol?
Es importante valorar cuáles han sido los cambios de la política social y cuáles son los resultados en materia de indicadores sociales, de bienestar, de acceso a bienes públicos. Existe un cambio importante en términos de la institucionalización de la política social. Recordemos que hubo una alternancia política en el 2000 y eso permitió generar grandes cambios en transparencia y rendición de cuentas. A finales de 2003 se aprobó la Ley General de Desarrollo Social en la cual se impulsó la generación de mecanismos para atender las carencias sociales y también se promulgó la Ley de Acceso a la Información y Transparencia, en la cual se incluyeron los padrones de beneficiarios de programas públicos.
¿Existe una continuidad en la política social? El antecedente directo de Oportunidades es Progresa, de Zedillo.
Hay un cambio importante en el enfoque de la política social de años anteriores a esa gestión, ya que se empezaron a aplicar nuevos instrumentos de política pública enfocados a focalizar la atención a ciertos grupos vulnerables. Se creó Oportunidades que da continuidad al programa Progresa de Ernesto Zedillo. Oportunidades comenzó en el 2000 y se modificó con otros criterios para garantizar características a la población a beneficiar y se trató de incluir al mayor grupo de beneficiarios con ciertos perfiles. Sin embargo, la desigualdad es una situación en la cual las condiciones de bienestar se distribuyen de forma sesgada entre distintos grupos de la población; de ahí que la igualdad se asume como un valor que debe ser atendido mediante la acción pública.
¿Cómo atacar la pobreza sin esperar que programas como Oportunidades sean “la varita mágica” y resuelvan un problema tan urgente?
Es un programa que sí está atendiendo a 6.5 millones de familias, pero tomando en consideración que los pobres en el país actualmente son 52 millones, estamos hablando de cerca del 10 por ciento. El problema con Calderón fue la crisis económica de 2009. Son instrumentos débiles que no necesariamente han podido construir esas capacidades con acceso a bienes como educación, salud, y que puedan tener un acceso al sector productivo. Ese es el problema real. Si tú das capacidades y oportunidades pero no das empleo, no pueden acceder a un mercado, se incrementa la informalidad y se mantienen los niveles de pobreza y no puedes romper con el círculo vicioso.
Con este panorama, ¿cómo califica el paso de Vázquez Mota por la Sedesol?
Sólo dio continuidad a las políticas que ya se habían implementado para atender los problemas de pobreza. Hubo un impulso de generar ciertas condiciones institucionales que hacían falta para el país y para el ataque de los temas de vulnerabilidad y bienestar. Pero hay retos importantes en el diseño de políticas públicas efectivas, que tiene que ver con generar un programa de desarrollo social, enfocado a atender poblaciones vulnerables y que debe identificar de manera adecuada a la población. Preocupa la inexistencia de ideas innovadoras de quienes pretenden conducir el país ya que no plantean la atención de los problemas públicos bajo principios de eficacia y factibilidad.
¿Coincide con algunos expertos en que se debe cambiar la política económica para contrarrestar la pobreza de una forma integral?
Es importante el tema de crecimiento económico para generar oportunidades. Al final el crecimiento económico y la producción en el país se debe de ver reflejado en generación de empleo, porque las políticas de desarrollo social están enfocadas a atender y generar ciertas condiciones que tienen que ver con acceso a la educación y salud. Es decir, tenemos una población con mayor educación, preparación y formación, personas que viven más años, pero no están teniendo un acceso al mercado para generar mayores ingresos y cambiar su posición social. En una encuesta nacional de valores de Banamex se mencionaba que alrededor del 40 por ciento de la población no considera la posibilidad de cambiar de posición social.
¿Percibe algún cambio o novedad en materia de política social en las propuestas de los principales candidatos presidenciales?
Se sigue manteniendo el mismo enfoque de política social. Hay un discurso relacionado con el tema de universalización sobre todo en educación, ya se impulsó la cuestión de salud con el Seguro Popular, y pareciera que con Oportunidades queda saldada la política de desarrollo social. Es la misma tendencia. Se ha hablado de que los diagnósticos son los mismos pero no se proponen medidas alternativas e innovadores en el desarrollo de políticas públicas. Hace falta la salida hacia el sector productivo y el tema de política educativa. Hay 52 millones de mexicanos que se encuentran en situación de pobreza. De estos, 21.4 millones son población menor de 18 años. Esto significa que el grupo con mayor porcentaje de pobreza en el país son niños y jóvenes. De la población en condición de pobreza, cerca de 50 por ciento no alcanzan a cubrir los mínimos básicos de bienestar. La desigualdad es el mejor elemento para tener una sociedad violenta e inestable. La discusión hacia adelante debería enfocase en cómo lograr que exista una sociedad con menos desequilibrios y más estable.
México pobre
* 52 millones de mexicanos no tienen garantizado el ejercicio de al menos uno de sus derechos para el desarrollo social (salud, educación, vivienda, alimentación), además de que sus ingresos son insuficientes para adquirir los bienes y servicios que requieren para satisfacer sus necesidades básicas.
* 52 millones de mexicanos viven con un ingreso mensual inferior a la línea de bienestar, el cual es de $2,201.57 pesos en zonas urbanas y $1,390.40 pesos en zonas rurales.
* 18.8 millones de personas son incapaces de obtener una canasta básica alimentaria, aun si se hiciera uso de todo el ingreso disponible en el hogar para comprar sólo los bienes de dicha canasta.
* En promedio, una persona que pertenece al 10% más rico de la población tiene un ingreso 35 veces mayor que una persona del 10% mas pobre de la población.
* 25% de los municipios en México posee un alto o muy alto grado de rezago social.
* 60.7 millones de personas no tienen acceso a la seguridad social, la cual se encuentra asociada con prestaciones y beneficios derivados de actividades laborales (pensión, vivienda, servicios de salud) o programas de pensiones para adultos mayores.
Fuente: Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.