“Somos el único país en América que no maneja sus recursos”: Fernández
Bernardo González Solano
“Eramos pocos y parió la abuela”, como si a España le faltaran problemas en estos momentos. Aparte la delicadísima situación económica, los percances del rey cazador de elefantes, y de otras piezas de calidad, se quiebra “misteriosamente” la cadera en un lejano país de Africa, Botswana, y el nieto aprendiz de tirador se pega un escopetazo en un pie.
Para colmo, la malvada madrastra de Blanca Nieves, la presidenta argentina, Cristina Fernández viuda de Kirchner, el lunes 16 de abril decidió sumar a sus fechas históricas el “18 de marzo mexicano”: tras informar que la producción de petróleo será considerada de interés público anunció que ese día tomaba el control de YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) la filial de la petrolera española Repsol (nombre que derivó de REPESA: Refinería de Petróleos de Escombreras, que comercializaba lubricantes, y en 1991 el Instituto Nacional de Hidrocarburos creó una empresa mixta cuyo nombre se eligió por medio de una encuesta callejera. Corto, redondo, sonoro y pegadizo).
En un acto oficialista, en el Salón de Mujeres de la Casa Rosada, sede del Poder Ejecutivo de Argentina, rodeada de sus principales ministros y consejeros, Fernández hizo saber a los presentes y a los ausentes que el 51% de las acciones de YPF pasaban a poder del Estado y el 49% de este paquete de control, que será de titularidad pública, se distribuiría entre las provincias argentinas que producen petróleo. De hecho, este acto de expropiación no fue algo inesperado.
Expropiación anunciada
Como el libro de Gabriel José de la Concordia García Márquez, Crónica de una muerte anunciada, ésta sería “crónica de una expropiación anunciada”. A diferencia de la novela del Premio Nobel de Literatura colombiano, esta “crónica” tendrá muchas consecuencias a corto y largo plazo. No solamente económicas, sino diplomáticas, empresariales y políticas. Nada más, nada menos.
Frente a varios empresarios argentinos, la viuda Kirchner pronunció un discurso retransmitido por la televisión pública, del que resaltan varias frases inolvidables: “Somos el único país de América y casi del mundo que no maneja sus recursos naturales, pero hubo motivos más fuertes para tomar esta decisión… El modelo no es de estatización, que quede claro, sino de recuperación de la soberanía y control de un instrumento fundamental. No será manejada por un grupo empresario nacional ni internacional, sino por el Estado nacional”.
“Lo único que lamento —agregó— es que él [Néstor Kirchner] no pueda… creo que desde algún lado lo está viendo, pero me gustaría que me estuviera mirando como hacía siempre, porque él siempre soñó con recuperar YPF para el país”.
“Soy una jefa de Estado —dijo— y no una patotera” (vendedora de legumbres).
Conocida la decisión de la presidenta argentina, en España, el presidente de gobierno, Mariano Rajoy, el ministro de Industria, José Manuel Soria, y el de Relaciones Exteriores, José Manuel García Margallo, se reunieron de emergencia.
Asimismo, María Dolores de Cospedal, secretaria general del Partido Popular, aseguró que el gobierno de España dará “la respuesta más adecuada” al anuncio de Buenos Aires de enviar al Congreso el proyecto de ley que permite la expropiación de la filial de Repsol.
En ningún momento, Fernández mencionó un precio o un pago a Repsol por la expropiación de YPF. Unicamente justificó la expropiación por la falta de inversiones de la filial y aseguró que, durante 2010, Argentina tuvo que importar combustibles por casi 10 mil millones de dólares. El Tribunal de Tasaciones argentino decidirá el valor a pagar por acción, que de acuerdo a los expertos tiende a ser más bajo de su cotización actual.
Rajoy en México
Cuando este reportaje esté impreso, el jefe de gobierno del reino de España, Mariano Rajoy, ya habrá concluido su primera gira por Iberoamérica, en México y en Colombia, que indudablemente aprovecharía para lograr apoyo de ambos naciones contra de las medidas expropiatorias de Fernández.
De hecho esta ofensiva diplomática empezó en la Cumbre de Cartagena de Indias, la semana pasada, donde se reunieron los ministros de Relaciones Exteriores de España y México, entre otros.
De tal suerte, Rajoy podría contar con el apoyo de México —que por el momento ejerce la presidencia de turno del G-20—, no solo porque el 9.49% de Repsol pertenece a Petróleos Mexicanos, sino además porque el gobierno de Calderón y el de Argentina todavía no terminan con su disputa debido a las restricciones impuestas por la Casa Rosada a la importación de automóviles mexicanos.
Rajoy llegaría a Puerto Vallarta, para tomar parte en el Foro Económico Mundial, con 900 dirigentes políticos y empresariales de 71 países y tendría que exponer a sus contertulios las posibilidades de que España sorteará sus graves problemas económicas sin pasar por un rescate como Grecia, Irlanda o Portugal. Al respecto, un vocero de la Moncloa dijo: “El mensaje no es tanto qué puede hacer España por América Latina como qué puede hacer América Latina por España”.
Lo cierto es que la decisión argentina coloca al Ejecutivo español en una posición delicada. España dará una respuesta firme. Así lo esperan todos los sectores de la península. Pero la Moncloa es consciente de que cualquier paso que dé puede tener repercusiones.
Los especialistas en las relaciones argentinas-españolas recuerdan que Madrid se ha identificado con el futuro de Argentina en momentos difíciles. En 2001, por ejemplo, en los tiempos de Jauja, el gobierno de José María Aznar, del Partido Popular, como ahora con Rajoy solo que en condiciones económicas adversas, facilitó un crédito de mil millones de dólares para apoyar financieramente el país.
A su vez, las empresas españolas radicadas en la nación austral —Repsol, Telefónica, BSCH, BBVA, Endesa e Iberia— decidieron continuar en Argentina pese a esos momentos difíciles.
Al no poder frenar la decisión de Fernández, Madrid sufre un grave problema. Firmeza sí, como al convocar al embajador argentino en la capital ibera hace dos semanas. Pero, el gobierno de Rajoy debe ser muy cuidadoso y calculador en la reacción de los australes. En el país de las pampas, España es posiblemente el principal inversor por lo que hay muchos intereses iberos por aquellos lares que se deben cuidar. Por si alguien lo ignora, en Buenos Aires y todos sus alrededores viven 380 mil españoles, arraigados como pocos en los rumbos del Martín Fierro.
¿Hasta dónde llegará el diferendo diplomático? No es fácil aventurarlo. Por lo mismo, el gobierno popular de Rajoy, debe sopesar la respuesta.
Hablar y no discursear
De todas suertes, en las últimas semanas seis provincias argentinas le habían retirado a Repsol-YPF la concesión sobre 16 áreas de explotación. Por ello, el presidente de Repsol, Antoni Brufau, reclamó el domingo 15 de abril, diálogo al gobierno de Fernández para resolver el futuro de la empresa.
“Siempre hay que hablar, hablar, no imponer ni discursear (sic). Las cosas hay que hacerlas en el despacho y hablar. Siempre digo que [hablando] la agente se entiende”, dijo el empresario.
Hay que decir que Repsol-YPF es el mayor productor argentino de hidrocarburos y líder del mercado de combustibles con el 54% de refinación. No obstante, un documento de las provincias productoras difundido a principios de este año señaló que “la caída de la producción de todas las empresas de gas y petróleo fue del 11% y el 18% respectivamente”. Y el mismo documento señala que en el caso de la firma Repsol-YPF “redujo un 30%-35% su producción de crudo en los últimos años y más del 40% la de gas”.
En fin, la producción petrolera global del país se ubicó en 2011 en los 796 mil barriles diarios, casi sin variantes comparada con 2009 y 2010, según cifras del Ministerio de Economía.
Como sea, la adquisición de YPF costó a Repsol 13 mil 437 millones de euros en 1999, con el propósito de internacionalizarse. Un montón de dinero que le permitió pasar, en un año, a convertirse en la octava productora de crudo del mundo y la decimoquinta compañía energética. En su momento, recibió felicitaciones de todas partes. Ahora, Repsol sabe que para una empresa tener enfrente a un gobierno no solo es un inconveniente, es un escollo prácticamente insalvable.
Ambas partes necesitan negociadores de primer nivel, con el ánimo de no llegar a un camino sin retorno. Hay mucho en disputa. Argentina y España lo saben perfectamente. El orgullo y la tozudez no sirven para el caso.
Cristina Fernández viuda de Kirchner parece seguir los pasos del bolivariano venezolano.