Es enorme la distancia respecto a sus adversarios

Félix Fuentes

Para alcanzar a Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota debe remontar un punto porcentual cada 3.5 días, de aquí a cuando sean las elecciones, y Andrés Manuel López Obrador necesita aumentar el mismo punto en 2.7 días. Es decir, para que suceda el “milagrito” expresado por Vicente Fox, se requiere de un cataclismo político.

Sin ufanarse de su ventaja, el candidato del PRI ordena a su equipo no confiar en los números y trabajar a lo máximo, ante las amenazas panistas de que en el mes de mayo van a lanzar obuses incendiarios contra él.

Después de los compromisos incumplidos por Peña Nieto, según denuncias del PAN, este partido no alcanzó el éxito que esperaba, lo cual se refleja en los índices de nueve encuestadoras, las cuales señalan retrocesos de la candidata Vázquez Mota.

El promedio de las empresas dedicadas a los sondeos políticos, realizado por Mitofsky, señalan 49.8% para Peña Nieto, 27.5% a Vázquez Mota y 21.4% a Andrés Manuel López Obrador. La del periódico El Universal da una ventaja al mexiquense de 31.40 puntos sobre la abanderada panista y 32.9 en el caso de López Obrador.

Para observadores políticos y quienes realizan las encuestas son diferencias difíciles de superar, por mucho que hagan los adversarios de Peña Nieto.

En esto cuenta el desempeño del candidato tricolor, de unificar en lo posible a los priistas. El único contrincante de Peña Nieto, en el interior del PRI, era Manlio Fabio Beltrones, pero el sonorense se integró a la causa del ex gobernador del Estado de México y será quien coordine a los diputados tricolores en la próxima legislatura.

Cuenta Peña, asimismo, con la colaboración de 20 gobernadores priistas y son los puntales en su campaña mediante movilizaciones a los eventos,  propaganda y el manejo electoral en los 300 distritos electorales del país.

En cambio, Vázquez Mota navega con un equipo dividido, con base en gente enviada de Los Pinos sin ser de su confianza. ¿Qué puede esperar de un Ernesto Cordero con quien se confrontó y presumía cómo iba a gobernar la república? El ex hacendario se quedó con ganas de debatir con Peña Nieto, presa de la frustración.

En ese sentido, López Obrador no se mece en un lecho de rosas. La distancia de él con los perredistas no se ha cerrado y lo desdeñan por preferir a petistas y al Movimiento Ciudadano, al grado de olvidar a sus ex compañeros de partido.

Lo sabe el tabasqueño y al verse en tercer lugar de las preferencias convoca a los partidos de izquierda a unirse, “a trabajar hasta lograr el triunfo”. En su actitud desesperada demanda que se unan en torno a él “y ya después se pelean”. Pudo haber dicho que si gana continuarían unidos.

Mientras en el PAN y el PRD se suceden las peleas intestinas, los priistas intensifican acciones en cada base del partido, a partir de los líderes seccionales y de municipio por municipio. Pero Vázquez Mota y el Peje suponen que sólo con discursos y promesas absurdas, como ésa de abrir una cuenta bancaria a cada estudiante, van a ganar. Según ella, va aumentar diez veces el presupuesto a la cultura.

Han prometido tanto a ancianos, discapacitados, estudiantes, trabajadores del campo y desempleados que ni con cinco presupuestos anuales de la federación cumplirían los exagerados ofrecimientos de campaña. A esto se debe que mucha gente no les crea.