¿No te mordiste la lengua?

Yazmín Alessandrini

Genio y figura…, Javier Lozano Alarcón, de muy gris y mediocre gestión al frente de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (de 2006 a 2011), parece sentirse muy cómodo en los zapatos del bufón número uno del PAN, donde, muy a la usanza de los perros de pueblo, nada más lo sueltan cuando hay fiesta sólo para ver a quién muerde, sin importar que sea a los de casa o a él mismo.

Lo anterior viene a colación porque en su “gracia” más reciente, Javiercito, echando mano de su cada vez más frecuente amnesia política, se le fue con dientes y garras a la yugular a Manuel Espino (expulsado de las huestes panistas el último día de noviembre de 2010), quien acaparó reflectores el martes pasado al anunciar su adhesión a la campaña del priista Enrique Peña Nieto a través del Movimiento Volver A Empezar, el cual le ofrece al mexiquense los 900 mil votos de sus afiliados.

Herido en su amor propio, como si la novia se le hubiera fugado con el peor de sus enemigos, el ahora aspirante del albiazul al Senado de la República por Puebla, despotrica y lanza sus venenosos espumarajos al duranguense, a quien tachó de “traidor”, “oportunista” y “despreciable”… ¡Ups!, ya nada más le faltó decir que también se quedaba con los cambios cuando lo mandaban por los refrescos.

¡Ay, Javiercito!

¿Acaso ya se te olvidó de dónde saliste y cómo llegaste a donde estás ahora? ¡Ternurita! ¿Piensas que naciste hace cuatro años cuando te acercaste a la pila bautismal del PAN y que todos tus pecados del pasado fueron borrados por el agua bendita blanquiazul? No me parece que seas el más indicado para hablar de traición y oportunismo porque, si mal no recuerdo antes ser el vocero de Acción Nacional no hace muchos años atrás ostentabas el mismo puesto… ¡en el Revolucionario Institucional! Así que, como dicen mis sobrinitos: ¿no te sangró la boca?

En esta política nuestra, la mexicana, tan desprestigiada y mal usufructuada por personajes como tú, lo que más hace falta es individuos con la capacidad y el valor de señalar, de acusar, de levantar la voz y de exigir que se dejen a un lado los “cochupos” y los “enjuagues”.

Pero sobre todo, lo que más le urge a México en estos momentos es gente de calidad moral y tú, lamentablemente, no la posees.

Tu pasado inmediato es tan tricolor como el de muchos gobernadores amnésicos (Sinaloa, Guerrero, Oaxaca, por ejemplo) y lo que es peor, hay cuentas pendientes de las que todavía no das explicaciones claras (los casos de Mexicana, de Zhenli Ye Gon y tantos más) y hay millones de mexicanos que seguimos esperando por ellas.

Calladito se ve más bonito, señor candidato al Senado.

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