Juan Barrera Barrera

Santo Domingo, República Dominicana.- Este 20 de mayo se llevarán a cabo elecciones presidenciales en República Dominicana, que se disputarán los candidatos Danilo Medina por el oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) e Hipólito Mejía, abanderado de la principal formación política opositora, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

El turbio escenario en que se han desenvuelto las campañas no puede ser menos que propicio para una jornada electoral de esta importancia, ya que pone en riesgo la endeble estabilidad democrática dominicana por la grosera injerencia del gobierno de  Leonel Fernández.

El intervencionismo del aparato estatal en el proceso electoral tiene el objetivo de favorecer la candidatura de Danilo Medina, quien ha hecho una campaña de bajo perfil, por lo que no ha logrado remontar a su principal opositor Hipólito Mejía que lo supera por 12 puntos en los sondeos de opinión.

Desvío de recursos

Sin embargo, la injerencia gubernamental no sólo se ha enfocado al desvío de recursos en apoyo al PLD, cuya candidata a la vicepresidencia es Margarita Cedeño, esposa del mandatario. Las presiones y amenazas ahora se han dirigido a los medios de comunicación y periodistas independientes, críticos del gobierno.

Cuál es la razón de que el gobierno de Fernández intente acallar a la prensa libre: escándalos de corrupción en los que está implicado directamente el senador Félix Bautista, secretario de Organización del PLD y hombre de todas las confianzas del presidente dominicano.

La periodista Nuria Piera ha documentado que el legislador financió la campaña del presidente de Haití, Michel Martelly, con 2.5 millones de dólares, así como la de su contendiente, Mirlande Manigat, en la segunda vuelta, como una forma de asegurar contratos para sus empresas constructoras.

Se extienden redes a Perú y Panamá 

De acuerdo a los reportajes de la aguda periodista, Félix Bautista por ese apoyo habría obtenido contratos muy jugosos de parte del gobierno de Martelly, que ascienden a unos 380 millones de dólares. El escándalo ya cobró su primera víctima: el primer ministro haitiano, Garry Conille, quien tuvo que dimitir al cargo. Los tentáculos de corrupción del senador están salpicando a Panamá y a Perú, según ha trascendido en la isla caribeña.

Pero el gobierno de Leonel Fernández, en lugar de actuar como estadista, actúa como cómplice, ya que en lugar de ordenar una investigación, ha intentado confundir a los dominicanos a través del espionaje telefónico en contra del PRD, el partido opositor que se perfila como posible ganador de los comicios presidenciales.

De acuerdo a grabaciones, se involucra a dos dirigentes del partido blanco (PRD) de tramar el asesinato de su propio dirigente partidista. El escándalo del espionaje político ha rebasado las fronteras. El 12 de abril, los gobiernos de Fernández y Martelly, denunciaron en conferencia de prensa, una presunta conspiración para desestabilizar al gobierno de Haití, en la que implican al coronel Pedro Julio Goico, uno de los principales responsables de la seguridad de Mejía Domínguez.