Elena Méndez

A Efraín

…El amor no es sólo eso, no es solamente mirarse a los ojos y tomarse de las manos y pronunciar solemnes palabras que luego habrán de tirarse a la basura.
Algún día, se prometió a sí misma, dejaría atrás el precipitarse cual ave implume y ciega hacia el abismo… algún día.

Pero ese algún día, cómo encontrarlo, amar es algo más, amar debe ser recíproco, y te lo dice a ti que no has amado, que sólo conjugas ese verbo para encubrir tu única intención, tatuar una sombra de la pared mientras galopan las hormonas en la sangre.

Y que podías decirle tú para consolarla de lo que llamaba una rara promiscuidad sin coito alguno, a veces teñida de ternura pero siempre permeada de lujuria, de ese maldito ser sin querer ser, de ese tener que callar a quién, cómo, por qué amaba.

Y la oíste sin escucharla, sin poder responderle: Te comprendo más, como tú dices, algún día…

Te escribió una carta nunca enviada, antes de teñir de rojo su cielo gris.

Cuento publicado en el libro Bipolar (Linajes Editores, segunda edición, septiembre de 2011; 65 pp).