Mayor frecuencia y severidad

Gabriel Gutiérrez

 Ante el incremento de la obesidad en niños, diversos estudios clínicos correlacionan en forma directa esta condición de sobrepeso en los menores con una mayor incidencia de casos de asma, advirtió Juan José Matta Campos, especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Explicó que esto se debe a que en el paciente obeso hay mayor producción de sustancias químicas, que son mediadores inflamatorios e influyen en el desarrollo del asma, como consecuencia del exceso de tejido adiposo (tejido graso).
El pediatra alergólogo del servicio de Alergia e Inmunología Clínica del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, detalló que la inflamación es la base principal del asma, que al ser una enfermedad multifactorial, se presenta por causas genéticas, ambientales, alérgicas, alimentarias, por exposición a productos químicos y el estilo de vida actual que nos somete a estrés.
Lo anterior, añadió el especialista del Seguro Social, también incrementa el repunte de síntomas asmáticos, aunque el factor genético, dijo, siempre está presente en el diagnóstico a cualquier edad, especialmente en niños.
Para tratar esta patología, el médico alergólogo señaló que el Instituto brinda medicamentos antinflamatorios y broncodilatadores para mejorar la capacidad de circulación de aire en los bronquios, lo que ha demostrado ser un tratamiento altamente efectivo en el control de este padecimiento.
Indicó que el tratamiento para el paciente pediátrico consiste en la administración de medicamentos en dosis de acuerdo con la severidad de los síntomas, y destacó que el IMSS además tiene fármacos preventivos, llamados antileucotrienos, que ayudan a contener la inflamación en bronquios.
Reveló que el Seguro Social cuenta con diversos tipos de medicinas en aerosol, para inhalar o aspirar, así como otras con el mismo efecto antinflamatorio y broncodilatador que se administran en nebulizaciones, servicio que también se otorga a los derechohabientes, con resultados muy efectivos.
Matta Campos informó que se ha detectado una mayor correlación clínica en la frecuencia y severidad de los síntomas de asma en pacientes obesos que quienes tienen peso normal, lo que además dificulta el control de los problemas respiratorios.
En la obesidad, dijo, se debe considerar que el aumento de volumen del tejido graso en la zona abdominal condiciona una disminución de los volúmenes pulmonares que maneja el paciente, por la restricción de espacio en esa zona del cuerpo.
Respecto a la detección de asma en pacientes alérgicos, precisó que en 80% de los casos el inicio de síntomas ocurre antes de que cumplan ocho años, aunque no se trata, aclaró, de una edad exclusiva.
Otros factores que pueden desencadenar los síntomas del asma son las infecciones, condiciones adversas del clima, ejercicio excesivo, estrés, el polvo casero, la presencia de mascotas con pelo o pluma, contaminación ambiental, así como algunos alimentos como la leche, huevo, trigo, soya, especialmente en etapas tempranas de la vida.
Juan José Matta Campos explicó que, cuando se sospecha de un origen alérgico del problema, se realizan pruebas cutáneas para determinar a qué es alérgico el paciente, a qué es sensible y, con base en ello, se otorga un tratamiento de inmunoterapia específica, mejor conocido como vacunas para enfermedades alérgicas, con una duración promedio de tres años, tratamiento que el Instituto Mexicano del Seguro Social brinda a sus derechohabientes.

Cuidado con las lluvias

Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hacen un llamado a la población para que en esta época de calor y lluvias tome precauciones para evitar la proliferación del paludismo, infección que puede poner en riesgo la vida de la persona enferma.
El paludismo, señaló el epidemiólogo Joel Navarrete Espinosa, coordinador de Programas Médicos de la Coordinación de Vigilancia Epidemiológica del Seguro Social, es un padecimiento causado por un parásito llamado Plasmodium, que se transmite a través de la picadura de mosquitos Anopheles hembra infectados.
Una vez que el insecto pica a un individuo y lo contagia, el microrganismo causante del paludismo va directamente al hígado, donde se reproduce y después se disemina a través de la sangre, infectando los glóbulos rojos, a los que finalmente destruye.
Se trata de una enfermedad característica de zonas tropicales donde existen grandes áreas pantanosas y con aguas estancadas, en las que el mosquito transmisor, denominado vector, puede proliferar libremente. En la actualidad, el paludismo, llamado también malaria (del italiano medieval mala aria: mal aire), tiene una mayor presencia en el continente africano, Asia y América.
La Organización Mundial de la Salud registra al año entre 300 y 500 millones de casos nuevos en el mundo y estima que, en el mismo periodo, esta infección causa más de un millón de muertes, sobre todo en niños. En nuestro continente el mayor número de casos se presenta en Brasil, Colombia, Perú, Venezuela y Guatemala.
En México, la enfermedad ha dejado de ser un problema de salud pública debido al éxito de las campañas en la lucha contra el mosquito Anopheles. Sólo se presentan casos aislados en algunos estados del norte y sureste del país ¾actualmente es considerado como de baja endemicidad para la enfermedad¾. En 2011, por ejemplo, el IMSS sólo reportó 7 casos de paludismo.
El epidemiólogo del Seguro Social explicó que una vez que el mosquito infectó a una persona, hay un periodo de incubación que va de 12 a 40 días, según el tipo de parásito que le fue inoculado.
Los síntomas característicos del paludismo son fiebre superior a los 39 grados, escalofríos, sudoración, debilidad, dolor de cabeza, de músculos y articulaciones, así como falta de apetito. En algunos casos puede presentarse malestar abdominal, náuseas, vómito y diarrea.
Si la enfermedad no se diagnostica y trata de forma adecuada puede evolucionar a un cuadro grave con deterioro en el sistema nervioso central, anemia (por la destrucción de glóbulos rojos en la sangre) y daño en el hígado y el riñón, lo cual pone en peligro la vida del paciente.
Cuando alguien presenta estos síntomas, dijo Joel Navarrete, debe acudir de inmediato al médico para recibir tratamiento y disminuir tanto la gravedad de la infección como la posibilidad de que el portador infecte a otros mosquitos y éstos a su vez a otras personas.
El especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social recomendó, principalmente a los habitantes de los estados del norte y sureste del país, mantener las ventanas cerradas durante la noche, colocar mosquiteros y usar pabellones impregnados de insecticida para dormir, ya que el mosco, fundamentalmente, pica por las noches.
Además, se sugiere aplicar repelente, vestir con camisas o blusas frescas de manga larga para evitar la picadura del mosco y, si es posible, usar sombrero como apoyo a las acciones que realiza el Instituto Mexicano del Seguro Social, encaminadas a la vigilancia epidemiológica, diagnóstico y tratamiento oportuno del paludismo.