Martha Bañuelos
Autrans, Francia.- Esta ciudad es una población que forma parte de las montañas alpinas del “Vercors” y está a 3 horas de París en el tren rápido (TGV), en el camino hacia Grenoble.
Cuando recuerdo que México tiene cuatro veces la superficie de Francia puedo creer que este país es chiquitito, sólo que cuando recorro sus regiones, y descubro su historia, paisajes, tradiciones y su vida moderna, ya no me parece tan pequeño, hay en él algo grande, como el Vercors, que fue una importante base de la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial, ya que el macizo de los Alpes fue una fortaleza natural para la “Guerrilla del Vercors”, cómo lo atestigua el monumento a la resistencia en Vassieux-en-Vercors.
Esas planicies y majestuosas montañas, viven su presente con renovada intensidad, cómo en Autrans, que con 30 países de 4 continentes forman la “Alianza Internacional de filmes de Montaña”; en febrero la Directora Mireille Chiocca organiza el “Festival del Film de Autrans Montaña y Aventura”, festejo que confirma el activo del Vercors.
El Vercors se disfruta en familia para hacer esquí alpino de fondo y descubrir la vida en la montaña, la que puede ser disfrutada por todas las edades; el esparcimiento es accesible a todos, ya que ésta es una de las regiones de Francia con gran vocación familiar y social.
Si no se sabe esquiar, aquí hay todo para aprender, pero si no quiere hacerlo, puede irse con el trineo de perros, una actividad poco arriesgada, emocionante y divertida, los perros están bien entrenados y cuentan con senderos libres para sus recorridos.
Sofía, su joven y decidida guía, los dirige con voz firme, ordenándoles: Simbad derecha!, izquierda!; además se puede escoger ir sentado dentro del trineo o detrás de pie, al lado de Sofía, ayudando con los frenos y su peso para dirigirlo, de esta forma los 8 magníficos perros, te pasean entre la nieve, los árboles y el paisaje del Vercors.
En familia también se puede participar en la pintoresca carrera de esquí de fondo con disfraz; la finalidad además de llegar a la meta, es divertirse y ser parte del espectáculo. El ingenio y el deporte se ponen a prueba— cómo la pareja sobre un par de patines para dos en sincronización obligada y que fueron muy aplaudidos— ya que sin ser los ganadores, al menos no se cayeron.
Lo espectacular de los Alpes es que para cada estación hay nuevos medios de diversión, en invierno cómo en verano y primavera, se echa a andar el talento para atraer a franceses y extranjeros; para el mes de julio, Christian Douchement, el Director de la estación Villard de Lans, organiza para los buscadores de momentos únicos, una serie de elegantes cenas en las cabinas del teleférico, durante el recorrido hacia la cima de la estación de esquí a más de mil 500 metros de altura, donde casi se acarician árboles, nubes y cielo, con ese panorama como espectáculo de fondo, al término de la cena y del viaje, serán recibidos en la cumbre de la montaña con una copa de Champagne, músicos y “la vie en rose” ¡para bailar en las alturas del Vercors!